ALGUNAS PEQUEÑAS COSAS QUE HACES CUANDO ERES ESTUDIANTE (Y DESPUÉS TAMBIEN)

- Salir estando aún de resaca

- Ir de reenganche a clase

- Quedarte dormido. Muy dormido.

- Estudiar el día antes del examen

- Copiar

- Desayunar pizza

- Entrar en fiestas en pisos de gente desconocida

- Ir a la biblioteca (sólo ir)

- Dormir en la biblioteca

- Ligar en la biblioteca

- Vagar durante horas por noche sin saber dónde ir (siempre y cuando tengas una cerveza en la mano)

- Olvidarte la ropa en la lavadora durante horas (y horas...)

- Sufrir esperando a entrar al examen oral

- Discutir sobre política, religión, arte y sociedad ebrio

- Comer espaguetis a las 6 de la mañana

- Cocinar espaguetis a las 6 de la mañana

- Hacer amigos taxistas a las 6 de la mañana

- Arreglar el mundo hasta que se hace de día

- Combinar pipas con alcohol

- Cenar kalimotxo

- Ir a conciertos inmundos en antros inmundos

- Preguntar el día anterior qué era lo que entraba en el examen

- Leer 8 veces la misma frase sin enterarte de lo que dice en ninguna de ellas

- Convertirte en un yonki de la cafeína

- No ir a clase porque hay manifestación (y tampoco ir a la manifestación)

- Que se te haga de día viendo una serie

- Copas sin hielo (también aplicable a cosas que se hacen de Erasmus)

- Ciclos de lavadoras marcados por el número de calcetines y ropa interior

- Acostarte de día y despertarte de noche

- Dormir en el sofá.

- Dormir en un sofá (no el tuyo)

- Dibujar durante toda una clase en lugar de coger apuntes

- Ir a la compra porque no queda pasta

- No ir a la compra porque no tienes pasta

- Pasar horas tirado en la cama escuchando música (porque sí)

- Gastar más en guarradas en el chino un domingo que la noche anterior

- Rebuscar en todos los rincones de la casa para pedir pizza

- Bajar en pijama a por la pizza

- No dar propina al pizzero y excusarte por darle moneditas de cobre

- Siestas de 3 horas

- Llamar a casa porque se tienes que comprar otro libro (a final de mes)

- Volver de casa con comida como para sobrevivir a un ataque nuclear

- Quedarte dormido en los sofas esperando a que abran el desayuno del Colegio Mayor.

- Desayunar de vuelta de fiesta con gente que se ha levantado para estudiar 

- Disimular preguntándoles cuándo acaban exámenes 

- Rayar al portero de una discoteca

- Insultar al portero de una discoteca

- Beber cerveza en taza

- No haber nada en el armario que te convenza

- No haber nada en el armario de tu compañera que te convenza

- Robar papel higiénico en la Facultad

OK. GO.

Si hace unos días me dirigía a mi yo futuro, hoy lo hago a mi yo pasado: Quién te crees que eres? Eh?

 Abro los apuntes del que espero sea, mi último examen de la carrera de Derecho y me encuentro esto:

"Acuérdate de cómo estás ahora, IMBÉCIL, estudia antes"

"Acuérdate de cómo estás ahora, IMBÉCIL, estudia antes"

Y yo qué hago? (mi yo-actual) pues le hago caso y recuerdo cómo estaba en el momento de escribir esa nota tan ofensiva.

"...pasan unos minutos de las 6 de la mañana. Un lejano piar de pájaro madrugador y el pasar de las páginas, los únicos sonidos que me acompañan. En pocas horas tendré un examen decisivo y lo cierto es que no las tengo todas conmigo. Pero no nos engañemos, es lo habitual. Sin embargo esta vez el nudo en el estómago parece más grande. Me juego mucho. Es esa asignatura injustamente suspendida y comprensiblemente atravesada. Y ese libro subrayado. Y pasar páginas. Y no leer nada. Entonces recuerdo aquellas tardes de no hacer nada. O responder "no me ha cundido nada" ante los clásicos "cómo lo llevas?". Me acuerdo de la pantalla del ordenador. Traidor. Mírame ahora. Estoy hecha un manojo de nervios y todo por tu culpa. No, la del ordenador no. La tuya, idiota. Carmen eres imbécil y te odio. Ahora mismo, cuando son las 6 y media de la mañana, cuando te estás muriendo de sueño, de hambre y de ansiedad te estoy odiando por no aprender, después de tantos años, a estudiar como es debido. Por esperar siempre a que la presión pueda contigo. Voy a escribírtelo a ver si así me haces caso..."

Y así fue. En ese ataque de odio a altas horas de la madrugada, decidí insultarme por adelantado, sabiendo, también por adelantado, que no me iba a hacer ni caso.

Porque lo cierto es que seguí estudiando tarde, mal y a rastras.

Me duele mucho el autoinsulto sin pruebas. Pero en este caso es totalmente merecido. Y eso duele más.

Por qué no puedo tener la lucidez de esos momentos de tensión máxima en los días anteriores? Por qué, si no es bajo presión, no funciono? Misterio.

La cuestión es que se acerca el final. Ya veo la meta allí al fondo y gente a los lados animando. Bueno, mi madre y mis abuelas en concreto. Pero, Oh! no! espera! es un CONTROL!!! La Meta verdadera se encuentra a un año vista. Cuando definitivamente diga adiós al carnet universitario que tantas veces olvidé en la biblioteca. Será entonces cuando ría, llore, cante, brinque, salte y celebre durante 7 días seguidos el fin de una era.

Por ahora vamos a pasar este control y a beber un poco de agua. Me permitiré echar un rápido vistazo hacia atrás para coger fuerzas de cara al sprint final.

(Demasiado símil sobre atletismo cuando lo que de verdad me gusta a mi es el fútbol y si es en un Mundial, más. Qué ambientazo! Qué mejor excusa para juntarnos y tomar unas cañas que ver un Nigeria-Eslovenia?? A por ellos!)

ESTUDIA, NO ES TU DÍA.

Cuando estudio hago tres lecturas de los apuntes

  • Una primera exhaustiva. Lenta. Subrayando con edding 1200 amarillo fosforito número 65. Doble línea, zig zag o recuadro supone tener un nivel. Después de concluirla siempre creo que va a ser imposible que me de tiempo pero me queda el consuelo de al menos haberlo visto todo una vez.
  • Una segunda lectura en la que se repasan los títulos con Stabilo boss original amarillo, si es que no se ha hecho ya y se destacan palabras o frases importantes, incluyendo algunas ya recuadradas (doble nivel). Pero la herramienta principal es el portaminas. Con él se acabaron los problemas del poco espacio para anotar en los márgenes. Y no vale el lápiz? No. Por qué? Pues porque se va quedando sin punta y de los trazos finos y depurados se pasa a los gruesos y toscos. Y esto no está bien. Ahora, os tengo que advertir que la mina 0.7 es peor que un lápiz de ojos y la 0.3 es permanente porque de lo delgada que es hace un surco en el papel que no cicatriza. así que SIEMPRE 0.5. Que no os la den con queso. Con el portaminas se subraya lo básico de lo fundamental y ello será único que mis ojos percibirán en la siguiente lectura. Pero mi amigo recargable tiene también la misión de dibujar los símbolos de peligro. Esos triángulos con exclamación son el mejor aviso. Hubo tiempos en que dibujaba ojos pero sin duda se impuso la señal que puede significar que fijo que cae (los menos) o que es muy probable que me confunda (los más)
  • Y para terminar, la tercera. Esta es la más pesada, soporífera y cansina de las lecturas. Cuento las páginas, hago reglas de tres al estilo “si en media hora me leí 15 carillas bien, en 2 me podré leer 80 regular?”, me autoimpongo metas “venga hasta las 18:00, 2 temas más”, me doy premios si cumplo objetivos “un café…y una napolitana!” y me aburro. Pero taaanto. Porque en las lecturas anteriores tenía que subrayar y las distracciones se reducían a algún dibujo esporádico o a alguna anotación para mi yo futuro “cuando vayas por aquí te quedarán sólo 20 folios” o “Carmen, imbécil, estudia!”, pero ahora sólo tengo que estar delante de la hoja y esperar a que mi memoria actúe. Qué satisfacción cuando se adelanta a lo que voy a leer “ahora viene lo de…sí, vale, y luego…mmm vale”…pero de pronto…chan, chaaaannnn…una señal de peligro y una anotación que no entiendo…“Esto está mal” pero entonces voy a la fuente original y no sólo a lo subrayado con grafito, sino también a lo amarillo ya casi olvidado y entonces entiendo. Y cuánto me cuesta reconocer que mi yo pasado tenía razón. Y cuánto me enfado conmigo misma por desconfiar de migo misma.

Y llega el día del examen y se hace una última lectura que en realidad no es tal porque se reduce a pasar folios y no ver ni si quiera lo subrayado con Estabilo, remarcado con edding en zig zag, recuadrado con portaminas y con señal de peligro al lado. Porque ahí sólo tengo sueño y ganas de acabar con este doloroso trance que son los exámenes.

 

 

 

 

 

 

 

 

Que por mucho que se insista en la vida del estudiante, sé que NO los voy a echar de menos.

NO SAQUES EL WHISKY CHELI...

Vuelven las tardes de biblioteque! 

Yo en concreto voy a una pequeña. Fría en invierno y calurosa en verano. En la que hay bofetadas por los sitios y para más inri (iesus nazarenus rex iudaeorum, no es por repelencia, es por recordarme el ilusionante momento en el que descubrí el origen de esta expresión), suelo ponerme en la parte de abajo, donde se pueden escuchar las conversaciones de los bibliotecarios, no hay ventanas, están los baños y una chirriante escalera te hace darte la vuelta con cada persona que quiere ir al excusado. Y volver a hacerlo cuando ya han hecho uso del mismo y vuelven a su lugar de penitencia. En realidad lo hago porque demasiado silencio hace que me escuche más a mi misma que lo que estoy leyendo. Necesito ruido para concentrarme. Para leer, para pintar, para escribir o para dormir...siempre me acompaña un rumor musical o radiofónico.

Tiene bastante coña esta biblioteca. Llevo años yendo y más o menos ya sé que el "bajitocabróncongestosocarrón", suele darse un voltio por los sitios para ver si estás realmente estudiando o gandulenado, lo apunta todo y si en 20 minutos no estás de vuelta, no tiene ningún reparo en ofrecerle tu sitio al siguiente de la cola (que en época de exámenes es muy larga, tanto como para que haya gente que acabe estudiando más mientras espera sentado en el suelo que en la silla)

Es como la carnicería. Te van llamando y te dan un número de asiento. En este caso la veteranía es un grado y servidora ya sabe que si un sábado pretendes ir a estudiar a las 5, te puedes ir olvidando. Sin embargo (ese embargo que estoy estudiando ahora, será el subconsciente?) si te aplicas horario europeo, comiendo sobre la una y media y merendando sobre las 5 y media, puedes hasta elegir lugar de depósito de apuntes.

Y como soy bastante friki me pongo siempre en los números pares. Qué pasa? pues que están orientados hacia el baño, que tiene un pase, pero también hacia un cuadro tan feo!!...PERO TAAAN FEO! En serio, no soy nadie para criticar pero es que es tan horrorosamente feo que hace daño a la vista. O tal vez no, porque la gama de colores va del marrón caca común al marrón descomposición. Por lo tanto, gente que vaya esporádicamente puede que no haya reparado en su presencia pero yo, que me siento siempre mirándolo, no he podido evitar en una de mis muchas evasiones, fijarme en él. En eso. Y lo que es peor, he intentado descifrar qué narices es. Tres años analizando y nada. A veces veo una señora con un moño, a veces unas manos, a veces unos troncos que luego pueden ser piernas. De verdad, es un suplicio tener que verlo. Pero a la vez es imposible no hacerlo. Como los accidentes en la carretera. Por el rabillo del ojo lo vuelvo a ver y me indigno yo sola pensado: 1- qué mente perturbada ha sido capaz de crear eso y 2- cuánto habrá pagado Caja Madrid por semejante engendro.

El maldito cuadro me hace perder cada día unos maravillosos minutos. Tanto es así que me estoy planteando seriamente ponerme en el número 79 o el 83. Sólo por darle la espalda.

Pero puede que entonces, sin poder evitarlo, gire mi cabeza y lo vea ahí. Impasible y Feo. Muy Feo.

En fin. Empezamos...

BIBLIOTECA

Las tardes de biblioteca son tristes y aburridas. Soporíferas.

Tengo que leer. Leer mucho. Y no exactamente un libro de Jane Austen o el suplemento del domingo, sino letras que forman palabras que construyen frases que crean párrafos que ni la cafeína evita que deba leer varias veces antes de continuar.

Pero es que se planea escapada puentil y debo dejar todo atado y rematado para que la depresión "posvacacional" no se junte con la tensión "santodiostodoloquetengoquehacer", sumada a la desesperación "mañanahayentrega", sin olvidarnos de "elmiercolesmesacanunamuela".

En fin (bostezo) que no me da el coco para más.

EN UN PAÍS MULTICOLOR

Estoy estudiando.

Estudiando y dándome cuenta de cuánto nos engañan.

no es que no lo supiese antes pero que me hagan estudiarlo para creer que "el pueblo" es alguien. se les llena la boca con frases como "elegidos democráticamente", "iniciativa popular"....

La plebe.

Somos un incordio pero se las han ingeniado para tenernos contentos.

No sé quien dijo aquello de que lo importante no es que el pueblo tenga el poder sino que crea que lo tiene pero cuánta razón.

sueldo+casa+coche+hijo=felicidad

Estoy reharta de manifestaciones anti-bolonia, de planes de estudio que no funcionan, de profesores que pasan, de alumnos que hablan sin parar para no decir nada, de mi yo "perdido en la universidad".

El final de curso, buenas y malas noticias se mezclan por igual.

En fin, el Ilvico y el café hacen una mezcla explosiva que me llevará a estudiar administrativo toda la tarde sin rechistar.

Porque la vida puede ser maravilllosa.