FRUSTRACIONES CULINARIAS

No poder pinchar un tomate cherry 

Por fin conseguirlo y mancharte con sus tripas

Esperar a que hierva el agua para hacer pasta a las 6 de la mañana

Sacarla demasiado pronto y que no haya tomate 

La cerveza del tiempo

Ir al sitio súper secreto donde escondiste el chocolate y que tu padre, no sólo se lo haya acabado sino que aún encima te dejó el papel

Las espinas del pescado

No tener los utensilios necesarios para comer una nécora

La última loncha de queso que se quedó seca

La comida que pica

Que el té no se enfríe más rápido

La mantequilla dura imposible de untar (empezar el día así, mal)

Que Diego me diga si quiero cenar tortilla al volver del gimnasio (porque claro que quiero, cómo no voy a querer...)

Que se te caigan restos de cascara de huevo al ir a batirlo

Que en un bar sólo tengan Cruzcampo

Que dos onzas de chocolate nunca sean suficientes

La leche desnatada (no es leche)

Tenedores en los que se quedan los granos de arroz entre las púas (esto más que culinaria es frustración lavavajillista)

Pedir una barra de pan "blanquita" y que no te hagan caso

Que el vino tinto manche tanto

Pistachos que no se abren

Castañas que no se pelan

Pensar en cenar sushi y acabar tomando burger

La imposibilidad de comer dignamente espaguetis

Comprobar que los Special K engordan más que los crispis de la gallina de toda la vida

La tortilla de patatas salada

La ensaladilla con aceitunas

Fregar vasos con restos de Whisky

Las hamburguesas y sandwiches ante los que piensas "y ahora cómo me como esto"

Que al ir a mojar pan en la yema esté demasiado hecha

Los macarrones con tomate natural y chorizo de la señora que calceta (porque no se puede ir a la cocina sin pinchar unos cuantos de la fuente. No-se-puede)

Jarras con dos dedos de agua en la nevera (esto es de mala persona)

Que la comida eche humo en el microondas y luego al probarla esté fría

Que después de esto te pases de tiempo y te abrases la lengua

En realidad toda, TODA, la comida que quema. Porque no sabe. Sabe a caliente.

Y, cómo no...que se te caiga la tostada por el la de la mantequilla