Suena de fondo Lori Meyers y su "Alguien me preguntó, si quería estar mejor...y cómo decir que no, si ahora todo está peor" y mientras, hablo con Aleix que es uno de esos amigos que se han convertido en presencias virtuales innegables. Like a like, chat a chat, y de pronto una conversación terapéutica fuera de sitio un martes de muerte a las 10 de la mañana.
Con Aleix todo son ideas y planes. No para conquistar el mundo sino para imaginarnos saliendo del nuestro y de paso, si se puede, hacer un poco mejor el de todos. Y es que siempre consuela ver que hay más gente como tú. Queriendo más de lo otro y menos de esto. Sin saber qué es exactamente lo otro pero reconociendo a cada paso lo que es esto. Y esto no.
Descubrir qué quieres es muy difícil. Tal vez habrá que conformarse con ir sacando pétalos a la margarita como si de un me quiere, no me quiere se tratase. Pero en este caso es un "no lo quiero", "no lo quiero", "y esto tampoco". Entonces qué? "Nos vamos de voluntariado?"
Después de un rato de conversación, del caprichoso querer y no querer, pasamos a ser o no ser. Esa eterna cuestión. Concluimos que, en el fondo, tanto el problema como la solución está en nosotros mismos. Paremos entonces de divagar y empecemos a concretar. Reconocemos que lo que pasa es que nos gusta mucho el chispazo. El principio. Esa idea genial, ese "Podría ser eh?" "Yo lo veo". Nos encanta. Es lo motivante y lo emocionante. Pero no es nada más que el eso, el principio. Y aunque ilusionan, los principios sólo son concebidos con vistas a encontrar un final. Un fin(al) mejor.
A mí alguien me dijo una vez que la primera fase es la mejor. Y estoy bastante de acuerdo. Aunque haya cosas que no permitan verlo y siempre queramos saber qué va a a pasar. Hay que disfrutar de esos primeros tropiezos. Esos pasos en falso. Esas caídas y despistes. Esos pequeños logros que te acercan un poco más al objetivo. O incluso aquellos que te alejan de él y te acercan a otro que sin tú saberlo era la verdadera meta. Todos y cada uno de esos pasos son necesarios. Porque aunque el subidón del principio es incomparable, luego empieza una fase muy guay que es en la que se va a basar todo lo demás. En este proceso se ponen los pilares y se plantean las incógnitas que será necesario despejar. El proceso es lo mejor. Y aunque acabo de decir que el objetivo es encontrar un final, en el mismo "proceso" de escribir esto, me voy dando cuenta que a mí concretamente se me da fatal finalizar.
Tanto Aleix como yo somos malos finalizadores. Yo nunca pude dar un cuadro por terminado y los "Y sis" me persiguen a cada paso que doy. Él nunca podía dar ninguna discusión por concluída y esto nos llevaba a que se nos hiciese de día en el Colegio Mayor con el cuarto lleno de bolsas de pipas vacías, unas cuantas respuestas y muchísimas más preguntas que al principio de la noche.
El proceso. Ahí están todas las claves. El creativo, el de un trabajo, el de una relación o el de una amistad. El proceso es una distancia. Esa que separa el principio del final. La que separa Vigo de Holanda y que hoy pareció ser menor.
Luego sonó otra vez Lori Meyers con sus dudas que no ayudan. Pero concluyen que será "mejor ver el presente y no pensar más en la muerte" Así que eso haré.
Y si surge la oportunidad saldré a la calle. Porque hoy hay lluvia de meteoritos. Y esto me lo ha dicho Aleix que de aviones hacia las estrellas sabe mucho.