A VECES LLEGA EL MOMENTO EN QUE TE HACES VIEJO DE REPENTE

 

En breves inauguraremos la época (f)estival(era) y no se pueden tener más ganas.

Pero lo que importa es que hace 6 días cumplía años María del Socorro García Briz, y digo bien, "del socorro", pues nuestra muchacha ha decidido hacer el bien y partirá a tierras lejanas en cuestión días a hacer labor humanitaria. BIEN! Y también resulta que hoy lo hacen otras dos de mis muy mejores amigas. Me he propuesto recuperar este título y despojarlo de toda la crueldad que tuvo en su día con aquello de: "ahora Fulanita es mi mejor amiga, tú ya no", y de esta forma repartirlo entre las mozas que me rodean y alegran el alma (oh)


"Hoxe cumpren....Blanca Berenguela Lourdes y Rebeca!!" bravo!! (aplausos)

Pero, por qué celebramos los cumpleaños? bueno, y ya no digamos los santos, tan recordados por las abuelas.

Que hacemos que sea digno de celebración? Leía yo hace tiempo en un libro genial recomendado por aquella que calceta en un rincón del sofá de mi casa, "Las voces del desierto", que los aborígenes australianos sólo celebran el hecho de ser mejores personas que el año anterior, sólo entonces hacen una fiesta.
A nosotros, en cambio, nos llega con seguir respirando. Pasando los días, viviendo la vida, trabajando, cumpliendo obligaciones, ganándose el pan, discutiendo, faltándonos tiempo, no durmiendo bien, no llegando a fin de mes, preocupándose por los seres queridos, enfermando, viendo el telediario, sobreponiéndose a dificultades impuestas, luchando con occidente, pensando en el futuro, aguantando en una continua tensión entre opuestos (yo-la sociedad, trabajo-placer, familia-realización personal....)

A nosotros, en cambio, a pesar de tener todo lo necesario, nos llega con seguir (sobre)viviendo a la vida.

Felicidades pues, por sobrevivir un año más en este mundo cruel, en el que nada es verdad ni mentira. Sino todo lo contrario.

Un pelín pesimista no? Bueno, es la época