En estos tiempos que corren, sin estrés, sin agobios, sin horarios, próximos a la consecución de un piso, Lorenzo me convence en todas sus versiones.
Eso de que es imposible no pensar en nada lo cuestiono cuando me encuentro tirada en el sofá con el mando, internet a un lado y al otro un libro y escojo cerrar los ojos y hacer exactamente eso, no pensar en NADA.
Nada, nada, nada...Mmmm
Pero bueno, hoy es jueves y habrá que ir pensando en salir, salir, salir...