ENTRE-VISTA Y VISTAZO "NO REMUNERADO"

Hacer una entrevista de trabajo y mentir sobre alguna aptitud.

Hacer una entrevista para ser becaria sin cobrar y mentir sobre tu actitud.

Encuentren las 7 diferencias.

No tengo ganas de trabajar y cumplir, como le dije.
Tengo ganas de aprender y hacer las cosas bien.
No tengo ganas de trabajos de tres meses y con cola para el relevo.
Tengo ganas de que me enseñen y de un trabajo decente.
Es mucho pedir que no me vacilen…
O que lo hagan sólo a cambio de un futuro?

Pues parece que sí…

“Hay que comer mucha mierda”
“Becarios fuimos todos”
Sentirse culpable por no querer la mierda que te ofrecen.
Por volver a quejarte.
O a reírte que es lo que te queda.
Y los gin tonics de sábado, y los botellones, y las drogas, y “es que hay que ver esta juventud sin valores”
…y todo lo demás también.

Pues vale.

Y otra llamada.
Otra entrevista.
Otro puesto no remunerado.
Qué vergüenza.
Qué impotencia.
Ni si quiera soy de esa cifra. La de los 6 millones.
Porque no estoy parada.
Estoy cubriendo un puesto de trabajo a coste 0 para la empresa.
Muy bien todo.

Para de quejarte.
Para de llorar.
Para de pensar.
Y de preocuparte.
Mejor así.
Tú solo sigue.
Por donde te mandan.
Por donde puedas.
Pero sin hacer ruido.
No vayas a molestar.
Así.
Muy bien.
Ves?
No costaba tanto…
Calla y come.
Come mierda.
Y luego?
Shh!
No se aceptan preguntas.
Ya lo dice el Presidente…

Todo es falso.
Menos alguna cosa.
Y qué cosita es?
Que ya no queda moral.
Y que mañana sonará el despertador.
Otra vez.

Sigamos minando la moral de la juventud de este país ya verán qué bien nos va a ir…

 

Publicado originalmente en Cerveza Salada.



 

 

PUNTO ES

Se acabó “Marea roja”, que me tuvo en tensión perpetua con bombas nucleares, hombres sudando la gota gorda y decisiones que se toman creyendo estar en posesión de la verdad, con todas las consecuencias y hasta el final. Como en la vida misma (ja). Tocaba irse a la cama, pero al otro lado del Atlántico un amigo tenía una duda y quería una respuesta. Al filo de la media noche pretendía que yo le diese alguna explicación a lo que estaba pasando en España, que le preguntan por allí y no sabe qué contestar. Bien, pues yo tampoco “mai fren”.

No sé ni cómo llamarlo, ni cómo explicarlo.

Porque no sé ni cuándo empezó, ni de qué color es, ni si alguien o algo puede hacer cambiar el rumbo de esta dinámica circense, casposa, cutre y carente de cualquier tipo de respeto por parte del espectador, que reina en nuestra política.

Lees artículos, tweets y estados de Facebook. Escuchas tertulias y ves las noticias. Y sigues sin dar crédito. Te levantas cada mañana como si fuese el día de la marmota. Aquí no cambia nada. Todos los días son días de jena. “Jena” es un buen amigo que bautizó de esta forma todo aquello que…bueno todo aquello que rezuma penosidad. Ojo, no se confundan que la línea que divide la jena de lo genial es muy fina.

Por desgracia todo lo que huele a España ahora mismo es una jena auténtica. Una pena. Una desgracia. Un mal sueño.

¿Cómo hemos llegado hasta aquí? ¿Y tú me lo preguntas? poesía eres tú.

Y porquería también.

Porque ría ahora, o llore, qué más da, pero no diga que no sabía nada. Que esto olía muy mal y cada uno tiraba con lo suyo. El problema es que ya no hay por dónde tirar…o tal vez todo lo contrario, hay demasiada manta pero está guardada bajo llave en un cajón al fondo del desván del Parlamento, del Senado, de los Ayuntamientos, de las Diputaciones, de los despachos, de las canchas de padel, de las gasolineras de mala muerte, de los sobres de papel y de todos los medios que no gritaron hasta que no hubo EREs de por medio.

Claro que nos quejamos ahora. Yo al menos lo hago porque me parece que me han tocado algo más que la nómina o la moral. Han jugado con mi futuro, que ya está siendo pero no está pasando.

Hice todo lo que estaba en mi mano para continuar con “la herencia recibida” que en mi caso no es una excusa para malas políticas sino un privilegio. Y ahora me quejo porque muchas malas, egoístas y cortoplacistas decisiones que se tomaron durante muchos años antes y después de que yo naciese me están impidiendo encontrar oportunidades.

Yo me quejo, claro, desde mi posición de becario no remunerado cuyo mail es becario1@xxxxxx.es No vaya a ser que se me olvide, no el puesto, sino el país en donde estoy.

Ese .es te delata amiga.
Y .es una buena mierda.
Y punto.

Publicado originalmente en Cerveza Salada




 

 

LAS TARDES EN CASA

Las tardes en casa cuando hay cosas que hacer empiezan con un "bueno, un capítulo y me pongo"

Luego resulta que te topas con esos papeles blancos, grises y naranjas (que no verdes, rojos y amarillos como diría Serrat) que compraste en Ikea sin saber muy bien por qué. O tal vez sí, porque eran papeles y porque eran baratos. Así que con unas tijeras te pones a recortar para hacer un montaje absurdo con los que te encanta procrastinar

Te haces un té y de paso otro capítulo porque esta serie (The Good Wife recomendablérrima) te saca la abogada que llevas dentro, o mejor dicho, la guionista que querrías ser. O la escritora de personajes completos y complejos tal vez. 

Coges la plumilla y te manchas los dedos mientras escribes palabras que empiezan por Irre-

Y-resulta que no son tantas las que te salen…pero vaya fuerza que tienen. Describen esos mismos personajes sobre los que quieres escribir o tal vez, simplemente, como eres en realidad, o cómo te gustaría ser, o cómo serías si…

irreverente, irresistible, irreductible, irresoluble…irrepetible.

(No hagas trampa que esa te la chivaron)

Irrepetibles son las charlas con la señora que calceta en las que empiezo diciendo que el tomate y el pescado que me mandó estaban buenísimos pero con el tercer "qué tal" la cosa empieza a torcerse y la voz empieza a temblar. Aunque de irrepetibles no tienen nada porque son muchas ya y siempre surgen igual. Que sí…que todo bien…pero claro…es que no sé…Pero bueno, hay que seguir…Que ya verás, que esto es así, tú tienes que ver, son las circunstancias (ya, pero es que yo soy yo y mis circunstancias como dijo aquel)…que no te preocupes que todo sale…que venga que te paso con tu padre. Y te pone con ese señor de gafas oscuras que tan claro lo ve todo aunque te confiese que él también está "acojonado". Te vuelve a repetir lo de siempre. Lo que tú ya sabes. Lo que tantas veces has oído y hasta repetido tú misma a otros. Y lo hace con esas metáforas tan suyas que le hacen confundir "La vida es Bella" con "Qué bello es vivir"…y al darse cuenta aprovechar la jugada y decir que no importa, que son dos buenos ejemplos de que lo que hay que hacer por encima de todo es vivir. 

"Ya…"

Y tú ya sabes todo esto pero te duele la garganta recordándolo. Porque no sabes aún muy bien cómo funciona esto de pasar de reivindicar el seguir hacia delante un día y al siguiente querer pedir papas y al otro explicaciones. Pero te vas acostumbrando y a cada día que pasa te vas haciendo más realista y tristemente más escéptica. 

Aunque no dudas que hay muchas cosas ciertas en eso que te repite una y otra vez el jefe cuando te ve algo baja. No dudas porque sabes que es un señor muy sabio y también muy viejo. Y porque también te lo repite tu santa madre que tiene más fe en ti que tú misma y con que un 10% de lo que espera que te pase, realmente ocurra, ya te das con un canto en los dientes.

Vaya suerte tienes mecagoendiez. 

Y es que a lo mejor, tú misma sabías hoy, cuando pegaste el collage al lado del flexo (que es la única luz que ves clara por ahora), que al terminar de hablar con tus padres necesitarías leer que "el Sol saldrá mañana"…

Y si no pasado. Seguro.

"ES LO QUE HAY"

No saber qué pasa.

 

Ni saber qué te pasa.

Parecía todo claro. Las instrucciones estaban ahí, no faltaba ninguna pieza. Tienes todo para ser feliz, te repetías hace poco. Y lo sigues manteniendo. Entonces...qué?

Qué es? Qué es lo que te pasa cuando te da por pensar un poco. Cuando algo absurdo desata un cataclismo que no te deja volver al estado de calma aparente en el que pareces estar.

Qué es? 

Es todo.

Es saberte una privilegiada. Es serlo, de verdad, sentirte mal al recordártelo y vuelta a empezar.

Es conformarte y dar gracias y que te miren con pena mientras te repiten "Es lo que hay"

Lo que hay es poco. Pero es lo que hay. Coge lo mínimo sonríe y disimula la cara de idiota.

Porque eres una privilegiada y esto que tú tienes, esto, es suerte.

No te quejes. Hay muchos peor que tú. Saldrás. 

Por supuesto que saldré. Si no lo hago yo quién? Si no lo hacemos nosotros, los privilegiados, entonces qué nos queda?

No estoy pidiendo nada. De todas formas no me lo darían. Estoy conformándome. 

Estoy asimilando. Que es esto y nada más.

Cuando te des cuenta habrán pasado los años y ni te acordarás cuándo te dieron tu primer sueldo, ni cuándo pudiste alquilar una casa. Pero esos momentos llegarán. Seguro. Si no es para ti, entonces para quién?

Entonces qué es?

Es todo.

Es cansarse de intentar ser positivo.

Es hartarse de la misma conversación. Una y otra vez.

Es conformarse con unas cañas para volver a confiar.

Es tener gente alrededor mucho peor y tirarte de los pelos por ser tan idiota.

Es hablar y hablar sobre problemas y ninguna solución. 

Es no tener qué ponerte. 

Es caer por un precipicio y que vuelva a sonar el despertador.

Es lo que hay.

Es no preocuparse por el dinero. Es hacerlo continuamente.

Es tener todo y no saber nada.

Es no hacer lo suficiente.

Es quejarte de vicio.

Es poner la lavadoras y tender ropa gris.

Es leer el periódico.

Es mandar al mundo a carallo, reírse y pensar que llega el viernes.

Es encontrar consuelo al otro lado del teléfono.

Es que se acabe un año malo y que venga otro con demasiadas expectativas y poco que ofrecer.

Es querer confiar y no poder...o no saber.

Es saber que te adaptarás y que todo esto te servirá.

Es que mañana vayas a Vigo y te engañes un poco en el hogar comiendo bien y comprando con papá.

Es saber que volverás.

Es comprender que a lo mejor, de verdad, esto es lo que hay.

Es tener la esperanza de que a lo mejor no.

Es vomitar todo en un blog y que te sirva como recuerdo para tu yo futuro...porque no lo dudes, lo habrá.

 

DE LOS GRISES Y LOS AÑOS

No me gustan las etiquetas. No me gustan las etiquetas gigantescas que molestan en la ropa ni las que te avisan que te la estás poniendo del revés (más a menudo de lo que me gustaría) Pero sobre todo lo me gustan las etiquetas sintetizadoras y reduccionistas. Cuántas veces habré oído esto?...


Vamos a ver no es que no me guste su función, porque creo que son necesarias y reconozco que las utilizo para analizar y clasificar cosas y personas...pero cuando llega el momento de aplicárselas a una misma, ahí es cuando surgen los problemas. "Tú eres tal, Carmen" y automáticamente sonará un "No, a ver..." con excepciones claras como "Tú eres culé" "Tú eres del Celta" "Tú eres de Vigo" "Tú eres idiota..." (esos insultos gratuitos que siguen a cualquier absurdez dicha por mi persona los acato muy bien. Merecidos) Pero qué pasa cuando me preguntan...oye tú qué eres profesionalmente hablando? Ahhhhmigo. Entonces empiezan los problemas. Llevo intentando definirme toda la vida, porque sólo conociendo bien tus virtudes y, sobre todo, tus limitaciones, puedes llegar a algo bueno. Es la única vía. La de la honestidad. Primero con uno mismo. Y yo, siendo honesta, sigo sin saber qué soy. Así que buscaremos alguna de esas palabras que alguien en mi misma situación se inventó para poder decir algo sin decir demasiado. (lo cuál no deja de ser un arte)

Porque me gusta moverme en esos tonos poco saturados que tan poco aprecio despiertan en los días otoñales o en el retoque fotográfico pero que a mí me parecen la base de todo. Porque, aunque necesarios, los blancos y los negros no deben ser más que un referente de máximos y mínimos. Deb(em)o(s) tratar de encontrar pequeños matices en los grises. En ese día a día que no deja de ser una laaaarga paleta de grises. De grises claritos como el momento de la tostada y el café y otros más oscuros como las mañanas de domingo con un clavos en la cabeza y una nota de "mañana es lunes" aún más oscuros...grises, blancos y negros. Pero sobre todo grises. Los buenos, regulares y estupendos grises.

Será que soy del Norte, la pequeña de la familia, que no soy de derechas, ni de izquierdas, sino todo lo contrario o que tal vez mi indecisión crónica me lleva a estar segura cien por cien de muy pocas cosas en la vida así que me me vuelvo en contra de todo y todos los que pretenden imponerme algo. 

Seré una rebelde? Ja! demasiado poco atormentada para eso.

Supongo que lo que quiero no es ser tal, ni cual...sino tal cual. 

Y tal cual se lo contamos en este blog desde hace hoy justamente 6 años...

Se leen entradas antiguas de vidas antiguas y experiencias antiguas y se ríe. Se leen dedicatorias presentes a personas muy presentes y se llora. Se leen cosas que escribió tu yo de ayer hablándole a tu yo de hoy y se llega la conclusión de que aún no tienes las respuestas...de que seguramente no las tengas en mucho tiempo o simplemente no sean un sí o un no sino un gris de esos que tanto defiendes.

Que el tiempo pasa ya lo sé yo...que de eso también se ha hablado (y analizado hasta caer en el absurdo) bastante a lo largo de estos 6 años...y sino que se lo digan a mis padres que llevan justamente hoy también 37 años juntos. (aquí cuando hicieron los 33)

Entonces todo se relativiza. Porque el señor de gafas oscuras y la señora que calceta te han enseñado a hacerlo. Te han dicho muchas veces que "la vida no es esto" y casi sin querer te han demostrado día a día que la vida son otras cosas. Otras pequeñas cosas. Otras cosas grises, algunas blanca y más negras de las que querríamos...pero todo se compensa. Y todo se acaba aclarando. Cómo lo sabes? Pues porque lo sé...es de esas cosas que tengo claras, porque si no, apaga (funde a negro) y vámonos.

Yo no me quiero ir todavía. 

Aún me queda mucho por pintar.

Felicidades jefes!

 

 

 

 

 

 

 

 

POR MÍ Y POR TODOS MIS COMPAÑEROS SIN TRABAJO (Y POR MÍ PRIMERO)

Estoy en tránsito.

Estoy y no estoy.

Un momento de incertidumbre (para mí, el peor de los estados) como este, quien más, quien menos lo ha pasado todo el mundo...y superado. Y no es que crea que no va a pasar, porque está claro que voy a acabar trabajando e incluso añorando estos días de no tener nada concreto que hacer más que refrescar la página de infojobs. Pero es inevitable estar con una continua duda. Pasar de la gana a la desgana en menos que se lee otra cifra desanimante.

El paro, los plazos, las becas, los comentarios, los jóvenes, los mayores, la crisis, las gráficas, los 3 años de experiencia requerida, la edad...

La edad? qué edad...25 años y según los cálculos del señor de gafas oscuras esto no ha hecho más que empezar...

Con calma.

Ordenamos cuartos pues. Hacer limpieza de cuarto como metáfora de limpieza de cabeza.

Sacamos cajas. Y entre polvo e instrucciones de IKEA nos encontramos con todos (o casi todos) los pinceles que he tenido en mi vida...madre mía filliña, síndrome de Diógenes! "pero es que a lo mejor los utilizo para..." parece que es mi lema. Conociéndome, dedico una caja bien grande a "materiales" (plásticos, papeles, alambres y cordeles) otra a "letras" (corta, pega, haz mensajes tipo asesino en serie que tú para eso sí que vales) otra la llamaremos "caja inspirante" y qué encontramos aquí? pues muy fácil, las trapalladas, objetos absurdos, horteras, de chino, recuerdos, dados, llaveros, monigotes...TODO cabe en la "caja inspirante"

Esto va cogiendo forma. Forma de estantería EXPEDIT que bien valen 20 € "o incluso trinta" como me diría Gloria esta mañana después de preguntarme 3 veces si necesitaba ayuda para montarlas "no...que esto es muy fácil" y luego volver a ver el resultado y confirmar "Ay pues se te da bien isto eh?"...si ella supiera que me lo explican todo unos monigotes sin nada de letra...

Llegamos a las cajas de recuerdos.

La de las fotos. El señor de gafas oscuras sin canas, la señora que calceta ochentena, Santi con la onda en un pelo engominado, Manu sin barba, cuando era Manolito...noches de Vigo, de Madrid, de Verano...ojos de niños, arrugas que no están, pelos que cambian, caras que se afilan, ropas que te hacen suspirar (bien por mal, bien porque lo tiraste y nunca debiste hacerlo)

Otra con todo lo que mis cuartos han visto pegado (con blue tack que cada junio se convertía en una bola gigantesca que arrancaba parte de gotelé) en todos mis años en Madrid...postales, entradas, dibujos, posters, notas, papelitos que en su momento tuvieron sentido...y todo conservado durante 6 años, despegado, repegado y vuelta a empezar. Eran "mis cuartos" como he bautizado una carpeta de fotos en la que si uno observa bien se puede ver una pequeña evolución pero todos muy semejantes...supongo que era mi forma de sentirme como en casa pese a que las paredes cambiasen año tras año.

Espera, y esto? Caja de apuntes. De la carrera, pocos...del colegio, más. "Un pronome átono nunca pode encabezar unha oración" el mapa político de África, los Reyes Católicos (se ve que le di más importancia a esto que al Derecho Canónico)...fotos de clase, dibujos de los 5 años...Oh, oh!...la "carpeta de las cartas"...y ahí estás todos esos Christmas que se enviaban a tus amigos de verano para que no te olvidasen llenos de buenos deseos y esperándonos ver pronto en la playa, esas notitas absurdas de clase, esas contracciones imposibles y "k" que no han lugar...esos "no entiendo nada" "me gusta este" "tía es que no sé qué te pasa últimamente, vale, todo es una mierda pero..." Ay! cartas adolescentes que son el horror pero que me hacen ver que si hace 10 años era así, qué pensaré de mi yo actual dentro de otros tantos...

y otra vez a vuelta con ese futuro incierto...

Porque aquí estoy, en un cuarto a medio montar, entre libros, acrílicos, papeles y fotos de ayer esperando a que hoy abra mi buzón de entrada, como cada mañana. Esperando que le de al aleatorio de iTunes, a que siga ordenando mi vida mientras espero a que empiece lo siguiente. Lo que toque. Lo que sea. Esperando algo. Mientras llega, seguiré atrapada en el tiempo y como Bill Murray intentaré hacer algo distinto cada día (menos suicidarme de todas las formas posibles, claro) Veo, dibujo, pinto, escribo, leo, escucho...hasta que un día lo oiga..."estás contratada"

PERDIMOS UN MUNDO DE COLOR

Pero a mi me gustan los colores poco saturados. Soy de grises, de ciudad, de humo, de gabardinas y de trajes. Y en medio de todo eso, una nota de color…un paraguas rojo.

"Un mundo de color"…alguna vez lo tuvimos? A estas alturas ya estaremos todos de acuerdo en que aquello no era real. Que la frase que el jefe me repite cada vez que voy a salir, "La vida no es esto" es muy cierta. Que basta ya hombre! Que de esto saldrá algo bueno y es que se va a hacer una buena purga. Dónde quedó la meritocracia? la perdimos. Que vuelva. "El que es bueno lo es en todas partes" pues a eso hay que aspirar. A ser los mejores. Nos habíamos olvidado de lo que es la cultura del esfuerzo. De que las cosas cocinadas a fuego lento saben mejor. De que quien algo quiere, algo le cuesta. Por supuesto que tenemos que luchar por nuestros derechos pero la indignación contra los de arriba, a pesar de ser necesaria, no va a resolver todos tus problemas. Y ahora mismo, a corto plazo, tenemos muchos. O es que es así como se vive en realidad? con un montón de pelotas en el aire, haciendo malabares, conteniendo la respiración para que no se caigan todas al suelo? Como un castillo de naipes? No puede ser. La realidad debe ser algo así como un juego de construcciones. Con una base sólida, poco a poco, pieza a pieza.

En Europa hablamos de eso que resuena tanto, "el estado del bienestar", en la Constitución de los Estados Unidos hablan del derecho a la felicidad. Expresiones que me dan que pensar. Qué es estar bien y qué es la felicidad?

"Esto no deja de ser una Revolución Francesa moderna" decía mi tía Marta ante las continuas protestas de la gente. De la clase media. De la mayoría. Ante esa indignación que se ve, se palpa, se siente, se lee y hasta se huele. En el supermercado, en los bancos, en las noticias, en las tertulias de después de comer, en los grupos de jóvenes, el los cafés adultos. Está en la calle y en tu casa.

Ahora mismo, mejor no hacer ningún plan. Vivir al día a día. Salir con amigos, tomar un café, ir de copas, trabajar, cambiar, pensar, sortear los baches, sobreponerse, vivir, decidir tener un hijo, volver a estudiar o empezar un negocio...no hay buen o mal momento. El momento es el que es. Y punto.

Hay que seguir viviendo. El mundo no va a parar de girar por estar en crisis. Al contrario, la maquinaria debería ponerse de nuevo en marcha. Los motores están algo oxidados porque nos habíamos centrado en la carrocería. Las respuestas? Yo no las tengo. Ni ni nadie. No te fíes. Eres tú y nada más.

Yo sólo tengo preguntas. Y me temo sólo van a ir aumentando a medida que encuentro respuestas. Pero de esto se trata, de encontrar soluciones a los problemas. 

Hay que trabajar y si no te dejan, intentarlo en otro sitio. Intentarlo todo. Intentar lo impensable. Intentar lo imposible. Si no es ahora, cuando? En el momento de no pensar. Es el momento de fallar. Fallar mucho. Fallar cada vez mejor. Es momento de tomarse las malas noticias con calma y de seguir. "Keep calm and carry on"

Y cómo salimos de esta? pues paso a paso…o mejor dicho, pasito a pasito. Uno y después otro. Hacia delante. No vamos a volver a lo de antes pero tampoco nos vamos a quedar aquí. Por mucho que me gusten los grises este es demasiado oscuro. Ni si quiera se sabe qué es. Porque este es un momento de incertidumbre donde la gente está decidiendo hacia dónde tirar. Dónde hay un rayo de Sol?

Esta terrible incertidumbre no puede durar para siempre. Alguna puerta hay que escoger. Seguramente muchos fracasen y entonces...habrá que volver a intentarlo.

Somos una generación ("la generación de la crisis" como nos bautizará algún sociólogo espabilado) que sabíamos, o creíamos saber lo que nos tocaría. Presupusimos que todo iba a ir a mejor. Y por qué? quién garantiza eso? desde luego no la Historia de la que parece no aprendemos…

Simplemente porque llevaba 40 años ocurriendo. Cada generación prosperó con respecto a la anterior. Padres que trabajaban para mandar a sus hijos a la Universidad…Ay! la Universidad, sinónimo de éxito. Porque lo de que "los libros os harán libres" no es ninguna tontería! pero ahora resulta tenemos a demasiada gente libre. Ojo! MENOS MAL! Estoy encantada de venir de un lugar donde la gran mayoría de la gente tiene acceso a "la" educación. La de todos.

Pero somos una generación que, al contrario que la anterior, no sabe dónde va a acabar. Crecimos con todo a nuestro alcance pero ahora se nos niega el futuro que nos correspondía. Y por qué? Porque crecimos en una mentira. A los siguientes no les pasará porque estarán todavía más preparados, porque el conocimiento no puede pararse con nada, ni si quiera con una crisis mundial. Para entonces el sistema habrá cambiado. El cambio de esquema es lo que rompe todo. A todos. Porque adaptarse es muy complicado. Es lo más difícil. Hace tiempo que vengo confirmando que es la mayor virtud en el ser humano. El que sepa adaptarse saldrá exitoso de esto. El que siga llorando no. Y ojo! esto lo digo sin trabajo y ninguna perspectiva de futuro. Sólo con la ilusión de saber que en algún momento se me dará la oportunidad de demostrar lo que valgo. Porque lo valgo. Porque lo valemos. Todos tenemos algo que nos hace valiosos. Sólo hay que encontrar qué es y explotarlo. Hay que ser listos. Hay que conocerse. Muerte al autoengaño. No sé qué va a ser de mí. No sé qué va a ser de nadie! confío en la gente y en sus habilidades, nada más. Lo cierto es que la Suerte es un factor que influye, no vamos a engañarnos. Pero la suerte se busca. "Conozco a mucha gente lista que ha fracasado. No conozco a nadie trabajador al que le vaya mal" me dijo un día Manu. Es así.

Vivo en un país donde el problema es que somos muchos y muy preparados y cada uno quiere su trozo. Pero antes lo que se repartía era una tarta y ahora es un bollo de pan reseso. Ni eso quieren darnos? Venga hombre! Que me devuelvan el dinero! No hay? Pues entonces que me devuelvan la ilusión y las ganas!!

Hay que lanzarse. No hay coste de oportunidad. No vas a perderte nada. No vas a desperdiciar el trabajo de tu vida por atreverte a perseguir un sueño, más bien al contrario, puede que sólo así llegue. Vivan los emprendedores. Qué bonita palabra! "emprendedor" Emprendamos y prendémonos. Ilusionémonos con algo que sea sólo nuestro y no heredado. 

Ya...lo que tú quieras…pero ahí está ese gran interrogante…Y ahora qué? Pues ahora mismo toca esa frase tan manida y cierta en momentos de cambio: Renovarse o morir. Intégrate o desintégrate.

En fin…lo cierto es que por mucho que intente pensar en positivo y hacia delante, a pesar de mi tendencia a todo lo contrario, la gente está apagada. Porque parece ser que el mundo era Times Square con sus anuncios gigantes y brillantes y ahora descubrimos que tenemos que pagar la factura de la luz.

Y entonces decimos esa frase tan de padres..."Que no somos de Fenosa!!"