Todo el mundo habla de él pero parece que no llega. Lo visten de luto o de un blanco cegador desteñido de lejía. El futuro es ese ente amorfo y extraño en el que se depositan interrogantes, miedos, incertidumbre y esperanzas. Porque no queda otro remedio que hacer eso...esperar por él.
Pero lo cierto es que no hacemos otra cosa que vivir el futuro de alguien. Alguien a quien dejamos atrás y que confiaba en nosotros. Yo, por ejemplo, estoy viviendo el de esa niñ(it)a de 3 años que llevaba lazos escoceses y pintaba a todas horas, el de esa niñ(at)a de 11 que decía que en el Fin de Año de 2000 iba a salir, el de esa adolescente que suspiraba por crecer y cuyo mundo parecía girar más lento que el del resto de la humanidad y el de esa joven que con su recién estrenada mayoría de edad se fue de casa para hoy, 7 años después, estar pensando en la vuelta...
Porque de pronto comprendí, como ya dijeran Almodovar y Macnamara en un tiempo hortera, colorista y plasticoso, que el futuro ya está aquí. Porque el futuro es el presente elevado a la enésima potencia. El futuro es el presente pero lleno de oportunidades. Entonces se filtra y tal vez sean menos, pero ahí están, rodeándonos, muchas oportunidades. Aquí. Ahora. Y decisiones. Y consecuencias. Estas últimas son el contrario a las oportunidades. Son las que recibimos del pasado. De haber o no haber hecho algo. Y las procesamos ahora.
Blanca me envía por uno de estos artefactos tan del futuro pero que hoy día tenemos al alcance de la mano, una foto directa desde el pasado. Ahí estamos 4 tipejas en un catálogo de colegio...de esos que tantísimo daba que hablar cuando todavía no salíamos en él y se lo robábamos a la hermana pequeña de uno "de los de Jesuítas" en el recreo para fichar a todos los niños que nos hacían tilín o tolón, y que después tantos quebraderos de cabeza nos dio cuando nos tocó salir retratadas en él...con la presión que ello suponía!! "qué vas a ponerte" y "hay que salir bien"...que lo va a ver todo el mundo y lo que es peor...es para siempre! Consecuencias...
Y era cierto porque aquí estoy sonriendo desde el futuro, viendo cómo éramos. Sin flequillo, con caras más redondas, expresiones que hace años dejamos de tener y el corazón con unos cuantos millones de latidos menos...aunque seguramente en el momento de la instantánea fuese a salírsenos del pecho. Y qué me creía yo entonces? Pues que el futuro iba a llegar e iba a decirme lo que tenía que hacer como hasta ahora había sucedido: 3º de Primaria...2º de ESO...Bachillerato...y así ocurrió...1º de Bellas Artes...3º de Derecho...Pero no. Lo cierto es que nadie ha tomado las decisiones por mí. Ni si quiera mi yo futuro sino mi yo de cada momento, a cada momento. Yo decidí cuando tocó lo que tocaría.
Así que nada de dejarle las cosas al que venga después, como me encanta hacer..."ya decidirá la Carmen del futuro" pienso a menudo...Pues bien, amiga...la paradoja es que la Carmen del futuro no es más que tú misma ahora. Ahora? sí, ya. Pero ya? Ahora mismo. En serio? Sí. De hecho esa que acabas de señalar, esa ya es Carmen pasada, como el agua. o es que no de acuerdas de José Ángel?"
Sí que me acuerdo. Lo recuerdo muy bien de hecho. Mi profesor de Lengua tratando de explicarnos que el presente no existe. José Ángel interpretó una coreografía de movimientos repetitivos en la tarima de aquel aula..."Porque esto que estoy haciendo ya es pasado, y esto ya es pasado y esto ya es pasado...entendéis?" decía mientras se desplazaba, no haciendo el moonwalker, pero con unos gestos que nos dejaron, a los 68 ojos que lo observábamos, bastante desconcertados. Esa coreografía triunfó bastante entre mi grupo de amigas, bastante amigas a su vez de hacer mofa de todo lo que nos rodeaba y sucedía en aquellos años de risitas y absurdeces varias.
Y aunque las intenciones de este joven eran buenas (aunque para mí fue un mayor más hasta que en una excursión de fin de curso, de colegio y de etapa nos confesó cómo era él a nuestra edad, entonces comprendí que era un joven como tantos otros...un mozuelo al fin y al cabo) porque intentaba explicarnos que tenemos que mirar hacia delante y que no hay aquí ni ahora, en realidad eso es lo único que existe creo yo.
Me estoy liando entre pasados, presentes y futuros que fueron, son y serán (o todo lo contrario) pero es que entre cambio y cambio de pañal, observando a un ser que tiene toda la vida por delante (tú también mujer! ya, bueno...yo creo que de mi vida, como mínimo el prólogo ya está escrito) pues te da por reflexionar sobre tu existencia. Bueno, eso y que tengo 25 años y nada por delante. Nada? O todo?
Está bien, tengo un presente que se divide entre consecuencias de decisiones pasadas y dudas sobre oportunidades futuras. Vale? Queda claro? Pero a quién le estás explicando todo esto? Pues creo que a mí misma...Y qué has sacado en claro. No mucho en realidad. Ya...eso me temía.
Bueno parece que sí que tengo una cosa clara. Y es que hay que (re)conocer quién fuiste para saber quién eres. Y que según Blanca ya es la segunda vez que cuando me pregunta "pero Carmen...cómo seremos?" yo le contesto lo mismo: "Pues como ahora. Pero mejores."
Pues eso. Que en el futuro...ese del que llevo renegando varios párrafos, seremos mejores. Y por qué estoy tan segura de esto? Pues porque habremos vivido más. Y vivir, como mi abuela le dijo a mi padre y este me repite (cuando le da por ponerse existencialista y no por echarme broncas por perder objetos que luego aparecen)...siempre será la mayor aventura que te puede ocurrir. Asi que venga lo que venga de esa cosa amorfa que es el futuro...será algo bueno.