MI TÍA ELSA

Mi tía Elsa es la cuñada de mi abuela Pita. Pero yo de pequeña creía que era su hermana. Enviudó pronto y a mí se me negó poder conocer a mi tío Tino del que tantas historias he escuchado a mi padre. También se fue pronto mi abuelo Manolo con el que Tino hacía buenas migas. Se ve que alguien con un humor patético nos quiso gastar una broma pesada y nos privaron muy pronto del humor que ambos derrochaban. 

A cambio crecí en una casa dominada por mujeres de bandera. Cada una en su estilo. Las chicas de Oro las llamábamos. Mi abuela, imponente, con tanta presencia y estilo…y esa carcajada que no se me olvida por mucho que hayan pasado ya 4 años desde aquel 21 de febrero. Mi tía Yoya, hermana menor de la primera. Guapa y discutidora. Recuerdo sus preguntas de examen y aquella chaqueta amarilla que cada verano recuperaba. Su cumpleaños siempre se celebraba la noche de los fuegos y, aunque alguno de sus sobrinos le daba disgustos con opiniones políticas más cercanas al carmín de sus labios de lo que ella podía entender, siempre se unió a las celebraciones familiares como si de una segunda abuela se tratase. Y por último Elsa. La joven, la reposada, la del acento canario y el pensamiento moderno. Para mí, mi tía abuela hippy. Siempre con una sonrisa en la cara, siempre dispuesta a todo y siempre encantada de venir cada verano desde su isla a Baiona para ver a su familia política crecer. Con los años, cuando descubrí que no era una hermana sino una cuñada, valoré aún más este gesto. Supongo que en el fondo lo pasaba bien y por eso repetía. O a lo mejor era el pulpo y los calamares en el club de yates, vaya usted a saber.

Cada año nos decía lo mucho que habíamos crecido y lo guapísimos que estábamos. La tía Elsa me preguntaba qué tal el curso y qué tal la vida en general. Yo me sentaba a su lado y hablaba. Hablaba mucho. Más bien, no callaba. Pero ella reía con mis historias y yo sentía una conexión especial con esa tía mía de gafas ovaladas, melena rubia y acento exótico.

Supongo que lo que hacía volver cada verano a Elsa a Baiona era el amor por una familia grande y ruidosa que la recibía entre achuchones, comilonas y partidas de Rammy. 

Mis padres siempre hablaron maravillas de Elsa. Tanto que es la única persona del mundo por la que el señor de gafas oscuras es capaz de coger gustosamente un avión e irse a Canarias a devolver a su tía un poco del amor que ella nos demostró durante tantos años. Es una verdadera lástima que Canarias esté tan lejos. Porque aunque no son familia directa, los Méndez canarios, son de esa clase de familia entrañable con la que te sientes como en casa desde el momento en que te dicen un “Hola Queriiiiido!!”

Aunque si lo pienso bien creo que la verdadera razón de que mi tía Elsa volviese a la Barbeira cada agosto, era para rellenar ese frasquito de cristal que cada año me decía que ponía en su baño. Un frasquito que se llevaba lleno de caracoles amarillos, de esos que ya casi no quedan. Cada verano, desde que tengo uso de razón, mi tía Elsa me decía “Carmensita, vamos a coger caracoles amarillos”. Yo, encantada, le daba la mano y nos pasábamos horas buscando en la arena. Recuerdo perfectamente estar cual ballenato varado en la orilla dejándome llevar por las olas casi inexistentes de nuestra playa y cómo con cada embiste las conchitas se revolvían. En cuanto aparecía un destello de algo amarillo, iba directa a por él, me levantaba triunfante y corría playa arriba gritando “Tía Eeeeeelsaaaaa encontré un caracol amarilloooo!!!” y de cada vez, de cada vez! ella exclamaba “Ay! pero qué alegría Carmensita!!!” Y realmente te creías que se alegraba porque mi tía Elsa es de esas personas que contagian paz y felicidad.

Me encanta esta foto. Porque veo a una tía y a un sobrino felices. Pero sobre todo porque veo que a sus 90 años, mi tía Elsa sigue tan genuina y estupenda como siempre.

PD: He cambiado la braguita por el bikini...pero sigo buscando caracoles amarillos en la orilla.

 

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CUMPLO 30

Cumplo 30. Y lo hago más tranquila, más segura de mis capacidades y consciente de mis límites que nunca. Con menos complejos o, tal vez, aceptándome mejor. Porque por mucho que el marketing me enseñe de lo que es capaz un buen packaging, el producto sigue siendo lo que de verdad importa.

Cumplo 30 más disfrutona de los huecos que me deja la rutina. Más agradecida a una sonrisa y con las mismas ganas de seguir diciendo "por favor", "gracias" y "perdón".

Cumplo 30 con ilusión por pintar, por viajar y por ver. Por conocer, por conquistar grandes hazañas pero sin dejar de valorar esas pequeñas cosas que hacen que la vida valga la pena.

Cumplo 30 más sabia...pero también más vieja, mas gorda y más cansada. Y con menos ganas de arreglar aquello que los años me han demostrado que no quiere cambiar.

Cumplo 30 desencantada con cómo se premian algunas actitudes patéticas. Sin comprender por qué la vida es a veces tan sumamente injusta y dura. Cayéndoseme el alma a los pies cuando abro el periódico y veo a niños que no conocen tiempos de paz pero también emocionándome hasta la lágrima al ver a unos chavales consolar al equipo rival que perdió, cuando la ciencia consigue avances que hacen la vida mejor a las personas, al ver a mis amigas desfilar hacia el altar o cuando doy la bienvenida al mundo a un nuevo miembro de mi familia.

Cumplo 30 viviendo al máximo lo bueno e intentando que lo malo no me penetre tanto.

Cumplo 30 consciente de que a veces parece que tengo 15. Que hay días que no me soporto, que no me encuentro, que no entiendo nada y que tengo ganas de mandarlo todo al carallo. Los cumplo consciente de que esto seguirá siendo así. Pero también cumplo 30 sabiendo que hay que relativizar. Todo el rato. Sin parar. Porque sólo así se puede sobrevivir en un mundo en el que las cifras mandan más que las personas.

Cumplo 30 en una sociedad decrépita donde los que mandan no quieren, o más bien no saben gobernar. Donde se lanzan bombas desde despachos y mueren niños en el mar.

Cumplo 30 más feminista que nunca. Y digo bien, feminista. Que no es lo contrario de machista. Porque una sociedad donde por los mismos actos se sigue juzgando de manera diferente a mujeres y a hombres, no es una sociedad igualitaria. Y por lo tanto seguiré opinando, levantando la voz y luchando por que lo sea. Porque llegue el día en el que no sólo eduquemos a las niñas en el “ten cuidado” sino también a los niños en el “ten respeto”. Seguiré trabajando por una sociedad que sea capaz de perdonar y aprender de sus errores. 

Y sin embargo, a pesar de todo esto, cumplo 30 convencida de que muchas pequeñas buenas acciones pueden cambiar el curso de las cosas. Creyendo más en mí y confiando más en la gente. Segura que de que vale más el nosotros que el yo.

Cumplo 30 repitiéndome la frase que me dijo siempre mi padre y que a él a su vez le decía mi abuela Pita y es que "La vida es la mayor aventura que le puede suceder a un ser humano"

Cumplo 30 consciente de que algún día estas palabras me provocarán risa e incluso vergüenza. Pero qué narices! sólo se cumplen 30 años una vez en la vida. Y los cumplo segura de que me quiero seguir yendo a la cama con la conciencia tranquila aunque ello suponga que nunca voy a ser millonaria.

Cumplo 30 bien rodeada. Qué digo bien…MUY bien rodeada. Con mucha gente física y muchísima otra gente virtual que me hacen el día a día mucho más divertido. Orgullosa de mis amistades, de las decisiones que toman y de cómo vamos mutando a versiones 3.0 de nosotros mismos. Feliz y agradecidísima por la familia que me ha tocado y encantada de poder seguir sorprendiéndome con personas que me cruzo por el camino. Porque si no, menudo coñazo sería esto.

Cumplo 30 siendo menos categórica en mis opiniones pero discutiendo igual. Y es que hay cosas que no cambian por muchos años que se cumplan. Me sigue encantando una buena discusión, un plan de cine, el "domingo horizontal" y el atún en lata. Ahora soy más de cañas de día que de copas de noche. Pero también más yo que nunca. Aunque a los 30 la maternidad empiece a rodearte y los años te digan que ya eres una mujer hecha y derecha, sigo cantando en alto, diciendo tacos y no soportando los tacones.

Cumplo 30 y me seguiré quejando. Porque no todo es bonito, ni todos los días me apetece levantarme de la cama (es más, no me apetece casi ninguno...) Pero este es el tiempo que me ha tocado vivir y muy tonta sería si me dedicase a desperdiciarlo en lugar de hacer todo lo que está en mi mano por seguir siendo feliz.

Cumplo 30 siendo consciente de que la vida es una carambola aunque suene a tópico, y que hoy estás aquí y mañana a lo mejor no...así que más vale aprovechar el camino.

Cumplo 30 y si me llegan a decir hace un año que iba a estar así me hubiese carcajeado.

Cumplo 30 feliz, coño. Así de simple. Y como sé que no siempre lo voy a estar, lo escribo para recordarme a lo que tengo que aspirar.

30 años! Dice el jefe que no es nada. Que no he escrito ni el primer capítulo... Yo sólo pienso que si los primeros 30 han sido así…me muero por ver cómo serán los siguientes.

Cumplo 30 y lo hago abrumada con tantas felicitaciones...muchos "disfruta del día" y hasta una copa de cava cortesía de Iberia. Yo, como Lina Morgan, agradecida y emocionada, me vengo arriba y me quedo con lo que me dijo hoy mi tía Guada: "Carmencita estás en lo mejor de la vida"

Pues sí. Y espero poder repetírmelo cada año.

Felices 30 Carmen...y que cumplas muchos más!

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EL DÍA QUE NACISTE (III)

Todo empezó, como todo en esta época que te ha tocado vivir, con un mensaje de WhatsApp:
“Mañana a las 8 de la mañana ingresan a Almudena”

Y así, después del Brexit y de un segundo intento por tener gobierno en España, después de que la Selección cayese en cuartos contra Italia y nos volviese un poco el complejo, después de 40 semanas, por fin, el niño sin nombre, el hermano de Roque, el Número 2, iba a llegar al mundo.

Y digo “Niño sin nombre” porque cuando escribí estas líneas aún no sabía cómo te llamarías.
Pero ya sabía que te querría. 

Eres el Número 2 de los González-Penela y el número 3 de mis sobrinos. El pequeño por poco tiempo. Al que yo llamé Florencio durante varios meses en honor a tu bisabuelo pero no coló.

Tu padre nos anunció la rotura de aguas con un jeroglífico de una mano diciendo adiós y un bolso. Según él “chao bolsa” Esto, lo único que demuestra, a parte de que tu padre es bastante parvo, es que esta vez estaba mucho más tranquilo. Venía aprendido y aún tardarías unas horitas…

Tuve la suerte de estar presente en los nacimientos de tu prima Martina y tu hermano Roque…y sin embargo no pude estar en el tuyo. En lugar de estar en Coruña, con mi hermano y mi familia, estaba en una reunión de trabajo en Madrid. Una de esas en las que se hablaba de proyectos. De dudas, de pasos por dar, de ilusiones y de temas que parecían muy importantes hasta que llegó ese mensaje: “Ya nació”

A mi alrededor la gente seguía hablando y opinando. Pero para mí lo único que importaba era que ya estabas aquí. Habías aparecido a 600 km y automáticamente, sin haberte visto, pasaste a formar parte de ese grupo de personas por los que luchar, reír y disfrutar. Y te convertiste en un coruñés más en mi vida. Todas las dudas y todos los problemas pasan a ser relativos. Qué alegría, coñe! Qué chute de adrenalina! Me preguntaban si era mi primer sobrino, por lo emocionaba que estaba...pero no. Eres el 3º y sigo flipando igual.

Fuiste Cosme. Cosmiño. Cosmic. Que junto a tu hermano Rocket, hacéis un dúo bastante sideral.

De él qué te voy a contar. No sé si seréis de esos hermanos que no pueden vivir sin el otro o si, por el contrario, os pareceréis a tu padre y a tu tío que eran tan macarras como para citarse en el patio de casa para darse unas bofetadas (y yo llorando detrás de ellos). Tal vez atraveséis ambas etapas, quién sabe. Lo que sí te puedo asegurar es que llegar al mundo con un hermano mayor es una ventaja. Te lo digo por experiencia. 

El día que naciste me fui a dormir pensando lo bien que sienta ser uno más. Contigo hacemos 10. Al día siguiente no pararon de llegar fotos de ti (bueno, más bien yo las exigía) y sacarte parecido con el que te lleva 20 meses fue inevitable. 

“Cosme es guay” me dijo tu tío Santi. Al ver un vídeo de Roque saludándote con la manita y diciendo que te iba a cuidar (esta prueba podrás presentarla en cualquier juicio) se me derritió un poco el corazón y no por el calor que hacía en Madrid precisamente. Como Alex Ubago, yo me moría por conocerte pero tuve que esperar exactamente 91 horas para hacerlo, retrasos de Iberia mediante.

Aunque no sé si surtirá efecto, como ya hiciera con tu hermano te susurré “Hala celta" al oído para que te quede claro de qué equipo hay que ser aunque estés en tierra hostil...

Y por fin pude cogerte. Eras como una anguililla. Tenías un pelazo y eras buenísimo. Ni un “ay!”. Te dejabas querer y reposaste tu cuerpo de renacuajo en mi colo. Te juro que no se me va a olvidar jamás ese momento de máxima felicidad. Eras una cosa como de otro planeta. Nada que ver con este tan ruidoso e ingrato. Eras la paz. 

Y ahí estábamos otra vez. Tu tío Santi, tu padre y yo. O, si lo prefieres, mis hermanos y tú tía la pequeña. Otra foto oficial con nuevo miembro. Otra vez conseguiste despertar esa ternura infinita que solo produce un recién llegado. Y otra vez me hiciste reflexionar sobre todo lo que te espera, chaval. 

Inevitablemente no puedo dejar de darte algún consejo sobre este mundo traidor en el que llevo casi 30 años. Lo primero que debes saber es que está loco. Lo estaba antes de que llegases y lo seguirá estando cuando te vayas. Ya te enseñaré a Mafalda que esto lo explica bastante bien. Pero tú, lo que tienes que hacer es tratar de aprovechar tu estancia al máximo. Esta vida es sólo tuya, Cosme. Eres el protagonista. Y tu único deber es vivirla como te de la gana. Porque sólo tienes una. 

Espero que te vaya todo bien. Que la vida no te lo ponga muy difícil (porque un poco siempre es necesario), que las amistades te la hagan más divertida y los profesionales con los que trabajes más llevadera la carga que es ganársela. Espero y deseo, por la salud de mi hermano, que no te metas en demasiados líos. Al menos ninguno muy gordo. Que saques malas notas o incluso que tu padre te pille volviendo a casa borracho, entra dentro de eso que es crecer…y a ti aún te queda mucho que sólo mides 49 centímetros. 

Pero una cosa quiero que tengas clara, Cosmiño, hagas lo que hagas, tanto si te va todo bien, como si no es así, tienes la suerte de tener a mucha gente a la que le importas. Mucha gente que va a dar la cara por ti, en la que podrás confiar siempre, que te va a ayudar en las malas y a la que se le va a caer la baba en las buenas. Empezando por tu tía la que escribe.

La misma que cogió un avión de vuelta a Madrid con esa montaña imaginaria de cosas reales por hacer rondándole la cabeza. Y aunque era lunes y volvía al horno que era la capital, el simple hecho de recordarte entre sus brazos la animó a seguir.

Gracias Cosme!
Ahora que ya te conozco, me muero de ganas por saber en quién vas a convertirte.

A veces mi hermano Santi tiene razón…yo también creo que eres un tío muy guay.

babas, babas, babas...

babas, babas, babas...

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ALGUNAS PEQUEÑAS COSAS QUE HACEN QUE LA VIDA VALGA LA PENA (VOL XXX)

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Las risas que nos salen con las frases para ligar que han tenido éxito…y las carcajadas con las que no!

Descubrir cosas del día a día que hacías mal como que el cartón de leche hay que servirlo con el tapón hacia arriba para que no salpique

Caer en la cuenta de que no vas a volver a tener 20 años y alegrarte por ello

Las impresoras 3D que fabrican prótesis de manos y brazos ortopédicos

Una entrevista interesante a un personaje que no te lo parecía tanto y te sorprende 

Cuando por fin se te destaponan los oídos

Cuando tu amiga pregunta “Qué le contesto a esto?” y empiezan las opiniones de todo tipo, desde los "Nada" o “Mándalo a la mierda!” hasta los “Dile que quedáis mañana!” 

Alargar los domingos por la mañana entre las sábanas

Que la gente me mande fotos cuando ve mi moto en la calle

Niñas pequeñas jugando al voleibol en la calle utilizando a un niño aún más pequeño como red. Y lo atento que está el pobre...

Que mis amigas sigan anunciando bodas y empiecen a anunciar embarazos

Que Blanca se pida estar embarazada para que le hagamos caso en las peticiones para cenar

Mi prima Chiqui explicando lo importante que es la parte humana en su profesión de oncóloga 

Cuando en un concierto te vibra todo por dentro con los bajos

La frase "fuimos de barra en barra y de birra en birra" que define tan bien los mano a manos nocturnos en los que sólo se habla. Mucho

Quedar con alguien y que te haga reír hasta que te duela la barriga

Las discusiones incriminatorias por ver quién se comió la última palmerita

Quitarte la ropa rápido dejándola por donde cuadre para meterte en la ducha caliente cuando has llegado a casa hecho una sopa por culpa de esas lluvias primaverales

Encontrar a tus amigos cuando llevabas un tiempo perdido en un festival

Los chistes malos que me mandan por whatsapp y con los que me río en alto 

Los campos amarillísimos de colza en la A6

Ver al señor de gafas oscuras por el suelo jugando con sus nietos y pensar "pero este era el señor que me imponía tanto cuando se enfadaba?"

Las fotos desde el aire a vista de pájaro

Que la señora que calceta me reciba y me despida con huevos fritos con arroz y salsa de tomate natural

Que Martina vea el retrato que me pintó la tía Toya cuando tenía 3 años y diga que es ella

Una terraza de Madrid y una comida con amigas que deriva cena en la que cantamos a grito pelado todas las canciones de adolescentes que aún nos sabemos de memoria

Analizar, cantar y flipar mucho con este vídeo 

Volver a jugar al 21 con Juanqui, Lucho, Diegas, Boryi y Manute como cuando éramos pequeños sólo que esta vez había cervezas por la cancha. Que se rían de lo mala que soy, se sigan picando entre ellos y consigan dejar a 0 al siguiente con los consecuentes "ooohhhhh!!! Booooom" 

Y recordar todas las veces que nos caímos, nos pegamos o la liamos en Castrelos o en las meriendas de los jueves en casa de la abuela Nené

En un semáforo ver a un grupo de niñas de unos 13 años cruzando con sus faldas remangadas, sus melenas largas y sus mochilas de marcas de surf que podíais ser perfectamente tus amigas y tú a la salida del colegio hace 15 años. Ver cómo se empiezan a dar codazos y a mirar hacia atrás con risas nerviosas. Darte cuenta que unos pasos más atrás caminan con actitud chulesca dos chicos de un par de años más que ellas con su pelo de lado que te recuerdan a aquellos por los que suspirabas y de los que hoy en día piensas “Madre mía filliño…con lo que tú eras!”. Reírte en alto y que en de la bicicleta de al lado te mire…pero es que inevitablemente, la historia siempre se repite

El subidón de Miña terra gallega de Siniestro Total  que ahora también me provoca Cantiga de Juan C de Triángulo de Amor Bizarro porque “Eu só euro voltar…á miña terra gallega eu quiero volar”

Que si buscas Morriña en Google imágenes salga un dibujo de unapiranha 

VIVIR DOS VECES

Estar lejos de casa es un dolor. Por eso intentas venir para no olvidarte de las cosas buenas que tienes a 600 km de distancia. Así que vuelves a Vigo que se vistió de azul con un Sol que decidió acompañarte hasta la playa. Esa que soñabas cada día alcanzar como dice la canción. Y como te dejaste el móvil en casa, la desconexión es total y literal. Intentas dormir y encajar el puzzle que es la noche anterior. Desistes. Atiendes a la conversación de "candrejoz y caztillos" que tienen al lado. Y te preguntas si tú de pequeña eras tan peliculera como la niña del traje de baño rosa o tan pringui como la del amarillo. Bendices tu mala memoria porque te hizo olvidar todo lo malos que pueden llegar a ser los niños. Tocas la arena, mojas los pies (más no se pudo), das un paseo por la orilla y te vuelves en moto por esa carretera con el mar acompañándote a la izquierda y las Cíes al fondo. Un viaje que es una de esas pequeñas cosas que hacen que la vida valga la pena.

Te tumbas en la cama de padres donde te dejan estar cuando no se convierte en parque de atracciones para Martina y Roque y entre visita y visita del señor de gafas oscuras para decirte que "Vives como Dios", o de la señora que calceta para ofrecerte cosas ricas de comer y decirte que "No te voy a vivir toda la vida", ves esa foto tan mítica de la comunión de Manu. Debió ser una de las primeras de los cinco juntos.

En cada familia hay alguien que se encarga de retratarla a lo largo de los años. Yo no recuerdo a mi tío Ángel sin un un objetivo delante de las gafas. Siempre listo para captar momentos que luego plagarían paredes y estanterías en casa de la abuela. Supongo que de él aprendí a estar atenta para que no se te escape ese beso de un hijo a un padre o esa conversación tan animada entre primos.

Ahora que tenemos tantísimas fotos en el móvil puedo revivir esos momentos cuando estoy lejos, así que soy la encargada de decirles que se queden quietos, que voy a congelar el tiempo.

Y es que eso es exactamente lo que me gustaría hacer. Quedarnos en esas comidas de sábado en las que hay que hacer turnos para vigilar a las dos ratas que a finales de año serán cuatro.

Mi familia crece y yo trato de documentarlo. Para que dentro de unos años alguien vea cómo éramos ahora. Cuando dejamos de ser cinco porque los niños empezaron a multiplicarse, los abuelos empezaron a chochear y cuando nos hicimos tan mayores que hasta la pequeña pudo invitarles a comer.

Para que a ese alguien le salga la misma sonrisa que a mí al ver esta foto de cuando el señor de gafas oscuras no lucía ni una cana y ninguno teníamos la menor idea de cómo serían los siguientes 30 años.

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Habrá que seguir haciendo fotos, pues. Para vivir lo bueno dos veces.

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ALGUNAS PEQUEÑAS COSAS QUE HACEN QUE LA VIDA VALGA LA PENA (VOL XXIX)

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Cuando contesta a ese mensaje. Esa persona. Y ese alivio…

Que Mer intente demostrarme que esta nueva vida que le digo que tiene no mola nada con mensajes del tipo ”En la nueva vida llueve" Pero es abril, coñe!

Las tostadas con tomate y aceite

Volver a correr

Siestas con la manta oso pero con la parte de pelo hacia mí

Que hacerse mayor suponga dejar de engañarse en algunas ocasiones, como ese momento en que pasamos de las copas sueltas y pedimos directamente una botella

Los jueves de vino blanco y tarta de chocolate con galletas y las tipas del barrio

Que se me pegue la canción de Sandro Giacobbe Jardín prohibido y querer contestarle a todo le mundo en el trabajo con un “Lo siento mucho...la vida es así...no la he inventado yo..."

Descubrir la jeta que tenía este señor al leer la letra de la canción pero que sólo me haga gracia a mí

El olor a eucalipto

El semáforo de La Cibeles, donde nos ponemos muchas motos en primera fila y cuando se pone en verde salimos todas a la vez

Que pongan Los Beachboys por la noche

Los mejillones

Atletas que consiguen terminar maratones pese a que les amputaron las piernas, o los que lo hacen acompañados de sus hijos con parálisis...los que cruzan la meta pese a los calambres y los que lo hacen fresquísimos y sonriendo. Todos esos momentos de superación que me hacen decir "Olé tú!"

Que alguien se haga un tatuaje de algo que tú has dibujado

Escuchar a una niña con chupete diciéndole a su madre “Te lo prometo que no voy a querer chuches"

Mensajes de domingo por la noche de cuarto a cuarto para darse ánimos para la semana

Los ojos que se relajan cuando después de un tiempo entrecerrados por culpa del Sol, entras en un túnel 

El personaje de Atticus Finch

Que sus hijos le llamen por su nombre de pila, como mis primos a mi tío Moncho

La frase “y es que me salen rosas de la boca…cuando me preguntan por ti…”

Los recopilatorios de gazapos de la radio

Cuando doblan a los jugadores y a los árbitros en los vídeos de fútbol

Ir en tenis a trabajar

Las señoras mayores arregladas y con el labio rojo

Que Martina enseñe hasta las muelas cuando se ríe

Ir a comer con padres a un restaurante de esos a los que sólo vas si vas con padres

Un 30 cumpleaños en el que hay Champán. Y pensar que hace una década lo celebrábamos con calimotxo

Franco Battiato que busca “un centro de gravedad permanente que no varíe lo que ahora pienso de las cosas de la gente”

La carta que no llegó de Eduardo Galeano “Ahora yo no sé si vas a poder leer esta carta, pero igual siento como una necesidad de decirte que yo contigo he sido más feliz de lo que los libros dicen que se puede. Perdóname si tantas veces me anduve quejando por bobadas.Un día me dijiste que yo tenía cara de mujer a la que siempre se vuelve y yo te espero ahora o cuando sea y donde sea y como sea. Quiero que sepas."

Esta foto

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ALGUNAS PEQUEÑAS COSAS QUE HACEN QUE LA VIDA VALGA LA PENA (VOL XXVIII)

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Acabar una presentación de Power Point (con lo que odio el Power Point)

Quedar con un amigo y contarle tus penas. Que te de la razón y se ría para a continuación decirte “Pero no tengo ninguna duda de que te va a ir bien"

Que la niña que iba a mi lado en el avión le diga a su madre mientras recoge la maleta "mira mamá esa es la chica con la que viajé" y luego se despida con una sonrisa enorme. Creo que simplemente le sonreí y le pregunté si hacía pulseras con gomas...pero hice una amiga. 

El parmesano

Que unas cañas de domingo acaben con anécdotas interesantísimas de alguien que ha vivido en Pyongyang y en Irak

Querer que una bola de cristal te diga cómo estarás en el futuro. Para luego rectificar y pensar que mejor no, mejor vamos a dejar que sea sorpresa

Que te escriban para decirte que se han acordado de ti al ver esta charla de TED sobre la procrastinación. 

La primera vez que notas que los guantes de la moto empiezan a sobrar

Todas las veces que Martina dice algo indescifrable y los adultos alrededor lo repetimos como idiotas 

Que me queje de lo tarde que está empezando algo en la televisión diciendo “Qué país” y en el salón un señor indignado conteste “Bienvenida a España, el país de Podemos y de Tinder”

Que te llamen simplemente para preguntarte qué tal estás

Cuando alguien te dice “Te entiendo tan bien" y sabes que es cierto

El wrap de atún 

Un mensaje animante del señor de gafas oscuras que me llega mientras contesto mails en el trabajo

El himno gallego en Balaídos previo a un Celta Depor 

Las tostadas con tomate y aceite

Cuando te sale una carcajada por una tontería. Y lo dices “Ay! Qué tontería!" Pero te sigues riendo como una idiota

Todas las veces que mi madre intenta convencerme que la capa del chino, morada y hortera con la que me cubro en la moto cuando llueve es lo más, diciendo "Ande yo caliente ríase la gente" (pero de verdad que la pinta es terrible)

Acordarse de esto todo el camino de vuelta a casa mientras cae el Diluvio universal y que justo en el último semáforo se me ponga una moto al lado y el chico me diga “Qué chulada de capa! Dónde la compraste?"

Pensar en la cara de la señora que calceta cuando lea esto

Un vaso de leche con crispis de la gallina. Y repetir. Y que se acabe el líquido. Y rellenar. Y seguir.

El Sol que se cuela por mi ventana los viernes a las 4 y rebota en mi cama y en mi cara

Que los jugadores del Celta salgan del vestuario en chanclas a cantar con la afición que se desplazó a verlos

Guidetti mandándolos callar para empezar él a cantar el himno del equipo

Y que de repente por la noche suene Satisfaction de Otis Redding

La risa amarga que me dio al escuchar la queja “Es que si aún me diese por no comer con el mal de amores...pero ni eso!"

Que mi abuelo Manolo regalase una muñeca igual a todas mis primas mayores y que alguna de ellas la conserve para dejársela a sus propias hijas

Un chico que baila con gracia y te sigue la coreografía improvisada por la noche

Las risas que provoca hablar con helio

Conversaciones con hermanos en las que, al terminar, tienes mucho menos miedo y muchas más ganas 

Y otras como esta 

Martina y Roque jugando con mi antiguo carrito Arrue

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ALGUNAS PEQUEÑAS COSAS QUE HACEN QUE LA VIDA VALGA LA PENA (VOL XXVII)

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Encontrarse de nuevo recorriendo las calles de Malasaña como 10 años atrás con los mismos de 10 años atrás. Y las mismas cervezas a un euro y los mismo locales…y casi, casi las mismas dudas 

Y que los “No…yo me voy pronto” se transformen en brindis “Por los que no iban a salir”

Ese momento en el que ya no hace falta poner “jaja” a la otra persona porque ya os conocéis

Que Martina me traiga un calcetín, y me diga “Poma” le de las gracias y me conteste con la boca llena de chocolate mirándome hacia arriba "be naba" 

El primer día que puedes sentarte en una terraza a hacer la fotosíntesis

La gente que me avisa de que llevo la mochila abierta 

Mi amiga explicándome lo buenísima idea que le pareció escribirle a un tío cuando ya estaba de vuelta en casa, en la cocina y aún sabiendo que él no había salido, la frase “Hola desde un after”

Y el ataque de risa que nos dio

Que el médico te diga que progresas adecuadamente

Preparar una presentación, prever que en un momento dado puede haber alguna risa y que efectivamente se cumpla

La cita: “Como si se pudiera elegir en el amor, como si no fuera un rayo que te parte los huesos y te deja estaqueado en la mitad del patio.” unida a la expresión “Pues que te parta un rayo!” Y pensar que lo que en realidad lo que le estás deseando a esa persona es un amor del que duele. De esa clase de amor que sabes que hay que vivir…aunque también sabes que no va a durar

Dar con la rima perfecta

Los “Hola Señor, ¿cómo le va?” que me dedican las del sofá rojo cuando entro por la puerta de casa

La versión del pan tumaca de Kabuki

Y el orgullo de ver a mi primo Juan de Top chef

Un mano a mano de jueves regado con vino que empieza en la superficie y acaba en las profundidades

Un beso en el cuello

Las carcajadas que pueden provocar las aplicaciones en las que te ponen los ojos de otro o la cara de un mono

Desnudar a alguien. Tanto literal como metafóricamente

Lo que anima el estribillo “Tú sólo quieres quererme y en Primavera…” aunque en realidad esté diciendo “Vaya jeta la tuya!”

Ese momento en el que descubres que vuelves a estar al mando de una conversación. Y te relajas. Y sonríes. Y sigues hablando pero ya en otro tono. Uno que dice “te tengo”

La melancolía que da el volver a un lugar en el que ocurrió algo importante para ti. Y aunque sea un instante, vuelves a ese momento y se te mueve algo dentro

Que alguien diga “¿Comida familiar el jueves?” y a los 15 minutos la lista sea de 30

Escribirlo. Olvidarlo. Volver a leerlo. Reír. O llorar. Ver que aún tiene sentido. O que lo ha perdido por completo. Pero sea como fuere, te alegras de haberlo escrito

Mis hermanos y yo confesando que nos cagamos con las pelis de miedo (y las caras de sus mujeres)

Un dibujo tuyo lo compartido 589 veces y con casi 60.000 visualizaciones…porque viguistas somos muchos

La emoción instantánea que me subió por la garganta al ver a mi amiga Marta recibiéndome en el pasillo del hospital con Baltsar en brazos

La empanada de xoubas de El rey pescador

Que tus amigos vengan a salir por Vigo y digan que ahora entienden por qué te gusta tanto

Los encuentros nocturnos con los primos García. Y la alegría. Y la fotografía obligada para el chat del batiburrillo. Y las risas. Y las reacciones siempre acompañadas por un “Golfos” o un “Qué bien se os ve!”

La primera vez que sales del trabajo después del cambio de hora. Y toda esa luz!

Los desayunos continentales que me prepara la señora que calceta. Y los huevos poché. Y la salsa de tomate. Y las ensaladas ilustradas. Y el cocido…Ay! ese cocido...

Que el señor de gafas oscuras vaya al cuarto donde están durmiendo Roque y Martina, se los encuentre de pie en la cuna y les diga “A dormir!" y se tiren cuerpo a tierra entre carcajadas. Aunque lo mejor no es eso…lo mejor es ver al abuelo contándonoslo

Que en unos meses esas dos ratas vayan convertirse en en hermanos mayores

Que te incluyan en un proyecto llamado El bello Verano. Porque tienes ganas de fiesta, de que acabe el invierno y de volver a nadar en el mar...de soñar el verano en el que fuimos novios y poderle cambiar el final...

Que la cama de mis padres se haya convertido en un parque de atracciones. Y que la señora que calceta sea casi peor que ellos...

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FINALES (II)

Primera edición aquí

"El anciano siguió cantándola cada Navidad hasta su muerte. Nadie supo nunca de dónde había sacado aquella canción el pequeño Robert Wilson pero yo vi como nada más llegar al cielo, se dirigió a él como “Señor Dios”"

"- No parece que nada vaya a cambiar. 
- Tiene gracia, yo creo que todo está por empezar."

"- Este es el momento de la historia en que coges y me plantas un beso de película
- Pero si me lo dices ya no tiene gracia
- Bueno pues no lo hagas, imbécil
- ¿No ves? ¿Cómo quieres que empecemos algo si ya estamos peleando?
- Porque me da igual que seas imbécil. Porque algo dentro de mí hace que te quiera incluso aunque seas un imbécil
- No puedes decirme algo bonito sin insultarme?
- Porque eres el único con el que puedo ser completamente yo sin que se asuste
- A veces me asusto
- Bueno, pues sin que me lo haga notar
- Así que vas a estar conmigo el resto de tu vida porque no te tengo miedo
- Es un motivo poderoso
- Es un motivo a secas
- Vamos a estar juntos porque no nos vamos a aburrir
- Ese sí que es un motivo poderoso
- Aunque ello conlleve bastante de discutir
- Te voy a decir que te calles ya
- Vale
- Y te voy a dar ese beso
- De acuerdo
- Cállate
…"

"- ¿Otra vez tú? 
- Es curiosa la forma que tiene el karma de comportarse
- No me puedo creer que seas otra vez tú
- Y sin embargo aquí estoy. Otra vez. Para solucionar el lío que tú has creado
- Esta vez no fue culpa mía
- Me importa un carajo
- No vengas de héroe ahora. Estoy hasta los cojones de que te comportes como si los demás oliéramos a mierda y tú a rosas
- Y yo estoy hasta los cojones de tu actitud, de tu cara, de tus formas y de tus intenciones
- ¿Has venido aquí sólo para decirme esto o vas a hacer lo que te corresponde?
- (ríe) No me corresponde hacer nada. Ya no. Ni a mí ni a nadie.
- ¿Qué coño quiere decir eso?
- Que se acabó. Quedas relegado. Eres libre. Coge tu sarcasmo, tu chulería y tus traumas infantiles y lárgate muy, muy lejos. Ya no te necesitamos.
- ¿Cómo? ¿Qué coño es esto?
- Deberías estar feliz, es la última vez que nos vemos las caras.
- Yo…no. Es imposible, ¡tengo un contrato firmado!
- Ya no es efectivo. Se ve que en Huchima no os enseñan a leer la letra pequeña. No te sorprendas ¿acaso creías que nunca lo íbamos a descubrir? Por otra parte es normal todo esto…de allí no sale más que escoria
- ¡Cállate imbécil!
- No, gilipollas. El que se va a callar eres tú. Y para siempre.
- No…espera, ¡espera!
- ¿Sabes lo peor de todo? Hubo un tiempo en que te admiré, te respeté y creí en todo lo que hacías y decías. Pero resulta que no eres más que otra enorme decepción. Como lo fue tu padre. 
- ¿Qué sabes tú de mi padre?
- Sé que no tuvo los huevos de quedarse. Y que murió solo en Hakonbert. Comiendo Tugurs y malvendiendo Glots. Mas o menos como vas a a acabar tú, me temo. La historia siempre se repite. 
- No, espera…¡no puedes hacerme esto!
- Suerte, Teniente. La vas a necesitar."

"Apagó el ordenador. Se reclinó en la silla y rezó. Rezó porque fuese un error. Rezó porque sabía que no lo era. Rezó siendo ateo. Rezó porque se sentía solo. Y así, muerto de miedo, en aquella oficina que apestaba a tubería, murió."

"- Pero acaso hay algo fijo?
- No…es todo más bien borroso
- Bueno, en nuestro caso…discontinuoJaja. Eso. Fijos discontinuos es lo que somos.
- No sé qué va a pasar.
- Ya, ni yo…
- Ni te puedo prometer que vaya a ser siempre así.
- Lo sé.
- Pero ahora mismo no hay ningún otro lugar en el mundo en el que quiera estar
- Esa es una frase de película de después de comer
- Pero es verdad
- Es verdad ahora. Mañana dejará de serlo
- Mañana no existe, siempre es hoy
- Pero qué eres Paulo Coelho?
- Estás un poco amargada, no?
- Ja, estabas tardando…cuando te digo algo que no te gusta es que estoy amargada, o no te entiendo…
- Bueno, me voy a casa…cuando se te pase el síndrome premenstrual me avisas
- Tú eres gilipollas…
- Tienes un cigarro? 
- Lárgate de mi casa, anda..."

"Desde aquel momento nada volvió a parecerle muy importante o interesante. Pero su madre le había enseñado, continuó con su vida sin pretensiones. Llegando siempre a las 8 al trabajo, comiendo los tuppers que su mujer le preparaba, yendo a misa los domingos y jugando al ajedrez en el parque los miércoles. Nunca nadie tuvo la más mínima sospecha de que aquel tipo había salvado la vida de miles"

"- Pero señorita, usted no puede sola
- Ya…¿Podría ayudarme por favor?
- Vaya! eso es nuevo. Lo de pedir ayuda, digo.
- ¿Qué haces aquí?
- Bonita forma de recibirme mi amor.
- No soy tu amor y explícame qué haces en este avión
- Mejor explícame qué haces tú así de cargada yendo a Sidney
- Si te lo cuento no te lo crees
- Bueno…tienes 16 horas de viaje para convencerme
- Pero, en serio, ¿qué haces aquí?
- Me llamó tu madre
- ¿Cómo? ¿Mi madre? ¿Para qué?
- No se fía de ti
- ¿Por qué has venido Miguel?
- Porque no me fío de ti
- Estoy hecha un lío
- Ya lo sé 
- ¿Has venido a reírte?
- Sí. Bueno, en parte. También he venido a decirte que ese tío no es una buena idea
- Qué sabrás tú…
- Bueno soy tu ex. Algo sé…¿Cuál es tu plan exactamente? Recorrer medio mundo para decirle ¿qué? ¿Que le perdonas y que le quieres?
- Algo así…supongo…
- No es una buena idea
- ¿Entonces según tú debo aterrizar en Sidney y mandarlo a la mierda por capullo?
- Justo
- ¿Como hice contigo quieres decir?
- Algo parecido, sí. Pero después quiero que me escuches atentamente cuando te diga que siento mucho haber sido tan capullo. Siento haberme comportado así. Siento haberte hecho creer que no me importabas porque me importas. Sé que me porté mal. Pero si me dejas, estoy dispuesto a demostrarte que te quiero y que voy a hacer todo lo que está en mi mando por hacerte feliz. Y después quiero que me me digas que me perdonas y me quieres. A mí.
- Pero…Miguel…

- ¡¡¡No. No y no!!! Eso no pasa. Eres una peliculera.
- A ver, ¡te estoy diciendo lo que soñé!
- Miguel fue un capullo y punto. Olvídate. Y que sueñes que vas a buscar a un tío al otro lado del mundo que resulta que también es un capullo pues me preocupa bastante, Merche…¿Eres idiota o qué? 
- Jaja ¡ya! ¡pero imagínate!
-No me lo quiero ni imaginar…
- ¿Pedimos otra?
- Sí…será lo mejor…"

"Estaba a punto de descubrir que el contenido de aquella caja era una simple fotografía. En ella su padre saludaba a la cámara y su madre lo sostenía en brazos mientras el pequeño Juan sonreía con su único diente de leche. Una fotografía, nada más. Por ella fue capaz de cruzar un océano y recorrer un continente. Subir a las alturas y descender a los infiernos de la sociedad chilena. A lo mejor resulta que el viaje era la verdadera recompensa."

"No hubo una sonrisa de vuelta a ese comentario. No hizo falta. De repente volvían a ser los de quince años atrás."

ALGUNAS PEQUEÑAS COSAS QUE HACEN QUE LA VIDA VALGA LA PENA (VOL XXVI)

Anteriores ediciones aquí (hacia abajo)
 

Los primeros 5 minutos de la película Up. Cómo lo entienden los niños y cómo nos encoge el corazón a los mayores

Que mi madre me ayude a subir todas mis pinturas del trastero. Y volver a manchar

Que la frase que me dijo Willy “A los 20 se habla de bares, a los 30 de restaurantes y a los 60 de médicos” resulte tan cierta

En un abrazo, cuando las manos en la espalda se detienen un momento y aprietan fuerte antes de soltar

Los vídeos con textos e imágenes de Playground que en 30 segundos te dejan siempre pensando

Sentirme como una niña con mis tenis nuevos

Esa canción. Que suena en ese justo momento por la noche. Cuando ya no te apetece hablar. Ni pensar en nada

Cumplir cosas de la lista de antes de los 30

Cuando la persona que te atiende es muy amable

Ponerle el plástico en la silla a Martina porque llueve y que se oiga un amortiguado "Oh no..."

Salir a la calle por la mañana y que justo enciendan las luces. Como si lo hiciesen para ti

Un grupo de whatsapp en el que los viernes haya que mandar audios cantando motivadas. Porque es viernes y porque hay que cantar más, coñe!

Que Manu me obligue a cogerle por FaceTime aunque este en el trabajo sólo para enseñarme a Roque

Tres policías hablando y riendo por la calle. Una rubia, una morena y una pelirroja. Los ángeles de Charlie

Que Iru y Álvaro nos regalasen unas pulseras en su boda que hacen que cada vez que me veo la muñeca me acuerde de esa gran noche

Comentarle a un amigo que has vuelto a vivir en su ciudad y conteste que son “ese tipo de sorpresas que le alegran la vida a uno”

Que los niños jueguen más con los papeles y las bolsas que con el regalo

El "mi ca ca ca cabeza da vueltas persiguiéndote" de Nacha Pop y su chica de ayer

Y las primeras notas de safe and sound 

Que compartan uno de tus dibujos

Un grupo de whatsapp para quedar para ir al cine. Aunque luego desemboque en un grupo de whatsapp en el que vuelan los cuchillos

La escena de las bicicletas de ET

Y esa Banda Sonora, gracias John Williams!

En una carrera, cuando ves a lo lejos la meta y piensas “venga, ya está”

Que gane el Celta

O que pierda y aún así ver a la gente tan contenta 

La  última frase del diálogo de La gran Belleza:

-Dime una cosa, Stefà. ¿Alguna vez nos acostamos tú y yo?
-Claro que no.
-Es una injusticia. Tenemos que ponerle remedio.
-Tonto.
-Ah... Menos mal. Aún nos queda algo bonito por hacer.

Y esos planos tan grotescamente bonitos 

Cruzarme con un señor que va silbando por la calle "hace falta que te diga, que me muero por tener algo contigo..."

Todas y cada una de las estrofas de este poema:

No dejes que termine el día sin haber crecido un poco,
sin haber sido feliz, sin haber aumentado tus sueños.
No te dejes vencer por el desaliento.
No permitas que nadie te quite el derecho a expresarte,
que es casi un deber.

No abandones las ansias de hacer de tu vida algo extraordinario.
No dejes de creer que las palabras y las poesías
sí pueden cambiar el mundo.

Pase lo que pase nuestra esencia está intacta.
Somos seres llenos de pasión.
La vida es desierto y oasis.
Nos derriba, nos lastima,
nos enseña,
nos convierte en protagonistas
de nuestra propia historia.

Aunque el viento sople en contra,
la poderosa obra continúa:
Tu puedes aportar una estrofa.

No dejes nunca de soñar,
porque en sueños es libre el hombre.
No caigas en el peor de los errores:
el silencio.

La mayoría vive en un silencio espantoso.
No te resignes.
Huye.

“Emito mis alaridos por los techos de este mundo”,
dice el poeta.
Valora la belleza de las cosas simples.
Se puede hacer bella poesía sobre pequeñas cosas,
pero no podemos remar en contra de nosotros mismos.
Eso transforma la vida en un infierno.

Disfruta del pánico que te provoca
tener la vida por delante.
Vívela intensamente,
sin mediocridad.
Piensa que en ti está el futuro
y encara la tarea con orgullo y sin miedo.
Aprende de quienes puedan enseñarte.

Las experiencias de quienes nos precedieron
de nuestros “poetas muertos”,
te ayudan a caminar por la vida
La sociedad de hoy somos nosotros:
Los “poetas vivos”.
No permitas que la vida te pase a ti sin que la vivas…

Captar instantes como este...

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