Al próximo Ministro de Economía debería exigírsele haber sido madre. No es discriminación positiva sino que en lo que a aprovechamiento de recursos se refiere, creo que nadie controla más que ellas. Transformar un cocido en un budín, un arroz, sopa, bechamel y ropa vieja, por ejemplo o que para cenar siempre haya opción de Cola Cao, tortilla francesa, huevo a los 5 minutos o el omnipresente "restos", eso no te lo enseñan en la Universidad.
Cuando te conviertes en madre se te confieren una serie de superpoderes. Como el de encontrar las cosas. Enhorabuena! pero he de confesarles que los triunfos en este aspecto son poco reconocidos... A cambio de esto devendrá usted en un ser un tanto repetitivo. No se lo tomen a mal...hasta ustedes mismas se delatan con el "Pero cuántas veces tengo que decir las cosas?" La repetición como base de la educación es su modus operandi y así todos tenemos en la mente la frase "Eso siempre lo dice mi madre"
Os queremos pero os repetís. Mucho.
Pero cuando seas madre también tendrás la facultad de tener la razón. Si con 15 años una madre dice que no le gusta nada tu amigo que "Ese niño no va a acabar bien", con 25 le cuentas que sales con él y te repite que "Ese niño no va a acabar bien" y cuando a los 30, efectivamente, es un pobre diablo, te recalcará, varias veces, que "Siempre dije que no iba a acabar bien"
Cuando seas madre te ocuparás de comprar la ropa interior y los calcetines e intentarás colarlos como regalo de Reyes. Sabrás trucos como que la miga de pan sirve para borrar cuando no tienes goma o que una cebolla con clavos hace que los niños no tosan por la noche.
Cuando seas madre la paciencia se te estira en una proporción directamente proporcional a la capacidad para no escuchar nada de lo que ocurre alrededor. Distinguirás un "Mamá" de otro. El de ven-ya-que-me-tienes-que-limpiar, el de me-están-pegando-otra-vez, o el de creo-que-muero. Sólo en el último reaccionarás con un "Estaos quieeeetos" pero ese nivel de "Master madre" son años de experiencia.
Cuando seas madre los mensajes no se mandan, se "ponen", te querrás hacer la guay diciendo "furgalla" en vez de furgoneta, te engancharás a todos los juegos absurdos de Facebook y no pararás de enviar solicitudes, dirás "Llevas el DNI?" cada vez que tus hijos viajen y soltarás un "No te voy a vivir toda la vida" cuando tengas ocasión (Bueno, esto es cuando seas MI madre)
Cuando seas padre comerás dos huevos, claro. Los mismos que se te pondrán de corbata cuando a las 5 de la mañana la niña aún no esté en casa. Si fumas, encenderás un cigarro y pensarás que tú también fuiste joven y que seguramente se lo esté pasando bien por ahí con sus amigas. O se lo esté pasando bien en un portal con un amigo...o en alguna cuneta... y ten cuidado no te quemes que se te cae la ceniza encima del pijama. Y no, el 091 no será una opción.
Cuando seas padre pondrás el cerrojo. Es así. De repente un día empiezas a ponerlo. Por seguridad, primero, para fastidiar a tus hijos cuando llegan a las tantas, después.
Cuando seas padre abrirás la puerta algún día y dirás "Qué coño de horas son estas?". (Bueno, esto es cuando seas MI padre)
Cuando seas padre o madre querrás saber qué narices le pasa a tu hijo cuando entra por casa y no lo hace con una sonrisa. Pues habrá tenido un mal día o estará cansado...no es más que eso. No hay por qué preocuparse. Pero lo harás. Y no hay por qué preguntarle. Pero lo harás.
Cuando seas padre o madre reñirás. Si no quieres hacerlo, siempre tendrás la opción de pasarle la bola a tu pareja pero, si algo he aprendido, es que los padres que marcan, son los padres que riñen. Al final, después de mucho tiempo te acabarán entendiendo. A lo mejor no lo hacen hasta que tus propios hijos tengan a sus propios hijos pero entonces, incluso aunque ellos decidan hacerlo de otra forma...te entenderán.
Cuando seas padre o madre decidirás cuál va a ser tu estrategia para imponerte: Gritar, asustar, dialogar o una mezcla de todas. Porque cuando seas padre o madre, vas a serlo los días que te apetezca...y los que no te apetezca también. Te vas a dar cuenta de que esos seres que engendraste tienen un poder sobre ti que esperas nunca descubran porque resulta que te convierten en la persona más vulnerable sobre la faz de la tierra. Pero no lo tienen que saber hasta dentro de mucho.
Reñirás y a continuación te darás la vuelta para reírte por semejante ocurrencia. Como cuando en el colegio ibas a hablar con algún profesor de tu infancia y de pronto te pide perdón para echar la tremenda bronca a la clase dejando a los niños como velas. Luego te volvía a mirar con cara de "Pobres diablos" Y tú pensabas "Era así?? Con el miedo que dabas!!"
Y es que cuando seas padre o madre vas a ser muy imponente. Hasta que un día no lo serás tanto. Pero aunque dejes de imponer, si lo haces medianamente bien, nunca dejarás de importar.
Así que aprovecha y utiliza esos superpoderes que te dan el día que te conviertes en padre o madre. Aprovecha mientras que son pequeños e inocentes. Mientras son adolescentes e insoportables. Mientras son jóvenes e imprudentes. Mientras que aún no se han convertido en adultos sin que casi te hayas dado cuenta. Mientras que aún no ha llegado el día en que ellos te digan "Mamá, papá...voy a ser padre"
Pero lo cierto es que ni si quiera ese día dejarán de ser tus hijos.
Se lo dedico a Santi que aunque haya tenido 9 meses para hacerme a la idea, aún no me puedo creer que vaya a ingresar en este club.
P.D. Martina, filliña, sal ya y deja de hacerte la (re)molona.
Fdo: tu tía que está deseando conocerte.