ALGUNAS PEQUEÑAS COSAS QUE HACEN QUE LA VIDA VALGA LA PENA (VOL XXXI)

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Que te nombren en los agradecimientos de una tesis

El olor a trufa

Que el Celta le meta 3 al Barça en BalaÍdos

Que Chiqui pregunte cuántos representantes García hay en el campo y ante el aluvión de respuestas concluya "Mecagonrossss!!! Grada García ya!"

Que te traigan el desayuno a la cama

Quedarte en silencio en tu mesa y escuchar una conversación divertida en la de al lado. E intentar disimular la risa. Pero no poder

Volver por la noche y quedarme un rato viendo cómo duerme Roque en la cuna a mi lado. La paz

Ese mail que te confirma que ya tienes billete para volver en Navidad a casa

Mi hermano Santi de rodillas bailando la Bella y la Bestia con Martina

Las siestas de invierno donde no sabes bien si esa extremidad que tocas es tuya o del otro

Que cada año, por un instante, todos imaginemos lo que haríamos si nos toca la lotería

Los remiendos con hilo rojo que me hace la Señora que Calceta

Que hagan un escrito a partir de una fotografía tuya

La publicidad argentina

Volver a ver álbumes antiguos. Y la cara de críos de tus padres. Calcular la edad que tenían y confirmar que los tiempos han cambiado

Beberse una botella de vino blanco mano a mano. O varias...

Los viernes de tableta de chocolate, palomitas, pijama de cuadros, sofá y peli

Las caras de liberación de mis hermanos y cuñadas cuando por fin consiguen dormir a las fieras

Cuando te mueres de hambre y justo llaman al timbre con la comida a domicilio. Eso que sientes por el repartidor se acerca mucho al amor

Lo bien que sienta dejar de engañarse

Bailar Girls Just wanna have fun

Elaborar estrategias de ligue con tu amiga para que después las mande todas al carallo

Esos 10 segundos en que cierro los ojos cuando me tumbo en la cama para dormir, justo antes de volver a abrirlos para poner la alarma

Mi prima Iria alegrándonos la vida en el chat cuando nos cuenta historias de que se le escapó la cerda o nos manda vídeos cantando

Caminar por la calle con Martina un día de sol y que diga “Mira maína, huellas!” refiriéndose a las sombras

Sentir que no estás solo cuando empiezas a teclear en Google una pregunta a la desesperada y mágicamente se autorrellena.

Cenas con los padres de Eguiar

Lo guay que es cuando nos acostamos siendo uno más en la familia

Ver amanecer desde el avión. Con esos colores: Rojo, naranja, amarillo, verde y azul

Que mi hermano Manuel me mande esto para la siguiente edición de esta lista: “Llevar a mi hijo Roque a la guardería, de la mano, y comentando con él cada una de las cosas que le asombran: una moto, un coche, un bus, un semáforo, un puente...mientras saluda a la gente que se cruza con un sonoro HOLAAAA, e intercambia impresiones con una cuadrilla de pintores que pintan los bancos del parque…”

El amarillo de las hojas en otoño

Saber que vas a recibir respuesta a tus mensajes. Y recibirla. Siempre.

Los programas de cine en la radio

Escuchar, sin querer, que hablan bien de ti

Volver a motivarse con Mariah 

Y las tardes de cutter, plumilla y tinta

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ALGUNAS PEQUEÑAS COSAS QUE HACEN QUE LA VIDA VALGA LA PENA (VOL XXVIII)

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Acabar una presentación de Power Point (con lo que odio el Power Point)

Quedar con un amigo y contarle tus penas. Que te de la razón y se ría para a continuación decirte “Pero no tengo ninguna duda de que te va a ir bien"

Que la niña que iba a mi lado en el avión le diga a su madre mientras recoge la maleta "mira mamá esa es la chica con la que viajé" y luego se despida con una sonrisa enorme. Creo que simplemente le sonreí y le pregunté si hacía pulseras con gomas...pero hice una amiga. 

El parmesano

Que unas cañas de domingo acaben con anécdotas interesantísimas de alguien que ha vivido en Pyongyang y en Irak

Querer que una bola de cristal te diga cómo estarás en el futuro. Para luego rectificar y pensar que mejor no, mejor vamos a dejar que sea sorpresa

Que te escriban para decirte que se han acordado de ti al ver esta charla de TED sobre la procrastinación. 

La primera vez que notas que los guantes de la moto empiezan a sobrar

Todas las veces que Martina dice algo indescifrable y los adultos alrededor lo repetimos como idiotas 

Que me queje de lo tarde que está empezando algo en la televisión diciendo “Qué país” y en el salón un señor indignado conteste “Bienvenida a España, el país de Podemos y de Tinder”

Que te llamen simplemente para preguntarte qué tal estás

Cuando alguien te dice “Te entiendo tan bien" y sabes que es cierto

El wrap de atún 

Un mensaje animante del señor de gafas oscuras que me llega mientras contesto mails en el trabajo

El himno gallego en Balaídos previo a un Celta Depor 

Las tostadas con tomate y aceite

Cuando te sale una carcajada por una tontería. Y lo dices “Ay! Qué tontería!" Pero te sigues riendo como una idiota

Todas las veces que mi madre intenta convencerme que la capa del chino, morada y hortera con la que me cubro en la moto cuando llueve es lo más, diciendo "Ande yo caliente ríase la gente" (pero de verdad que la pinta es terrible)

Acordarse de esto todo el camino de vuelta a casa mientras cae el Diluvio universal y que justo en el último semáforo se me ponga una moto al lado y el chico me diga “Qué chulada de capa! Dónde la compraste?"

Pensar en la cara de la señora que calceta cuando lea esto

Un vaso de leche con crispis de la gallina. Y repetir. Y que se acabe el líquido. Y rellenar. Y seguir.

El Sol que se cuela por mi ventana los viernes a las 4 y rebota en mi cama y en mi cara

Que los jugadores del Celta salgan del vestuario en chanclas a cantar con la afición que se desplazó a verlos

Guidetti mandándolos callar para empezar él a cantar el himno del equipo

Y que de repente por la noche suene Satisfaction de Otis Redding

La risa amarga que me dio al escuchar la queja “Es que si aún me diese por no comer con el mal de amores...pero ni eso!"

Que mi abuelo Manolo regalase una muñeca igual a todas mis primas mayores y que alguna de ellas la conserve para dejársela a sus propias hijas

Un chico que baila con gracia y te sigue la coreografía improvisada por la noche

Las risas que provoca hablar con helio

Conversaciones con hermanos en las que, al terminar, tienes mucho menos miedo y muchas más ganas 

Y otras como esta 

Martina y Roque jugando con mi antiguo carrito Arrue

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ALGUNAS PEQUEÑAS COSAS QUE HACEN QUE LA VIDA VALGA LA PENA (VOL XXVII)

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Encontrarse de nuevo recorriendo las calles de Malasaña como 10 años atrás con los mismos de 10 años atrás. Y las mismas cervezas a un euro y los mismo locales…y casi, casi las mismas dudas 

Y que los “No…yo me voy pronto” se transformen en brindis “Por los que no iban a salir”

Ese momento en el que ya no hace falta poner “jaja” a la otra persona porque ya os conocéis

Que Martina me traiga un calcetín, y me diga “Poma” le de las gracias y me conteste con la boca llena de chocolate mirándome hacia arriba "be naba" 

El primer día que puedes sentarte en una terraza a hacer la fotosíntesis

La gente que me avisa de que llevo la mochila abierta 

Mi amiga explicándome lo buenísima idea que le pareció escribirle a un tío cuando ya estaba de vuelta en casa, en la cocina y aún sabiendo que él no había salido, la frase “Hola desde un after”

Y el ataque de risa que nos dio

Que el médico te diga que progresas adecuadamente

Preparar una presentación, prever que en un momento dado puede haber alguna risa y que efectivamente se cumpla

La cita: “Como si se pudiera elegir en el amor, como si no fuera un rayo que te parte los huesos y te deja estaqueado en la mitad del patio.” unida a la expresión “Pues que te parta un rayo!” Y pensar que lo que en realidad lo que le estás deseando a esa persona es un amor del que duele. De esa clase de amor que sabes que hay que vivir…aunque también sabes que no va a durar

Dar con la rima perfecta

Los “Hola Señor, ¿cómo le va?” que me dedican las del sofá rojo cuando entro por la puerta de casa

La versión del pan tumaca de Kabuki

Y el orgullo de ver a mi primo Juan de Top chef

Un mano a mano de jueves regado con vino que empieza en la superficie y acaba en las profundidades

Un beso en el cuello

Las carcajadas que pueden provocar las aplicaciones en las que te ponen los ojos de otro o la cara de un mono

Desnudar a alguien. Tanto literal como metafóricamente

Lo que anima el estribillo “Tú sólo quieres quererme y en Primavera…” aunque en realidad esté diciendo “Vaya jeta la tuya!”

Ese momento en el que descubres que vuelves a estar al mando de una conversación. Y te relajas. Y sonríes. Y sigues hablando pero ya en otro tono. Uno que dice “te tengo”

La melancolía que da el volver a un lugar en el que ocurrió algo importante para ti. Y aunque sea un instante, vuelves a ese momento y se te mueve algo dentro

Que alguien diga “¿Comida familiar el jueves?” y a los 15 minutos la lista sea de 30

Escribirlo. Olvidarlo. Volver a leerlo. Reír. O llorar. Ver que aún tiene sentido. O que lo ha perdido por completo. Pero sea como fuere, te alegras de haberlo escrito

Mis hermanos y yo confesando que nos cagamos con las pelis de miedo (y las caras de sus mujeres)

Un dibujo tuyo lo compartido 589 veces y con casi 60.000 visualizaciones…porque viguistas somos muchos

La emoción instantánea que me subió por la garganta al ver a mi amiga Marta recibiéndome en el pasillo del hospital con Baltsar en brazos

La empanada de xoubas de El rey pescador

Que tus amigos vengan a salir por Vigo y digan que ahora entienden por qué te gusta tanto

Los encuentros nocturnos con los primos García. Y la alegría. Y la fotografía obligada para el chat del batiburrillo. Y las risas. Y las reacciones siempre acompañadas por un “Golfos” o un “Qué bien se os ve!”

La primera vez que sales del trabajo después del cambio de hora. Y toda esa luz!

Los desayunos continentales que me prepara la señora que calceta. Y los huevos poché. Y la salsa de tomate. Y las ensaladas ilustradas. Y el cocido…Ay! ese cocido...

Que el señor de gafas oscuras vaya al cuarto donde están durmiendo Roque y Martina, se los encuentre de pie en la cuna y les diga “A dormir!" y se tiren cuerpo a tierra entre carcajadas. Aunque lo mejor no es eso…lo mejor es ver al abuelo contándonoslo

Que en unos meses esas dos ratas vayan convertirse en en hermanos mayores

Que te incluyan en un proyecto llamado El bello Verano. Porque tienes ganas de fiesta, de que acabe el invierno y de volver a nadar en el mar...de soñar el verano en el que fuimos novios y poderle cambiar el final...

Que la cama de mis padres se haya convertido en un parque de atracciones. Y que la señora que calceta sea casi peor que ellos...

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FINALES (II)

Primera edición aquí

"El anciano siguió cantándola cada Navidad hasta su muerte. Nadie supo nunca de dónde había sacado aquella canción el pequeño Robert Wilson pero yo vi como nada más llegar al cielo, se dirigió a él como “Señor Dios”"

"- No parece que nada vaya a cambiar. 
- Tiene gracia, yo creo que todo está por empezar."

"- Este es el momento de la historia en que coges y me plantas un beso de película
- Pero si me lo dices ya no tiene gracia
- Bueno pues no lo hagas, imbécil
- ¿No ves? ¿Cómo quieres que empecemos algo si ya estamos peleando?
- Porque me da igual que seas imbécil. Porque algo dentro de mí hace que te quiera incluso aunque seas un imbécil
- No puedes decirme algo bonito sin insultarme?
- Porque eres el único con el que puedo ser completamente yo sin que se asuste
- A veces me asusto
- Bueno, pues sin que me lo haga notar
- Así que vas a estar conmigo el resto de tu vida porque no te tengo miedo
- Es un motivo poderoso
- Es un motivo a secas
- Vamos a estar juntos porque no nos vamos a aburrir
- Ese sí que es un motivo poderoso
- Aunque ello conlleve bastante de discutir
- Te voy a decir que te calles ya
- Vale
- Y te voy a dar ese beso
- De acuerdo
- Cállate
…"

"- ¿Otra vez tú? 
- Es curiosa la forma que tiene el karma de comportarse
- No me puedo creer que seas otra vez tú
- Y sin embargo aquí estoy. Otra vez. Para solucionar el lío que tú has creado
- Esta vez no fue culpa mía
- Me importa un carajo
- No vengas de héroe ahora. Estoy hasta los cojones de que te comportes como si los demás oliéramos a mierda y tú a rosas
- Y yo estoy hasta los cojones de tu actitud, de tu cara, de tus formas y de tus intenciones
- ¿Has venido aquí sólo para decirme esto o vas a hacer lo que te corresponde?
- (ríe) No me corresponde hacer nada. Ya no. Ni a mí ni a nadie.
- ¿Qué coño quiere decir eso?
- Que se acabó. Quedas relegado. Eres libre. Coge tu sarcasmo, tu chulería y tus traumas infantiles y lárgate muy, muy lejos. Ya no te necesitamos.
- ¿Cómo? ¿Qué coño es esto?
- Deberías estar feliz, es la última vez que nos vemos las caras.
- Yo…no. Es imposible, ¡tengo un contrato firmado!
- Ya no es efectivo. Se ve que en Huchima no os enseñan a leer la letra pequeña. No te sorprendas ¿acaso creías que nunca lo íbamos a descubrir? Por otra parte es normal todo esto…de allí no sale más que escoria
- ¡Cállate imbécil!
- No, gilipollas. El que se va a callar eres tú. Y para siempre.
- No…espera, ¡espera!
- ¿Sabes lo peor de todo? Hubo un tiempo en que te admiré, te respeté y creí en todo lo que hacías y decías. Pero resulta que no eres más que otra enorme decepción. Como lo fue tu padre. 
- ¿Qué sabes tú de mi padre?
- Sé que no tuvo los huevos de quedarse. Y que murió solo en Hakonbert. Comiendo Tugurs y malvendiendo Glots. Mas o menos como vas a a acabar tú, me temo. La historia siempre se repite. 
- No, espera…¡no puedes hacerme esto!
- Suerte, Teniente. La vas a necesitar."

"Apagó el ordenador. Se reclinó en la silla y rezó. Rezó porque fuese un error. Rezó porque sabía que no lo era. Rezó siendo ateo. Rezó porque se sentía solo. Y así, muerto de miedo, en aquella oficina que apestaba a tubería, murió."

"- Pero acaso hay algo fijo?
- No…es todo más bien borroso
- Bueno, en nuestro caso…discontinuoJaja. Eso. Fijos discontinuos es lo que somos.
- No sé qué va a pasar.
- Ya, ni yo…
- Ni te puedo prometer que vaya a ser siempre así.
- Lo sé.
- Pero ahora mismo no hay ningún otro lugar en el mundo en el que quiera estar
- Esa es una frase de película de después de comer
- Pero es verdad
- Es verdad ahora. Mañana dejará de serlo
- Mañana no existe, siempre es hoy
- Pero qué eres Paulo Coelho?
- Estás un poco amargada, no?
- Ja, estabas tardando…cuando te digo algo que no te gusta es que estoy amargada, o no te entiendo…
- Bueno, me voy a casa…cuando se te pase el síndrome premenstrual me avisas
- Tú eres gilipollas…
- Tienes un cigarro? 
- Lárgate de mi casa, anda..."

"Desde aquel momento nada volvió a parecerle muy importante o interesante. Pero su madre le había enseñado, continuó con su vida sin pretensiones. Llegando siempre a las 8 al trabajo, comiendo los tuppers que su mujer le preparaba, yendo a misa los domingos y jugando al ajedrez en el parque los miércoles. Nunca nadie tuvo la más mínima sospecha de que aquel tipo había salvado la vida de miles"

"- Pero señorita, usted no puede sola
- Ya…¿Podría ayudarme por favor?
- Vaya! eso es nuevo. Lo de pedir ayuda, digo.
- ¿Qué haces aquí?
- Bonita forma de recibirme mi amor.
- No soy tu amor y explícame qué haces en este avión
- Mejor explícame qué haces tú así de cargada yendo a Sidney
- Si te lo cuento no te lo crees
- Bueno…tienes 16 horas de viaje para convencerme
- Pero, en serio, ¿qué haces aquí?
- Me llamó tu madre
- ¿Cómo? ¿Mi madre? ¿Para qué?
- No se fía de ti
- ¿Por qué has venido Miguel?
- Porque no me fío de ti
- Estoy hecha un lío
- Ya lo sé 
- ¿Has venido a reírte?
- Sí. Bueno, en parte. También he venido a decirte que ese tío no es una buena idea
- Qué sabrás tú…
- Bueno soy tu ex. Algo sé…¿Cuál es tu plan exactamente? Recorrer medio mundo para decirle ¿qué? ¿Que le perdonas y que le quieres?
- Algo así…supongo…
- No es una buena idea
- ¿Entonces según tú debo aterrizar en Sidney y mandarlo a la mierda por capullo?
- Justo
- ¿Como hice contigo quieres decir?
- Algo parecido, sí. Pero después quiero que me escuches atentamente cuando te diga que siento mucho haber sido tan capullo. Siento haberme comportado así. Siento haberte hecho creer que no me importabas porque me importas. Sé que me porté mal. Pero si me dejas, estoy dispuesto a demostrarte que te quiero y que voy a hacer todo lo que está en mi mando por hacerte feliz. Y después quiero que me me digas que me perdonas y me quieres. A mí.
- Pero…Miguel…

- ¡¡¡No. No y no!!! Eso no pasa. Eres una peliculera.
- A ver, ¡te estoy diciendo lo que soñé!
- Miguel fue un capullo y punto. Olvídate. Y que sueñes que vas a buscar a un tío al otro lado del mundo que resulta que también es un capullo pues me preocupa bastante, Merche…¿Eres idiota o qué? 
- Jaja ¡ya! ¡pero imagínate!
-No me lo quiero ni imaginar…
- ¿Pedimos otra?
- Sí…será lo mejor…"

"Estaba a punto de descubrir que el contenido de aquella caja era una simple fotografía. En ella su padre saludaba a la cámara y su madre lo sostenía en brazos mientras el pequeño Juan sonreía con su único diente de leche. Una fotografía, nada más. Por ella fue capaz de cruzar un océano y recorrer un continente. Subir a las alturas y descender a los infiernos de la sociedad chilena. A lo mejor resulta que el viaje era la verdadera recompensa."

"No hubo una sonrisa de vuelta a ese comentario. No hizo falta. De repente volvían a ser los de quince años atrás."

ALGUNAS PEQUEÑAS COSAS QUE HACEN QUE LA VIDA VALGA LA PENA (VOL XXVI)

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Los primeros 5 minutos de la película Up. Cómo lo entienden los niños y cómo nos encoge el corazón a los mayores

Que mi madre me ayude a subir todas mis pinturas del trastero. Y volver a manchar

Que la frase que me dijo Willy “A los 20 se habla de bares, a los 30 de restaurantes y a los 60 de médicos” resulte tan cierta

En un abrazo, cuando las manos en la espalda se detienen un momento y aprietan fuerte antes de soltar

Los vídeos con textos e imágenes de Playground que en 30 segundos te dejan siempre pensando

Sentirme como una niña con mis tenis nuevos

Esa canción. Que suena en ese justo momento por la noche. Cuando ya no te apetece hablar. Ni pensar en nada

Cumplir cosas de la lista de antes de los 30

Cuando la persona que te atiende es muy amable

Ponerle el plástico en la silla a Martina porque llueve y que se oiga un amortiguado "Oh no..."

Salir a la calle por la mañana y que justo enciendan las luces. Como si lo hiciesen para ti

Un grupo de whatsapp en el que los viernes haya que mandar audios cantando motivadas. Porque es viernes y porque hay que cantar más, coñe!

Que Manu me obligue a cogerle por FaceTime aunque este en el trabajo sólo para enseñarme a Roque

Tres policías hablando y riendo por la calle. Una rubia, una morena y una pelirroja. Los ángeles de Charlie

Que Iru y Álvaro nos regalasen unas pulseras en su boda que hacen que cada vez que me veo la muñeca me acuerde de esa gran noche

Comentarle a un amigo que has vuelto a vivir en su ciudad y conteste que son “ese tipo de sorpresas que le alegran la vida a uno”

Que los niños jueguen más con los papeles y las bolsas que con el regalo

El "mi ca ca ca cabeza da vueltas persiguiéndote" de Nacha Pop y su chica de ayer

Y las primeras notas de safe and sound 

Que compartan uno de tus dibujos

Un grupo de whatsapp para quedar para ir al cine. Aunque luego desemboque en un grupo de whatsapp en el que vuelan los cuchillos

La escena de las bicicletas de ET

Y esa Banda Sonora, gracias John Williams!

En una carrera, cuando ves a lo lejos la meta y piensas “venga, ya está”

Que gane el Celta

O que pierda y aún así ver a la gente tan contenta 

La  última frase del diálogo de La gran Belleza:

-Dime una cosa, Stefà. ¿Alguna vez nos acostamos tú y yo?
-Claro que no.
-Es una injusticia. Tenemos que ponerle remedio.
-Tonto.
-Ah... Menos mal. Aún nos queda algo bonito por hacer.

Y esos planos tan grotescamente bonitos 

Cruzarme con un señor que va silbando por la calle "hace falta que te diga, que me muero por tener algo contigo..."

Todas y cada una de las estrofas de este poema:

No dejes que termine el día sin haber crecido un poco,
sin haber sido feliz, sin haber aumentado tus sueños.
No te dejes vencer por el desaliento.
No permitas que nadie te quite el derecho a expresarte,
que es casi un deber.

No abandones las ansias de hacer de tu vida algo extraordinario.
No dejes de creer que las palabras y las poesías
sí pueden cambiar el mundo.

Pase lo que pase nuestra esencia está intacta.
Somos seres llenos de pasión.
La vida es desierto y oasis.
Nos derriba, nos lastima,
nos enseña,
nos convierte en protagonistas
de nuestra propia historia.

Aunque el viento sople en contra,
la poderosa obra continúa:
Tu puedes aportar una estrofa.

No dejes nunca de soñar,
porque en sueños es libre el hombre.
No caigas en el peor de los errores:
el silencio.

La mayoría vive en un silencio espantoso.
No te resignes.
Huye.

“Emito mis alaridos por los techos de este mundo”,
dice el poeta.
Valora la belleza de las cosas simples.
Se puede hacer bella poesía sobre pequeñas cosas,
pero no podemos remar en contra de nosotros mismos.
Eso transforma la vida en un infierno.

Disfruta del pánico que te provoca
tener la vida por delante.
Vívela intensamente,
sin mediocridad.
Piensa que en ti está el futuro
y encara la tarea con orgullo y sin miedo.
Aprende de quienes puedan enseñarte.

Las experiencias de quienes nos precedieron
de nuestros “poetas muertos”,
te ayudan a caminar por la vida
La sociedad de hoy somos nosotros:
Los “poetas vivos”.
No permitas que la vida te pase a ti sin que la vivas…

Captar instantes como este...

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ALGUNAS PEQUEÑAS COSAS QUE HACEN QUE LA VIDA VALGA LA PENA (VOL XXV)

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Volver a desayunar con los habitantes de mi antigua casa

Ese primer contacto del avión en tierra que por un lado es amargo y por otro un alivio

Pedirle un beso a Roque y que se acerque a ti y muy concentrado choque frente con frente

Pedírselo a Martina y que te eche los brazos y te lo de mojado y con onomatopeya “mmmmmmmua!”

El “ay” que se me escapa cuando escucho las primeras notas de la banda sonora de Star Wars y veo esas letras gigantes otra vez en la pantalla de un cine

Reunirse con los de verano en diciembre

Que Marta me cuente entre risas que de las mejores cosas de la maternidad es que que te da todo absolutamente igual. El sentimiento de culpa desaparece y haces sólo lo que te apetece

Cuando por delante de la luna llena pasan nubes y parece una película de terror antigua

Pesadilla antes de Navidad, que sigue siendo tan buena tantos años después

Mi bisabuela poniendo como ejemplo la calle de Vigo donde vivo porque sus aceras tienen un camelio, un naranjo, un camelio, un naranjo...

Pensar en todas las veces que volví a casa de padres por esa acera. Pensando en lo que pasó esa noche, viendo ese mismo socavón, esa misma baldosa mal colocada y bajo una medio lluvia tan viguesa

Que el camarero de la Trastienda me diga que hace mucho que no me ve. Que dónde me meto. Supongo que nadie le pide más tapas de queso por la cara

La doctora contando cómo a ella y a su novio los miraba la gente por la calle con sus jerséis navideños a juego. Las mujeres con expresión de “Qué mooooono" los hombres con un “Pobrecillo"

Cuando nos desprendemos de un grupo grande. Después de muchas horas. Y decidimos tomarnos una copa en petit comité. Y entonces empiezan las conversaciones de verdad

Que cierre la cremallera del vestido

Que la señora que calceta acierte siempre con los regalos y me ofrezca un caldito cada vez que llego a casa.

El cartel de mi portal, al que se le ha roto la N. Y el lugar de Feliz Navidad leo Feliz Vanidad

Y todas esas personas que decoran sus casas en estas fechas con tanto esmero

La gracia que le hace al jefe, cada vez que va al al baño de su cuarto y me ve tumbada en su cama viento la tele, decirme "QUEEE Piraña!!! Vives como Dios!!" Ca-da-vez. 

La sintonía de Farmacia de Guardia que me teletransporta automáticamente a mi infancia

Que Roque flipe cada vez que consigue apretar en botón del mando con su dedo rechoncho y al cambiar de canal me mira como diciendo “Mira lo que hice!"

Tradiciones como empezar el año con el Concierto de Primero de año de fondo

Y esas palmas en la marcha Radetzky que siempre motivan

Que Martina llame a su padre, a mi hermano, por su nombre de pila. Y que a él le haga tan poca gracia

Volver a coger la moto e ir a ver el mar

Escribir el discurso de la boda de Alvarez e Iru. Tan facil...

Leerlo, no tanto…

Volver a pintar. Volver a manchar. Volver a borrar. Volver a frustrar. Volver a elegir. Volver al color. Y a ese blanco salvador. Volver a firmar.

Que siempre, irremediablemente, haya la comida que haya el día uno enero, alguien diga “Pero de esto ya no queda??"

Los parches que me hace la señora que calceta en los pantalones, siempre con tela escocesa.

El cartel de led de Maracaibo que dice “Tu cafetería en la Alameda" y estar un día 1 enero pensado cuantas copas tomé ahí, en mi cafetería de la Alameda

Que David nos vea entrar en su bar y nos suba las copas sin que las pidamos y también los altavoces. Y entonces empecemos a poner y a cantar temazo tras temazo hasta que nos venimos muy arriba. Tanto como para que la gente de la calle se nos una. Tanto como para subir a una silla y que las otras tipas con las que me estoy dejando la garganta, me vayan poniendo banquetas a modo de pasarela y que milagrosamente no me caiga. Todas esas cosas hacen que la vida con mis amigas valga mucho la pena

Recordar cuando los Reyes eran verdaderamente Magos. Con aquellos niños que juraban haberlos visto y describían sus ropajes, esos otros que, ante la duda, creían firmemente pues cómo iban a tener sus padres dinero como para comprar tantísimos juguetes, o aquel que explicaba que claro que existían, porque a él le habían traído una hermanita. Esas dos copas de champán en lugar de 3 y aquellas tinas de agua para camellos. La emoción de esa noche y el canguelo de pensar que 3 señores iban a aparecer en tu casa. Y el miedo a que no hubiese absolutamente nada, como el señor de gafas oscuras aseguraba que le pasó un año. Entre todas, mi favorita es aquella compañera que me contó que Baltasar le había dado un beso porque por la mañana tenía negro en la mejilla. Se ve que el pobre hombre desteñía…

YO AL 2016 LE PIDO

Al año le pido que no pase muy rápido. Pero tampoco muy despacio.

Le pido que venga con buen tiempo cuando tiene que hacerlo y que llueva los domingos por la noche.

Que me haga chocarme con gente interesante. Que me mantenga tan ocupada como para no pensar en los que no merecen la pena.

Le pido planes divertidos. Y alguno de esos de 8 de la tarde sin previo aviso, aún con la mochila del trabajo y con cara de cansada. Esos que te hacen sentir que al menos has aprovechado ese martes que parecía tan ordinario.

Al 2016 le perdono las resacas por adelantado. Soy así de comprensiva.

Le pido que me deje ver a mis sobrinos y me haga estar en casa cuando llegue el nuevo.

Al 2016 le pido que la batería me dure más. La del móvil y la mía propia. Que los días malos me lleven al calendario y a base de cálculos concluir que son sólo cuestión de tiempo.

Eso le pido al nuevo año también. Tiempo. Justo un poco menos de del que necesito. Pues dicen que es la clave para conseguir cosas. No tener tanto como para perderlo. 

Al 2016 le pido espacio. Con luz suficiente para pintar, para ordenar y estar. Tanto en mi cuarto como en mi cabeza. Pero también le pido que la distancia no exista cuando piense en Vigo.

Le pido seguir con mi memoria selectiva.

Le pido hacerme un poco más vieja y, espero, un poco más sabia.

Le pido unos 30 a lo grande. 

Al año que viene le pido paz mental y alguna batalla emocional. 

Le exijo 366 días. Que no falte ni uno. Ya decidiré qué hago con ellos sobre la marcha. Por de pronto, seguiré tratando de ser feliz.

Pero en realidad, más que al nuevo año, todo esto me lo pido a mí.

Pues que tengas un feliz 2016, Carmen. Sólo depende de ti.

ALGUNAS PEQUEÑAS COSAS QUE HACEN QUE LA VIDA VALGA LA PENA (VOL XXIV)

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La gente que lee en el metro. Muy concentrada. Y se agarra con una mano a la barra y se balancea al ritmo del tren. Y tú piensas que no están aquí, apretujados en este vagón, sino muy, muy lejos.

Cuando el débil se sale con la suya

Los padres y madres que acompañan a sus hijos pequeños al colegio y cargan con sus diminutas mochilas

La señora de las castañas que me ve pasar con la maleta y me grita "A la playa! A la playa!!!Buen Viaje!!!"

El otro día, cuando sonó "Yo me bajo en Atocha, yo me quedo en Madrid" mientras esperaba el metro

Una señora en el metro borrando concienzudamente el sudoku al tiempo que niega con la cabeza y chasca la lengua en señal de desaprobación

El violinista con bastante jeta que se me acerca y toca hasta que me saco los cascos y cuando por fin le hago caso empieza "Por una cabeza" y yo, claro, tengo que darle algo porque me ha alegrado el viaje

El hipnótico movimiendo del anticongelante en la ventanilla del avión mientras despegamos

La sobrecargo diciendo que como "conoce la condición humana" y sabe que alguien aún no lo ha hecho que por favor pongamos los móviles en modo avión

En el andén, una niña que va sentada al revés, me mira desde el vagón y me saluda con una sonrisa a la que le falta una paleta. Tiene una trenca azul con cuernos de las que molan. Se apoya en su madre y le pregunta las paradas que quedan para bajarse. Tiene acento andaluz y es puente así que debe estar de visita. Al irse se despide de todo el vagón. Pienso que a lo mejor es algo que deberíamos hacer más. Si me despido de los del ascensor, por qué no iba a despedirme de los del vagón? "Oigan, que yo me bajo ya pero espero que tengan una buena vida señores!"

El policía que se acerca a la sala donde estamos trabajando y dice que ya está bien, que ha pasado 6 veces por delante y cree que ya hemos trabajado suficiente, que por el amor de Dios, es Navidad! 

Y todas las veces que los americanos dicen "it's ok" y lo dicen de verdad

Escapada rural y al bajarse del coche mirar al cielo y ver millones de estrellas

Volar sobre el mar de nubes cuando está amaneciendo o atardeciendo y percibir la forma redondeada de la Tierra. Y al fondo esa línea que divide lo terrenal de lo divino

Cuando ves una ciudad desde el aire. Y todas esas pequeñas cajas. Digo, casas. Y alguna piscina. Y piensas en toda la gente que vivirá en ellas. Ajena a que tú les estés observando desde arriba

Esos momentos (no muy frecuentes) en los que eres consciente de que estás bien. Con el mundo en general pero sobre todo contigo

Que en un avión haya wifi

Que en un avión no haya wifi

Cuando el cocinero corta muy fino y muy rápido la verdura

Que por fin llegue esa barra que tanto tiempo llevas esperando en el Tetris

El cielo azulísimo de Vigo

Ver huellas en la nieve e imaginarse quién ha pasado por ahí antes que tú

Los jabones, champús, cremas, pastas de dientes y demás productos que fabrican en formato miniatura para viajar

Cuando en el baño hay jabón y el secador de manos funciona de verdad

Trivial y Gin Tonics

Los carteles en los que pone EXIT en rojo luminoso

Querer añadirle una "o" al final Y que señalen el camino del EXIT-O

Las pizarras con tizas

Cuando ves aparecer tu maleta en la cinta 

El color gris con sus millones de tonalidades

Cuando alguien te dice "te quiero" y no lo esperas

Saber que en pocos días vuelvo a casa como el turrón

La historia detrás de La Chacona de Bach que tan bien cuenta James Rhodes en Instrumental

ALGUNAS PEQUEÑAS COSAS QUE HACEN QUE LA VIDA VALGA LA PENA (VOL. XXIII)

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Que mis padres me inviten a desayunar de hotel un día de resaca

Pasar por un túnel muy largo en el tren y por un instante no saber si nos hemos parado o seguimos andando porque todo es negro por la ventana

Sentirse totalmente identificado con lo que le pasa o lo que piensa el personaje de un libro

Explotar plástico de burbuja

Una reunión de trabajo a la que no vamos con ordenadores sino con libreta y portaminas

La gente que dedica tiempo a rellenar esas tarjetas que vienen en las maletas para poner tus datos

O esa otra que va más allá y hace sus propias etiquetas caseras y pega su teléfono en la cámara de fotos o en el ordenador

Y claro, toda esa gente que llama y devuelve estas cosas y con ellas la felicidad absoluta al dueño 

La frase "Kamchatka es el lugar donde resistir"

Encontrar, después de un tiempo, la pareja de un calcetín

Que el señor de gafas oscuras diga “Piraña, yo soy Dios" y me de a probar en una cazuela un mejunje y al preguntarle los ingredientes responda que no puede desvelarlos, que es un chef profesional y además es muy complicado para que nuestras mentes lo entiendan

Leer en el metro y despistarse. Pero justo hasta una parada antes de la tuya

Ese Neobrufen que tiro en cada bolso y neceser y que aparece cuando tanto lo necesito

Cuando te roza algo un tobillo y crees que es un bicho pero luego descubres que es un fleco de la manta, una cinta de la mochila o el zapato del que tienes al lado en la reunión

Que te vayan a recoger al aeropuerto

Y ese abrazo

La tía Susana diciéndome que está bien. Como si nada hubiera pasado. Aunque le pasó

Leer “Momentos de inadvertida felicidad" con una sonrisa continua al acordarme de esta lista

Acertar al recomendar un libro. Y luego comentarlo

Cuando el jefe de tus jefes dice lo que tú estabas pensando

En el metro, cuando no puedo evitar reírme con algo que leo en un libro o en el móvil y miro alrededor como diciendo “Ay madre, vaya loca" pero veo que la persona de enfrente también se ríe y pienso que seguramente también le ha hecho gracia. Aunque no lo haya leído

Acertar a la primera en el manojo de llaves

El gesto de padres cuando les enseñas algo y automáticamente lo alejan y enfocan

A veces, los cielos de Madrid

Basia Bulat cantando a Cecilia

Todas y cada una de las veces que pienso que la maleta rosa esta vez estalla. Y sin embargo conseguimos cerrarla. 

Y todas y cada una de las veces, cuando la señora que calceta dice “Vaya compra esta...además fue tirada!" 

Preguntar “100%?" Y que te contesten “Sí". Y entonces saber que eso es seguro. 100%

Algunas de las mejores historias que me han contado son esperas por hombres, disimules por hombres o películas montadas por hombres de las cuales ellos no tienen ni idea. Me hace gracia   pensar que la mitad del planeta no sabrá nunca lo que la otra mitad ha llegado a hacer por ellos. Y las risas al recordarlas

Que Gonzaga me haya descubierto We'll meet again…don´t know when, don’t know where

Vencer. Pero mejor, convencer

Esas pequeñas cosas absurdas que tiene uno, como el hecho de sentirme bien por decirle a la peluquera que el agua está siempre perfecta de temperatura. Aunque esté un poco fría o un poco caliente

Las pausas de Novocaine for the soul. Cuando creo que ya va a acabar y empieza otra vez... "Life is good and I feel great”

Que te digan "Me ha hecho mucha ilusión que vuelvas"

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ALGUNAS PEQUEÑAS COSAS QUE HACEN QUE LA VIDA VALGA LA PENA (VOL XXII)

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Hacer un ruido con la boca y que el que tienes al lado en el sofá se ría y te imite

Que a los dos minutos estemos todos los del salón haciendo una competición de silbidos

Dormir la siesta en el sofá

Llorar con una película 

Llegar al andén apurada y que desde el vagón alguien te anime a correr que seguro que llegas. Y conseguirlo 

Escuchar un villancico cuando aún no toca y venirse arribísima

Que Martina diga “Hola madrina" o al menos lo intente

Cruzar la Castellana un día de otoño con sol y sin mucho tráfico y mirar hacia los lados

Las reuniones con las niñas del Colegio Mayor con conversaciones sobre trabajos y no sobre exámenes

La teoría del taxista con acento extranjero que me lleva a Atocha y se disculpa a cada momento porque es su segundo día y no sabe ni cómo ir. Al llegar recuerda los atentados y me dice que están locos. Que quieren matar y punto. Que si fuese por hambre, es mucho más fácil coger una barra de pan que un kalashnikov

Compartir reflexiones sobre tu profesión con alguien que viene de la otra parte del mundo y comprobar que hay cosas que son iguales para todos

Descubrir que me gusta la cerveza artesana

Las personas educadas

Esas fotos en las que se ve a gente riéndose mucho, pasándolo realmente bien

O esas otras que han estado en tu casa desde siempre 

Un paseo en un coche antiguo descapotable

Un abrazo.

El contacto piel con piel

Las bombillas grandes y amarillas que cuelgan de cables rojos 

Un mensaje en un graffiti, en una pared, en una calle, en un día cualquiera

El clima de noviembre de 2015

Que te digan “Quiero estar contigo”

Una xuntanza de gallegos en Madrid para ver el Derbi. Del Depor y del Celta pero nos une la comida...y el albariño

Echar de menos a alguien 

Volver a verse

Un audio en whatsapp en un privado inesperado 

Ponerse gafas y ver todo en HD

Que te respondan “Sí quiero”

Volver a andar en bici

Pasear con música, frío y bien abrigado

Los colores del otoño

Ver cómo se relaja la expresión de alguien cuando en una discusión tiene razón y por fin se la das

Un brazo que te rodea de repente por la noche

Que tus primos hermanos te manden un vídeo a las 8 de la mañana desde tu antiguo cuarto cantándote “Carmela, loló, loló!!!”

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