ALGUNAS PEUQUEÑAS COSAS QUE HACEN QUE LA VIDA VALGA LA PENA (VOL VI)

Primera edición aquí

Segunda edición aquí

Tercera edición aquí

Cuarta edición aquí

Quinta edición aquí

Sexta edición aquí

- Rebañar el plato con pan

- Cantar la Rianxeira en Balaídos 

- La puesta de Sol entre las Cíes

- Los cocidos de la señora que calceta (patrimonio de la humanidad)

- Que tu amiga te diga que le han contratado

- Que tu amiga te diga que se casa

- Que un desconocido te ayude en la calle cuando se te cae algo

- Ganar un reto en triviados

- Un café con una amigo/a de los que alargan la vida 

- Creerte que es miércoles y que sea jueves

- Descubrir, al crecer, que tus padres tienen su lado cómico

- Los aperitivos al sol

- Las anécdotas de abuelos que no conociste y que tantas veces escuchaste

- La miel

-Los domingos de comida y cine patrocinados por la tía Guada

- Una cama blanca, grande y cómoda, con cojines y almohadas de varios tamaños para hacer el tetris perfecto en cada momento.

- Recordar la época de los años de Colegio Mayor. Con sus fechorías, sus fiestas, sus pasillos y sus cuartos llenos de historias

- El chat de Garcías echando humo porque es el santo de la abuela, comunica todo el rato y está tomando nota de quien no la felicitó aún!

- Descubrir un nuevo temazo. Explotarlo y que se convierta en un clásico

- Las resacas comunitarias. Con merendola de guarradas, sofá, manta y peli

- El queso. Qué queso? Todos los quesos

- Que te toque ser objeto de ese amor irracional que a veces siente los niños por un mayor. Aunque sólo sea un momento.

- Las películas de Wes Anderson

- Cantar las canciones de misa igual de motivadas que cuando éramos pequeñas sólo que ahora lo siguiente no es la comunión, sino otra copa

- Quino. Y Mafalda, Miguelito, Felipe, Manolito, Susanita…

- Calvin y Hobbes. Y su imaginación retorcida

- Las orquestas

- Un abrigo bonito y abrigoso

In my life versionada por Judy Collins 

Esta escena del Club de las primeras esposas

- Las castañas asadas

SEPTIEMBRE

Septiembre es el mes de la melancolía por excelencia. Es un mes de reflexión y de volver a empezar. Con el verano que poco a poco va diciendo adiós y del que cada día vemos un poco menos de luz...de esa luz tan distinta y especial, como siempre dice el jefe, que tiene este mes.

Y son cumpleaños. De amigos, de mi amiga Marta con la que comparto veranos, llamadas y cafés que alargan la vida...Y de familia. Muchos Virgo por aquí, tías, primas, el tío Manuel que es más chulo que un ocho y no lleva demasiado bien esto de celebrar un año más respirando...pero no hay excusa para olvidarse a nadie porque son cada tres días. 

Empiezo yo. El 8. Una fecha con la que me llevo peleando desde pequeña. Sin amigos de verano que ya se habían ido prometiendo escribir y tampoco los del colegio, que no había empezado aún y no sabías quiénes iban a ser ese año. Porque las amistades eran realmente peligrosas en aquellos tiempos en que los "Pues ya no soy tu amiga" se lanzaban con una frialdad digna de Hannibal Lecter.

Así que septiembre es mi mes aunque tenga una relación complicada con él. Porque es que sí pero no. Es bonito pero es depresivo. Es ver maniquíes abrigados en los escaparates cuando aún estás en sandalias...y que de repente llueva pero aún haga calor. Se acabó la juerga. Vuelta a la rutina, a los uniformes y a los corticoles. Adiós a las horas en la toalla al Sol y a esa fotos de gente feliz y guapa que revisitarás en unos meses.

Septiembre huele a libros nuevos y sabe a leche con miel, que cura todos los males.

En septiembre empieza la estación con mala rima a la que a pesar de necesitar unas vitaminas, hay que reconocer el mérito de ser muy bonita. Será que a mí siempre me gustaron los colores poco saturados y esa gama de días marrones y grises, después del empacho de colores flúor de la pasarela veraniega, no hace mal a nadie.

Septiembre es un ordenador que se reinicia. Y le cuesta un poco arrancar. Se vuelven a abrir todas las ventanas que dejaste abiertas antes de verano...y te encuentras de bruces con la realidad.

Septiembre...ay septiembre. Que te vas ya! Dejando paso a octubre, a las lluvias y a los días plomizos. A los abrigos, a las botas y a las tardes en casa de manta, peli y sofá. 

Así que habrá que despedirte. Como a la señora que calceta, que se fue del hospital. Hoy fue el primer día que el despertador no sonó a las 6:45...aunque estoy convencida de que madrugó igual. Y le llevó el café al señor de gafas oscuras y me lo traería a mí si aún estuviese en casa.
Pero Carmen García Senra que se confundía alguna vez al coger el teléfono en casa y contestaba "Secretaría de urología dígame?" ha dejado de hacer llamadas, de rellenar informes y de organizar la vida a todo un servicio. Creo que se emocionó un poco...porque todos se despidieron de ella. Y digo todos: celadores, médicos, adjuntos, limpiadoras, residentes, administrativos, los de la cafetería...donde tantos desayunos tomamos después de unos análisis y tantas conversaciones difíciles y tantas carcajadas con Nany tuvieron lugar...
Pero es que mamá, coñe, 40 años son muchos! Ese edificio que se ve desde todo Vigo no tiene secretos para ti. Y tenía que decirte adiós como te mereces. Porque has trabajado mucho, has hecho la vida más fácil a otros tantos y sobre todo, lo has hecho todo con buen humor. "Hay que tener peso en esta vida"...y tú lo tienes. Enhorabuena por el merecido descanso pero te doy hasta Navidades. Luego empezaremos...con todas las ganas del mundo, otra aventura. La tuya.

Y para acabar este mes y este post, hoy, su último día, es el cumpleaños de Gonzaga.

Un tipo caótico, un tipo divertido, un tipo bastante genial con todo lo bueno y lo malo que ello conlleva...pero sobre todo un tipo al que tengo mucho cariño y al que puedo llamar amigo.
Felicidades pues mon ami!

 

ENEMIGOS

 

- El pegamento super glue

- Las ampollas

- Los porteros de discoteca

- La talla 36

- El color morado

- La tipografía Comic Sans

- El "pilas no incluídas"

- La toalla húmeda

- El tubo de la pasta de dientes 

- El examen práctico de conducir

- La hebilla del cinturón

- Los muelles de las camas

- Los caseros

- La expresión "soy un ciudadano del mundo"

- Las taladradoras que nunca hacen agujeros bien en los folios

- Los padres de niños que lloran (mucho) y no se inmutan

- Los granos 

- La comida salada

- Las palabras: patatas, instituto y sustituto (La doble t, impronunciable)

- Emma García

- Las tablas de Word

- Las gomas de calcetines que aprietan

- Las palabras "beach" "bitch" y "sheet" "shit" 

- Los mosquitos

- Los exámenes tipo test

- Las cutículas, tan mordibles y provocadoras

- Los números impares

- Los brebajes calientes que abrasan la lengua

- El saco de la ropa sucia

- La alergia al polvo

- Los cascos que se caen de la oreja

- El Excel

- Los sacapuntas que rompen puntas

- La gente que se lleva tu goma del pelo. TU GOMA.

- El personal administrativo de la Complutense

- El reloj que te dice que el ordenador está pensando

- Los suelos de madera ruidosos (las mañanas de sábado y domingo)

- La gente que anda despacio

- La crema hidratante pastosa

- La opción "posponer" en la alarma del móvil

- El control del aeropuerto

- El dedo meñique del pie 

- La sábana bajera (indomable, indoblable)

- El cosquilleo cuando se te duerme un pie

- La gota de agua que se cuela por el codo al fregar

- El plástico duro y cortante de los envases de cosas electrónicas

- Las pepitas en la fruta

- Toda la gente qe sale antes que tú en el avión

- El picor en la espalda, donde no llegas.

- La gente que se para en medio de la calle a hablar cuando tu tienes prisa

- La comida picante

- La batería del móvil

- El Power Point

- Los cartones de papel higiénico que se quedan en el sitio

- La cuchara en el fregadero que al abrir el grifo te empapa

ALGUNAS PEQUEÑAS COSAS QUE HACEN QUE LA VIDA VALGA LA PENA (VOL VI)

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Encontrar una agenda antigua donde anotabas los deberes. 

Las bodas de familia.

Los tíos y tías que se sueltan la melena en las bodas de familia.

Los vídeos y las fotos de la vergüenza después de una boda de familia.

Un primer beso.

Velas, bombillas y luces en un jardín.

Los huevos fritos (y es repetido…pero es que los huevos se lo merecen)

Los chats de hermanos y primos en whatsapp.

Vacilar a un hermano o a un primo en los chats de whatsapp.

Conversaciones intensas con el jefe que te recuerdan que "la vida es la mayor aventura que le puede ocurrir a un ser humano"

Descubrir un atajo informático con el que vas a ahorrar mucho tiempo.

El jardín de casa de la abuela.

Que le sigamos llamando así aunque ya no esté.

Valentina, que convierte mágicamente mis dibujos en páginas web.

La mantequilla salada.

Un abrazo de oso.

Volver a Vigo. 

Comentar fotos antiguas en Facebook y que automáticamente lo hagan los que lo habían hecho en su día.

El paseo de Baiona en bici por las mañanas.

El baño en los Frailes con marea alta.

Recuperar juguetes de la infancia.

La tinta China y las plumillas.

Acabar un dibujo.

Las coñas absurdas entre amigos. Esas que no se pueden explicar. Simplemente son.

Reencontrarse con alguien por la calle y ponerse al día.

Una excursión que te saca de la rutina.

Las pantallas enteras llenas de "JAJAJAJAJA" en los chats de amigas.

Que Santi me vaya a hacer tía.

Que la señora que calceta por fin vaya a hacerlo para su nieta.

Que el señor de gafas oscuras asuma que va a ser un abuelo baboso.

Tirarse en la cama cuando estás derrengado.

Bill Murray cantando "More than This" en Lost in Translation.

Al Pacino bailando el tango en Esencia de mujer.

Ese tango, Por una cabeza de Carlos Gardel.

Cello suite bwv 1007: prelude.

Otis Redding. Todas y cada una de sus canciones.

 

REFLEXIONES DELANTE DEL ORDENADOR

El ser humano busca que le entiendan. Para esto, se comunica.
Antes esperabas que alguien te escuchase… ahora te conformas con creer que alguien va a leerte. Estamos más conectados y a la vez más solos que nunca.

Te reflejas en los otros. En lo que tienes en frente. En las ventanas de los vecinos. ¿Estarán ahí? ¿Te mirarán mientras bailas cuando te arreglas porque ya es viernes? ¿Lo harán cuando la pantalla del ordenador refleja luz azul en tu cara? ¿Cuándo ya no puedes más? ¿Cuándo te vas a dormir? ¿Cuándo te despiertas al son de una melodía que te acompaña desde hace mucho? Y no cambia. ¿Cambiarán ellos?
Los vecinos son siempre los mismos. Son seres que no conoces, pero que te rodean. Sabes que están ahí. Los vecinos no son gente. Son entes. Hasta que un día dan golpes en la pared para decirte que te calles. Entonces odias a los vecinos. Porque es sábado y estás tomando una copa con cuatro amigos en tu casa. Porque estás en tu derecho… pero esa pared es tan tuya como suya.

Las historias de escalera ya las interpretó Buero Vallejo. Porque el tiempo pasa. Y la gente pasa. Pero los dramas de escalera siempre serán los mismos. Porque la gente siempre es igual. Y los problemas se repiten sin saber exactamente cuál es el tuyo.

¿Cuál es tu problema?
Mi problema es que no sé la respuesta.
Porque ni si quiera sé cuál es la pregunta.

Mi problema es que tengo muchas dudas… y un ordenador para resolverlas. A lo mejor acabo en Yahoo respuestas.

Mi problema es que tengo otra vez ensalada para comer, y bailar pegados es bailar, pero comer delante del ordenador no es comer.

Mi problema es que tengo que seguir trabajando…y que la pantalla de mi ordenador la ve mi jefe.
Ve mi pantalla…y mi nuca. Pero no me ve a mí.

Publicado originalmente en Cerveza Salada

 

AGOSTO



Se acabó agosto y se acabó el verano. Porque agosto es el verano.

Agosto es ir a Baiona y no volver a Vigo para nada. Veranear a 20 minutos de casa puede parecer una tontería, pero cuando cuando entras en ese pueblo, cuando divisas el paseo con las banderas, los barcos y el castillo, a todo el que conoce Baiona "la Real" le cambia la cara.

Baiona es ir en bici y disfrutar de ese momento del que tantas veces has oído hablar a la señora que calceta "Baiona a esta hora es delicioso" y tú, aunque ya habías estado despierta a esas horas de la mañana, era para volver a casa con la vista y la mente algo nublada. Este verano entendiste a qué se refería. Cuando el resto del mundo aún remolonea en la cama, tú ya veías cómo las excavadoras pisan la arena preparando la playa para otro día más de sol (cuántos este año!) Y aunque tú te ibas a trabajar, hacerlo en casa de la tía Toya con esas vistas y un despacho de lujo para ti, es otro cantar.
Baiona es ir en bici y que tu amiga Marta te venga a buscar al portal en la misma que utilizaba cuando teníamos 10 años para dar un paseo como solíamos hacer a esa edad...sólo que ahora nuestros padres nos dejan ir hasta más allá del parque de la Palma, así que llegamos a cabo Estai. Y ya sé que no es Finisterre pero a mí me lo parece. Porque dejas las Cíes atrás y piensas que un poquito más allá está América. Y como yo soy una cagada, le digo al jefe del pelotón que relaje, que luego hay que volver. Como cuando vas muy lejos, a "lo hondo" en el mar y te entra el miedito porque no sabes qué hay por ahí abajo en "lo negro" y empiezas a ver a la gente muy pequeñita en la playa...pues igual. Además tengo la intención de volver sin utilizar el motor de la bici eléctrica-ultra-molona que el señor de gafas oscuras tuvo a bien regalarnos este verano. Y lo consigo. Y me merezco un chocolate con churros, pero tengo cena.

Cena tras cena. Eso es agosto. Cenas de bienvenida, y entre "hasta cuándo os quedáis" y "madre mía cómo han crecido los niños!", entre copas en el Capitán, aperitivos, cañas, excursiones y alguna que otra "noche de los tristes" llegan las cenas de despedida. Con los de siempre. Con los de mi pandilla de la playa, con los de la pandilla de los medianos y la de los mayores para los que siempre fui Carmencita y que ahora me aceptan como una más.
Los de siempre crecen y se multiplican. Y así la Barbeira (más conocida como "la playa del Parador") ve cómo sus rocas son pobladas por niños de la 4ª generación de Brandones en busca de cangrejos.
Baiona es un pueblo con 6 playas. Se pongan como se pongan los de enfrente...vale que no son comparables a la de Playa América o Patos...pero son 6! todas diferentes y cada una con su baño y su agua.

Pero los Brandón somos de la Barbeira. Nos colocábamos en las últimas rocas del principio de la playa (hablo de principio y final de una playa que no debe medir más de 150 metros) Y ahí bajaba la gran abuela Pita, matriarca y señora todos los días esquivando obstáculos con un andar de dignidad infinita.

Ay Pita! cómo se te extraña. Baiona eres tú. Y es que sigamos diciendo que "voy a casa de la abuela" aunque ya no estés y el testigo de anfitrión lo haya recogido el señor de gafas oscuras, quien prometió que siempre habría queso, lomo, jamón, vino y pan caliente y cumplió su palabra. Bravo!

Baiona es ese jardincito que tanto vale para una paella de 20, un desayuno de 15 con varios turnos y varias cafeteras hasta que alguien dice "que me tengo que ir a hacer la comida!" o para un cocido de 30 en pleno agosto. Incluso para las partidas de burraco diarias hasta que se hace de noche con el jefe pululando y rosmando "cuánto vicio Dios mío!"
Baiona son mis tíos, mis primos y mis sobrinos. Es esa casa de la abuela en la que cabemos todos aunque haya que apretarse. En la que vienen a dormir todos y a mí me toca sofá. Es lo divertido.

Agosto son 15 días de estrés vacacional. De playa, ducha y salir otra vez. De planes. Tantos planes! Demasiados planes. Luego llegan los 15 últimos días donde todo se relaja. Donde los de siempre, esos a los que sólo ves esa quincena pero con los que recargas pilas para todo el año, vuelven a sus vidas soñando con el año que viene. Agosto es exprimir sus 15 primeros días y disfrutar hasta el final. Hasta que los días se van acortando. Hasta que la luz de septiembre que tanto gusta al señor de gafas oscuras, va ganando terreno. Hasta que un sentimiento de melancolía te atrapa porque ya, parece que sí, que es verdad... se acabó agosto.

Pero lo hace dejando momentos para el recuerdo. Como la inevitable sonrisa al escuchar una y otra vez las típicas frases baionesas: "esto abre" "los barcos apuntan al sur, malo" "el agua está buenísima" "yo creo que un poco más fresquita que ayer" o la clásica tortura del jefe y su "A forrar los libros!" recordándonos que "la vida no es esto" Ya sabemos que la vida no es esto...pero esto es vida.

Te sorprendes hablando un día con los que quedabas "a las 5 en Camy", recordando cuando el parque de la Palma era de cemento y los columpios de hierro, la mítica cafetería Atlanta, donde, cuando no había móviles, sabías que tus padres estarían por si querías dinero para tomar un helado de la Gamela. Recuerdas cuando jugabais a polis y cacos en el Club de Yates y los porteros os reñían, cuando no os dejaban entrar en el Persígueme Rodríguez, recuerdas cómo tenían que convencer a la señora que calceta para que te dejase salir con ellos porque siempre fuiste la pequeña...Entonces piensas que te pareces a tu padre cuando cuenta cómo había que ir a la Barbeira en barco y para ahorrarse el dinero iba con los tenis en la boca. Cuando habla de una Baiona con tres casas, cinco familias y un muro en el que comer pipas. Pero es que Baiona es que es un pueblo en el que tengo recuerdos desde siempre.
Porque si alguien puede decir que es de Baiona soy yo. Lo soy de desde hace 26 veranos, mi padre desde hace 64, mi abuela Pita lo fue toda su vida y su madre nació en este pueblo donde arrivó la Pinta allá por el 1493 y que fue en su día mucho más grande que Vigo...y su casco vello así lo confirma. Y aunque no seas de Baiona, te haces. Que se lo pregunten a la señora que calceta, una de Corujo que se convirtió en baionesa y que según mi padre conoce a más gente que él.

Agosto es ver la silueta de las Cíes entre naranjas, rojos amarillos y violetas. Ver al Sol caer entre las islas cada día un poquito más a la izquierda. Es decir adiós al día mucho más tarde que el resto de la península, sabernos unos privilegiados y que alguien suelte el clásico "no sabemos lo que tenemos". Pero la verdad es que no nos lo creemos.

Agosto es un mes para disfrutar. Y yo este verano lo he hecho. Son noches, lugares y momentos. Estar en casa, salir y no entrar, no parar, descansar, leer, hablar, reír, tomar unas cañas, reunirte con la familia, con los amigos, playa con niños, playa con amigas, que un día llueva y al siguiente salga el Sol. Agosto es tomarse un helado de yogur y limón. Son baños infinitos en aguas que podrían ser el Caribe si no fuese por la temperatura. Agosto es disfrutar.

Agosto es verano, verano es Baiona...y Baiona "es bien"

DEDICADO A C1849BSW

El día que Jacinta desapareció sonó A Whiter Shade of Pale en la sala de espera de la Policía.

Siempre me pareció una canción propia de un triste y gran final. Y este lo es.

No quiero ponerme melodramática y hacer de esta pérdida algo que no es...sé que es simplemente una moto (o era, porque a saber que han hecho con ella a esta alturas) Que no pasa absolutamente nada, que la vida sigue y que las cosas materiales son eso, cosas. Pero esto no quita para que esté triste. Porque algún desalmado se llevó mi moto dejándome sin compañera de trayecto contra viento y marea...lluvia, y nieve. Daba igual. Con ella siempre.

Todo empezó hace algo más de 6 años. Un 31 de diciembre de 2006 tomé las uvas rodeada de gente que sabía un secreto. Mi moto estaba esperándome en el portal y yo no lo sabía. Mi moto estaba esperándome en el portal y cuando me dieron el casco yo no me lo creía. Y aún no me lo creo. Qué espectáculo. Todos bajando por las escaleras con vecinos que abrían las puertas para curiosear a qué se debía semejante estruendo. Pero es que a la niña le habían comprado una moto para llevarse a Madrid y así descubrir una nueva ciudad sin límites temporales ni perecísticos.

El 2007 empezó sobre ruedas como bien me dijo mi prima Marta

Madrid con Jacinta fue otro. El metro te acerca a zonas, partes, calles de la ciudad pero no consigues conectarlas. Sales de debajo de la tierra y estás en un sitio pero no sabes de dónde vienes ni a dónde vas, como los Siniestro Total. Aunque lo cierto es que ya motorizada me siguió pasando durante algún tiempo porque no fueron pocas las veces que acabé en la Castellana para conseguir orientarme...pero callejear con Jacinta era muy divertido. Me descubrió un Madrid que no se ve desde la acera. Un Madrid que pasa a cámara rápida desde el centro del asfalto con sus edificios engalanados y majestuosos que parecen darte la bienvenida o con sus calles adoquinadas y laberínticas en las que tienes la sensación de perderte. Y lo hacías. Pero acababas llegabando al destino. El final del viaje siempre estaba en el mismo lugar: delante de la puerta. Te bajabas y ahí la dejabas. Te ibas con la seguridad de que al salir estaría esperándotese para llevarte al próximo destino. 

Hasta que un día no estuvo.

El día que Jacinta apareció no me lo podía creer y lloré y di las gracias muchas veces.

El día que desapareció solté alguna lágrima de frustración y de pena y pensé que me habían robado una parte de mi vida...como a Perales.

No es el fin del mundo. No es tan grave. Es una moto. Pero era mi moto. Mi moto cascada, rayada y muy amortizada.

La señora que calceta, del gremio motorístico también ella, me consuela diciéndome que ya habrá otras Jacintas. Pero no es cierto. Tendrán otros nombres y otro aspecto. Pero como esta ya no habrá otra. Porque siempre será mi primera moto. Una vespa, roja, pequeña y molona que respondía al nombre de Jacinta y a la que muchas veces la califiqué como "de pizzero" debido a su corta cilindrada. 

El señor de gafas oscuras dormirá mucho más tranquilo. La cuenta que pagó aquel día le salió mucho más cara que las tres botella que hicieron falta para convencerlo. Casi sin querer había accedido a que su niña, su niña pequeña fuese en moto por Madrid. Cuando volvía a Vigo se empeñaba en darme dinero para un taxi con tal de no cogerla. Pero los veranos con Jacinta suponían viajes a la playa a menudo con paquete y a 30 Km/h. Eran más bien paseos contemplativos animándola en las cuestas pero agradeciéndole enormemente su servicio y, sobre todo, que nos evitase el autobús.  

Y esto siguió siendo así hasta que llegaron los carnets de conducir...para todas menos para mí.

Hay quien verá esto como una señal definitiva para que me lo saque de una vez...pero yo creo que debo guardar un tiempo de luto. 

El día que Jacinta desapareció, yo dejé de ser algo. Dicen que un camino para encontrar lo que eres es descartar lo que no eres. Pues bien, yo ya no soy una motorista...pero espero volver a serlo algún día. 

Me dedicaré a andar que dicen que es muy sano, barato y bueno para el medio ambiente. Y si de una vez por todas llegara el calor, irremediablemente extrañaré ir por la Castellana casi vacía, una noche de verano en manga corta y cantando a grito pelado...y si no lo hace y llueve de manera incoherente como ayer, pues me acordaré de cómo me calaba con ella.

Jacinta ha dado la talla. Ha cumplido con creces su servicio. Me ha hecho la vida más feliz y Madrid era un sitio mejor sabiendo que ella estaba ahí. Era la verdadera vespa especial que me quitaba problemas.

El robo de Jacinta me deja unas llaves, un casco y muchos momentos que no habrían sido posbiles o iguales sin ella.

Y también una conversación para el recuerdo:

 - Esa es tu moto?

 -Sí

 -Qué chula!

 -Ya.

Como si de una madre babosa se tratase. 

Pero es que Jacinta molaba. Molaba mucho. 

Adiós Jacinta! Te echaré de menos! Y gracias por todo!

11 POEMAS DE ERROR Y UN SONETO A LA DESESPERADA

El agua es un bien escaso y natural,
pero beberla del tiempo es un error garrafal.
Los que dejan las jarras vacías en la nevera
Al infierno directos si por mí fuera.

Has pecado por batería, silencio y omisión,
por tu culpa, por tu culpa, por tu gran culpa
tengo que ver la última hora de conexión.

Grande es mi cama y grande el edredón
al cambiar la funda me meto hasta enterrarme.
Me lío, me pierdo y se resiste el muy ca…
¡Por favor que alguien venga a rescatarme!

La primavera, como en un sueño de verano, se ha esfumado
dejándonos con abrigos y cara de pasmados.
Ahora toca aguantar el bochorno descontrolado
que hace que todos estemos algo desajustados

No te esfuerces, llegas tarde,
el bikini es pequeño y blanda la carne
La operación es un fracaso pero ¿qué esperabas?
¿solucionarlo todo a base de ensaladas?

El calor y las terrazas nos llaman a la calle
El jaleo, las cañas y las tapas que repartes
Yo te invito a la siguiente, ¡mira tú que qué detalle!
Lo malo es cuando olvidas que mañana aún es martes.

No te quieras excusar
por comerte letras al escribir,
hacer, haber y hartar
necesitan la hache para vivir.

Es así como un don que tengo,
con cascos y gafas de sol,
puedo ir por la calle haciendo el mongol
porque invisible me vuelvo.

Por la boca muere el pez
pero no los políticos con sus declaraciones
¡ni roja tienen la tez!
y dimitir no está entre sus intenciones.

El AVE a Galicia pronto será una realidad
Necesitamos tres aeropuertos en la comunidad
¿El precio de los billetes? ¡una nimiedad!
Ahora, por favor, que alguien diga una verdad.

El Museo de Cera tiene una tarea pendiente
con tanto comportamiento indigno últimamente
Sacan a los muñecos por la puerta de atrás,
Yo les propongo una sala de los imputados y en paz.

Sonesto funesto

Aún a riesgo de sonar pedante
y me estoy temiendo que un poco osada,
un soneto escribiré esta velada
aunque no me lo demande Violante

La rima fácil da mucho el cante
pero yo tampoco pretendo nada.
Hay que rellenar con parrafada
y tengo que poner algo delante

Mas no todo lo que rima es poesía,
como tampoco lo que reluce es oro
y a mí el engañar no me gustaría.

Así toca despedirse con decoro
pero aclarar una cosa querría:
este soneto no es ningún tesoro.

 

Publicado originalmente en Cerveza Salada


 

ODA AL ATÚN

ODA AL ATÚN

Oh atún que reinas en mi despensa,

gracias a ti la ensalada se compensa. 

Lechuga, tomate y queso,

tú haces mejor a todo eso.

Algunos creen que se me va la olla

por ponerte en la pizza con el queso y la cebolla,

yo creo que ellos no te valoran como yo

¡Eres la base de mi alimentación!

Atún o bonito enlatado,

al fin y al cabo todo es pescado.

Aunque si por casualidad hay ventresca, 

la robaré de casa de mis padres siendo un poco fresca

 

¡Gracias por todo atún!

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

ESO ES TRAMPA

Además de por los estados de Facebook y las fotos de Instagram me entero del frío que hace cada noche al irme a dormir porque necesito suadera y calcetines y cada mañana al desayunar porque me lo dice un tipo sonriente con pseudobarba de 3 días (qué suerte para los que no llegan a guapitos que esté de moda el vello facial)

Luego ya lo voy sintiendo en mis entrañas cuando cojo la moto y evito el peligro de muerte que son las señales en el asfalto con esta pintura blanca/pista de hielo.

Para entrar en calor al llegar al trabajo me lavo las manos pero he aquí el “quiz” de la cuestión…con agua caliente. Entonces no puedo evitar acordarme de mi hermano mediano, que siempre fue más espabilado que el resto, cuando siendo tan pequeños que aún cabíamos los dos en el baño, se reía de mi cara de sufrimiento al lavarme la ídem con agua fría. Textualmente me decía “A ver erez parva? ezto ze haze con agua caliente”. Y acto seguido pasaba a demostrarme el gusto que daba lavarse el rostro con agua climatizada. Para rostro el que él tenía, pensaba yo. Eso era trampa. La cara te la lavas con agua fría porque hay una ley no? Al ir a preguntárselo a mi madre, quien siempre tenía bastante prisa por las mañanas, me contestó con un “pero el agua caliente no despeja igual”. Todos podrán imaginar la carcajada de mi hermano cuando le repetí esa misma frase.

Es trampa.
Es trampa pero no.
Como tantas otras cosas.

Es trampa acaso que todos los taxistas cuando van en verde (que por desgracia ahora son muchísimos) conduzcan a dos por hora para ver si algún transeúnte se cansa de andar? O lo que es peor, que por sistema frenen en seco en cuanto ven que el semáforo se pone en ámbar y tú que vas detrás confiada en que pasará, casi te lo comas? Pues hombre…es trampa…pero no.

O el repintarse las uñas del mismo color cuando el esmalte ya se está desconchando? Sin quitarse el desconche previo? Pues es trampa, claro, porque aunque tapes malamente los huecos, no deja de ser un parche…pero no.

Y que te sirvan la comida muy, muy caliente? Por qué? Por que la comida que no se puede saborear? Pues ya lo decía mi abuelo cuando le servían la sopa ardiendo “Me ponéis trampas!!” Pero por mucho que mire con cara de indignación a quién no me avisó de la ebullición del plato…es otra trampa…pero no.

Y el boli bic verde? EH? con esto tengo yo una cruzada personal porque no pinta bien. Nunca. Entonces yo voy al señor bic y le digo que qué mierda de tinta verde es esta que me vende, que no me time…y él me contestará que haga vaho en la punta, o que lo agite, o que habré tenido mala suerte con ese porque los demás pintan fenomenal pero siempre podré utilizarlo como cerbatana. Pues no señor. El boli bic verde que te comprabas de pequeño pensando que era el color definitivo, se quedaba en el fondo del estuche sin usar porque nadie quiere un boli que escribe dejando una raya blanca por el medio y cuya tinta no coagula bien. El boli bic verde es trampa. Trampa total.

Como también es trampa total que le llamen contrato en formación cuando no es contrato ni es formación. O que le llamen Ley de Amnistía, porque la única que vale es la Internacional, que se dedica a cosas honrosas, no como esta Ley que es una vergüenza. Pero lo dice la Ley. Y con esta frase ya parece que callas a todo el mundo. Qué mal hicimos en este país en acogernos tan ciegamente a la palabra escrita…O qué mal hacemos al no tener unos verdaderos intérpretes de la misma que sean capaces de ajustarla a cada caso.

Pero como todos sabemos, quien hizo la Ley hizo la trampa…y por desgracia los que hacen las leyes son los más tramposos del país. Tramposos totales.

En fin…Siempre nos quedará lanzarles bolitas de papel con las cerbatanas de los inútiles bolis bic verdes el día que venga esa señora con los ojos tapados a la que llaman Justicia…aunque yo siempre fui más de esa otra que camina medio desnuda guiándonos a todos.

Publicado originalmente en Cerveza Salada