MIENTRAS DORMÍAS

- Mmm...Qué pasó?? Qué me perdí??

- Bff! Tomás vas a flipar cuando te lo cuente. 

- El qué???

- Mientras tú dormías pasó algo increíble. El pirata Dienteslargos salió de la pantalla y apareció aquí, en el salón!

- Quéeee???

- Sí! Y empezó a rebuscar por todos lados, como cuando mamá busca nuestros tenis sabes? Entonces vi cómo escondía algo en la caja de los puros de papá. Yo tenía mucho miedo pero me atreví a preguntarle "oiga! qué hace usted en mi salón y qué es lo que busca!" Él me contestó "Renacuajo! no te había visto ahí! Ahora has visto demasiado así que tendré que llevarte prisionero!" Y me cogió por el cogote y me arrastró como pudo, porque con su pata de palo no iba muy rápido pero tenía mucha fuerza y me hacía daño. Yo me revolví y como pude me escapé, entré en la televisión y aparecí en el barco pirata!

- Noooo!

- Sí! En las bodegas! Ahí encontré al príncipe Nisón maniatado. Le solté y me dijo "Corre! debemos huir antes de que vuelva el Pirata Dienteslargos" Sacó uno de los cañones y por el agujero nos lanzamos al mar. Menos mal que tengo una medalla de natación que gané en el cole porque tuvimos que nadar mucho hasta encontrar una roca en la que protegernos de los tiburones.

- Había tiburones??

- Bueno, era sólo uno. Blanco y con los ojos rojos. No sabes que miedo tenía Tomás. En la roca en príncipe Nisón sacó una caracola y sopló. Entonces un sonido muy agudo salió de ella. Tanto que tuve que taparme los oídos porque dolían como cuando buceamos a lo hondo. Y entonces...

- Qué?? Qué pasó??

- Dienteslagos!!

- No!!

- En un barco con tres de sus secuaces. Venían directos a por nosotros. Con cuchillos y espadas. Su diente de oro relucía porque estaba empezando a hacerse de día. Se acercaban muy rápido a nuestra roca. Yo tenía miedo y miré al príncipe Nisón que sacó un cuchillo y me puso detrás de él. Me dio una piedra y me dijo "Guárdala. Si Dienteslargos se hace con ella, estamos perdidos. Ya tiene la otra mitad" Yo sabía dónde estaba la otra mitad! En la caja de puros! Pero antes de que pudiese explicárselo una luz muy intensa nos cegó a todos. 

- Qué era??

- No lo sé, no veía nada. Venía acompañada de ese sonido agudo otra vez. Cuando por fin pude abrir los ojos estaba en una playa. Una barba blanca fue lo primero que vi. Y luego una corona. Era el Rey Sintón! Había acudido al rescate! Busqué en mi bolsillo y le entregué la piedra. Me explicó que él tenía la otra. Había estado aquí también y había rebuscado por todas partes pero no la encontraba. Entonces me dijo que con sus poderes mágicos buscó en tu cabeza para saber dónde la había guardado el pirata. Porque tú, aunque dormías también lo habías visto todo desde el sofá.

- Es verdad!! Alguien me tocó la cabeza!!

- Ves?? Pues gracias a eso la encontró y pudo venir a buscarnos. 

- Y cómo volviste?

- Me acompañaron hasta una cueva que había cerca de la playa y cuando estaba al fondo de todo di tres toques y volví al salón. Por aquella pared del cuadro de la señora gorda entré.

- No digas tonterías, Juan, y deja a Tomás en paz. Tu hermano se quedó dormido en el sofá un poco después que tú. Venga, los dos a la cama. Y fuera luces!! 

(...)

- Juan estás dormido? Juan! Juaan!

- Quéeéé?

- A mí me gusta más tu versión.

- Jaja, a mí también.

TRASN8 DE JULIO

Si tengo que escribir sobre algo hoy, sólo puede ser sobre el sueño. 

El sueño que arrastro de toda la semana y, concretamente de esta noche en la que me desperté a todas las horas pares y a las impares fui a la cocina y a la ducha creyendo que llegaba tarde.

Dormir bien es un lujo que valoras con la edad. Nunca oirás a un niño decir "Qué bien dormí, qué maravilla!" Añoras el biendormir cuando has conocido lo que es el ir a trabajar sin haber caído en los brazos de Morfeo al menos 6 horas. 

Dormir mal es lo peor. Lo peor. Sin exagerar. Tener sueño es un suplicio. Te transformas en otra persona. Creo que a los padres recientes debería dárseles un carnet de invalidez cuya graduación fuera en función de lo cabrito que sea el niño por las noches. Si es muy llorón se les da la baja. Vuelva usted en 4 meses porque total para tener un zombi de mala leche en la oficina, mejor quédese en casa.

El sueño hace que te duela el cuerpo, que estés menos concentrado y que no saques nada en claro. Lo único en lo que puedes pensar es en una cama. Primero es blanca y mullida...a medida que pasan las horas te vale cualquier sitio, el sofá ese que acumula polvo, la silla de la sala de espera, el asiento del tren...todo se transforma en un lugar potencialmente babable. (Que es un buen indicativo de la calidad del sueño)

El sueño es directamente proporcional a la paciencia. Sólo quieres que pasen las horas para llegar a casa y romper la cama. Y cuando lo consigues por fin y te tumbas y sin querer te quedas un poco traspuesta y al rato te mueves un poco, te hundes en la miseria porque te acabas dando cuenta que aún tienes puesta la mochila, los zapatos y haría falta que te pusieses el pijama, filliña. Con lo bien que estabas...

No se puede llegar a ninguna buena conclusión con sueño o con hambre. Esto es así.

Por lo tanto si quieren convencerme de cualquier cosa, denme un cocido, durmamos una siesta y luego hablamos. De acuerdo?

Ahora Buenas Noches. Y pobre del que me despierte.

SI, ME DESPERTÉ

Y es que resulta que he obligado a todo ser viviente en mi casa a que me despierte, sea la hora que sea. Por qué semejante castigo? pues porque tengo exactamente el cuádruple de posibilidades de volverme a dormir que de despertarme a tiempo.

Es una enfermedad que vengo desarrollando desde mis tiempos preadolescentes, cuando mi malhumorada a la par que agradabilísima, bella y estupenda (la Navidad se acerca) madre, me acababa diciendo en tono nada agradable que me levantase de una vez.


No puedo culparla. Según ella siempre era "la quinta vez que te lo digo, me voy eh???me voy!!!". Pero para mí siempre era la primera. La versión maternal cuenta que en el inicio me hablaba en voz dulce y melodiosa, me daba un masajito en la espalda y se iba a arreglar. Ni un sólo recuerdo de esos instantes. Cuando recuperaba la consciencia (porque cuando duermo me sumo en un estado semicomatoso) todo eran gritos y malas caras. Terrible forma de empezar el día.

Este verano descubrí que no todo el mundo se levanta con los ojos pegados. Esto fue muy fuerte. Imaginad toda vuestra vida creyendo que era lo normal. No poder abrir los ojos. A veces conseguía abrir uno y el otro se quedaba guiñado. Como si estuviese viendo algo en la lejanía o flirteando continuamente. Pues mi madre se dio cuenta, a mis 23 añitos, de que eso no era normal que debía "tener ojo seco". La solución tenía un nombre y era Vispring. Sí, ése del anuncio del tipo que va a una entrevista de trabajo después de haber salido la noche anterior y bailar como un pailán??...ése.

Qué ocurre entonces? pues que no sé dónde está el maldito vispring. De vez en cuando lo veo por mi cuarto o en la mochila pero nunca está donde debe que es en mi mesilla.

Pero no le podemos culpar sólo a él. Otro de los sujetos con gran culpa de mis prolongados y errantes despertares es "series yonkis". No voy a comentar nada al respecto. Sólo diré que desde que apareció en mi vida, nunca volví a ser la misma.

Y todo esto viene porque quería hacerle un homenaje a esas tres personas que viven en Eloy y procuran que me levante de la cama; Ceci, Cova, tú...pues que gracias. Por esa paciencia demostrada desde las 7:40 de la mañana. Cova se ríe, Ceci me va anunciando la hora en bajito a lo que respondo con unos "gracias" y un levantamiento de mano en plan "está todo ol rait", que nadie se cree, y la otra me amenaza, "es la última vez que te lo digo!!!sabes qué hora es???"
Pero todas lo intentan.

Hoy quería estar pronto en la facultad. No se consiguió. Pero casi.

SEGUID ASÍ!!