NO TE DEJARON SEGUIR

Ahora mismo. Hace 20 años. Justo a las 16:02 del 12 de julio de 1997, una señora con el pelo fosco teñido de rubio, una camiseta rosa chicle, las paletas separadas y un tono agudo tan típicamente bayonés gritaba “¡¡MIGUEL ÁNGEL LIBERTAD!!” Y todos aplaudimos. Lo recuerdo perfectamente.

Éramos muchos. La mayoría con el pelo aún mojado pues veníamos de la playa. De un día de verano como otro cualquiera. En familia. Pero sabiendo que a las 16:00 había que estar en la plaza del ayuntamiento. "Yo pienso ir desde luego" "Yo también" comentaban en los corros de la orilla. Llevábamos 2 días que no se hablaba de otra cosa. “Son la hostia” “No hay derecho” “Joder…qué pretenden?” “29 años…”

29 años. A Miguel lo cogieron desprevenido. Como a todos. 29 años...la leche! Quién iba a pensar que aquel concejal joven de Ermua iba a ser el siguiente? A quién se le ocurrió la idea del secuestro? Pero sobre todo...qué esperaban?

No nos callamos. Esta vez no. No fue un "otro más". Millones de personas salieron a la calle. 

Aquel 12 de julio ETA firmó su sentencia de muerte. La sociedad lo había condenado. Así no. Así no más.

Se me vienen a la cabeza mil imágenes. Las manos blancas al cielo, la agonía de la familia y todas esas personas gritando al unísono “Vascos sí, ETA no!” "ETA escucha aquí tienes mi nuca!" Las imágenes de la marea de gente manifestándose en las calles de toda España fue seleccionada por los telespectadores como las más impactantes de la Historia de la Televisión en este país. Y no me extraña. Aún es hoy el día que me sobrecoge verlas.

Y después, una frase ”Ya no saben ni matar” la pronunció mi padre en el salón de casa de la abuela Pita. Con un cigarro en la mano frente al televisor, mientras daban la noticia de que aún había esperanza.

Vaya putada te hicieron, Miguel. No te dejaron seguir. Te agarraste a la vida como pudiste pero no te dieron opción. No puedo ni pensar en la agonía que debiste pasar si tan sólo con recordar la nuestra se me llenan los ojos de lágrimas y el estómago de bilis. Tuviste que ser tú. Pudo ser otro. Tantos que fueron antes. Y los que vinieron después. Hasta hoy. Cuando pienso con una mueca en la cara que a muchos niños en este país habrá que explicarles lo que fue ETA, lo que significó, el porqué si es que existió y la sinrazón de tantísimas víctimas. Para qué? Supongo que para esto, no?. Para finalmente poder vivir en paz. Poco consuelo tras tantísimos años de sufrimiento.

Tuvo que suceder un caso tan patético, tan horrible y tan desgarrador como el de Miguel Ángel Blanco para que dijésemos basta.

Fue a las 4. A las 4 en punto de la tarde. A traición.

Aquel verano, con 10 años (para 11 como me gustaba remarcar por aquel entonces) fui consciente de lo peor del ser humano. Tuve suerte, hoy en Siria y en muchas otras partes del mundo, los hay que nacen sin conocer otra realidad que la guerra y la muerte a su alrededor. Y no buscan una explicación. Simplemente tratan de sobrevivir. Simplemente siguen. Como seguimos todos. Con las manos en alto como única arma.

Menos tú, Miguel. A ti no te dejaron seguir. 

MANIFESTACIÓN