Llevo un día de perros. Todo, absolutamente todo, me sale mal. Voy fatal de tiempo. Estrés, agobio. Intento de solucionar problemas. Estoy saliendo de casa. Tengo prisa, mucha prisa, Mierda! Me olvidé la cartera. Vuelvo e subir. Bajo las escaleras…casi vuelo. Corro por el portal. Pero por qué? Por qué me tengo que encontrar al otro lado de la puerta con una abuela cargada de bolsas y con su nieta en la silla justo ahora? Resignación, me quito los cascos, le abro ”Ay! que tu abuela no encuentra las llaves” Señora su nieta no le entiende! Le cojo las bolsas, la sillita por delante. Tengo sus bultos en una mano, el bolso colgado, se me cae…mierda!...”Ay! cómo te estoy haciendo trabajar ” Quiero gritar, sonrío. Por fin se acaban las escaleras. Le abro la segunda puerta (porque tiene que haber una segunda puerta) Le devuelvo sus bolsas ”Trabajas aquí?” Desconcierto ”No…no, vivo, vivo aquí” ”Ahh! Es que hay muchas chicas que trabajan aquí” Pero qué tipo de dato es ese? No se da cuenta de que no quiero mantener ningún tipo de conversación con usted? Quiero irme! Todavía le estoy aguantando la 2ª puerta y parece que le está costando cruzarla. Mi estrés aumenta, cara de poker. Quiero matarla ”Ay! eres muy encantadora!” Mierda. Ahora me siento mal
Mmm…cerveza…