Qué bonito, qué alboroto ha tocado un perrito piloto.
Un día de festejos varios aderezado con comida de calidad y en cantidades industriales, regado con un cap, de esos que engañan, por lo que a mi abuela hubo que advertirle que se anduviera con ojo no fuese a sufrir el conocido efecto barco al irse a la cama. Y acompañada de gran parte de la estirpe familiar.
Unos cuantos-muchos presentes que, aunque totalmente innecesarios, consiguieron animar ese duro trance que es el cumplir años(...) Además de hacerme feliz cuando descubrí que además me gustaban.
La mítica tarta de cumpleaños, de chocolate con galletas y decorada con lacasitos que me transportó a esa época inocente? En la que comías sandwiches de nocilla y mojabas patatatillas en la coca-cola.
Por si ello fuera poco, recibir felicitaciones de toda clase y condición. Por todos los medios conocidos, mensaje, mensaje en el fotolog, mensaje en el móvil de mi hermano, llamada, llamada con cumpleaños feliz incluida, tirón de orejas, abrazos, besos...
y todo porque "la nena nos cumple 20 años" La nena está agradecida, enormemente agradecida.
Caprichos del destino, el sábado, estando en Baiona(la real) no salí. Mi padre, preocupado, me dijo si necesitaba algún tipo de tratamiento pero no, no me pasó nada. A pesar de lo cual espero no repetir esta experiencia en mucho tiempo. Más que nada porque en el mundo en que vivimos, hay ciertas tradiciones, que deben ser respetadas.