ENTRE-VISTA Y VISTAZO "NO REMUNERADO"

Hacer una entrevista de trabajo y mentir sobre alguna aptitud.

Hacer una entrevista para ser becaria sin cobrar y mentir sobre tu actitud.

Encuentren las 7 diferencias.

No tengo ganas de trabajar y cumplir, como le dije.
Tengo ganas de aprender y hacer las cosas bien.
No tengo ganas de trabajos de tres meses y con cola para el relevo.
Tengo ganas de que me enseñen y de un trabajo decente.
Es mucho pedir que no me vacilen…
O que lo hagan sólo a cambio de un futuro?

Pues parece que sí…

“Hay que comer mucha mierda”
“Becarios fuimos todos”
Sentirse culpable por no querer la mierda que te ofrecen.
Por volver a quejarte.
O a reírte que es lo que te queda.
Y los gin tonics de sábado, y los botellones, y las drogas, y “es que hay que ver esta juventud sin valores”
…y todo lo demás también.

Pues vale.

Y otra llamada.
Otra entrevista.
Otro puesto no remunerado.
Qué vergüenza.
Qué impotencia.
Ni si quiera soy de esa cifra. La de los 6 millones.
Porque no estoy parada.
Estoy cubriendo un puesto de trabajo a coste 0 para la empresa.
Muy bien todo.

Para de quejarte.
Para de llorar.
Para de pensar.
Y de preocuparte.
Mejor así.
Tú solo sigue.
Por donde te mandan.
Por donde puedas.
Pero sin hacer ruido.
No vayas a molestar.
Así.
Muy bien.
Ves?
No costaba tanto…
Calla y come.
Come mierda.
Y luego?
Shh!
No se aceptan preguntas.
Ya lo dice el Presidente…

Todo es falso.
Menos alguna cosa.
Y qué cosita es?
Que ya no queda moral.
Y que mañana sonará el despertador.
Otra vez.

Sigamos minando la moral de la juventud de este país ya verán qué bien nos va a ir…

 

Publicado originalmente en Cerveza Salada.



 

 

PUNTO ES

Se acabó “Marea roja”, que me tuvo en tensión perpetua con bombas nucleares, hombres sudando la gota gorda y decisiones que se toman creyendo estar en posesión de la verdad, con todas las consecuencias y hasta el final. Como en la vida misma (ja). Tocaba irse a la cama, pero al otro lado del Atlántico un amigo tenía una duda y quería una respuesta. Al filo de la media noche pretendía que yo le diese alguna explicación a lo que estaba pasando en España, que le preguntan por allí y no sabe qué contestar. Bien, pues yo tampoco “mai fren”.

No sé ni cómo llamarlo, ni cómo explicarlo.

Porque no sé ni cuándo empezó, ni de qué color es, ni si alguien o algo puede hacer cambiar el rumbo de esta dinámica circense, casposa, cutre y carente de cualquier tipo de respeto por parte del espectador, que reina en nuestra política.

Lees artículos, tweets y estados de Facebook. Escuchas tertulias y ves las noticias. Y sigues sin dar crédito. Te levantas cada mañana como si fuese el día de la marmota. Aquí no cambia nada. Todos los días son días de jena. “Jena” es un buen amigo que bautizó de esta forma todo aquello que…bueno todo aquello que rezuma penosidad. Ojo, no se confundan que la línea que divide la jena de lo genial es muy fina.

Por desgracia todo lo que huele a España ahora mismo es una jena auténtica. Una pena. Una desgracia. Un mal sueño.

¿Cómo hemos llegado hasta aquí? ¿Y tú me lo preguntas? poesía eres tú.

Y porquería también.

Porque ría ahora, o llore, qué más da, pero no diga que no sabía nada. Que esto olía muy mal y cada uno tiraba con lo suyo. El problema es que ya no hay por dónde tirar…o tal vez todo lo contrario, hay demasiada manta pero está guardada bajo llave en un cajón al fondo del desván del Parlamento, del Senado, de los Ayuntamientos, de las Diputaciones, de los despachos, de las canchas de padel, de las gasolineras de mala muerte, de los sobres de papel y de todos los medios que no gritaron hasta que no hubo EREs de por medio.

Claro que nos quejamos ahora. Yo al menos lo hago porque me parece que me han tocado algo más que la nómina o la moral. Han jugado con mi futuro, que ya está siendo pero no está pasando.

Hice todo lo que estaba en mi mano para continuar con “la herencia recibida” que en mi caso no es una excusa para malas políticas sino un privilegio. Y ahora me quejo porque muchas malas, egoístas y cortoplacistas decisiones que se tomaron durante muchos años antes y después de que yo naciese me están impidiendo encontrar oportunidades.

Yo me quejo, claro, desde mi posición de becario no remunerado cuyo mail es becario1@xxxxxx.es No vaya a ser que se me olvide, no el puesto, sino el país en donde estoy.

Ese .es te delata amiga.
Y .es una buena mierda.
Y punto.

Publicado originalmente en Cerveza Salada




 

 

PRIMADA

Hace poco anotaba a "los primos" como una de esas pequeñas cosas que hacen que la vida valga la pena. Y es que de estos especímenes yo tengo muchos. De uno y otro lado. Con conexiones bizarras y Vigo como punto de encuentro.

Esta vez, en cambio, fue en Madrid, tras una serie de catastróficas desdichas que acaban con una facción de Garcías viniendo a la capital con ganas de jarana. Esto sólo pasa en las mejores familias. Como la mía.

Los días previos a los eventos oficiales tienen un algo prohibido que te empuja a liarte aunque sabes que no deberías, porque hay que guardar fuerzas para el día siguiente. Aquí esto no pasa. Se sale con el cargador del móvil en el bolso y te encomiendas al poder mágico del Neobrufén. Y punto. Y si la noche empieza con un "Cómo os conocisteis" y sigue con el señor Javier Puente narrando historias a propios y extraños, nada puede ir mal. Además, por si acaso, los vasos de copas a precios madriletas van poblando las mesitas de diseño de un local molón con posters enmarcados, situado en una cuesta que bien podría ser Vigo.

Pero aquello parecía la ciudad donde crecí porque vamos "compartiendo ubicación" y reencontrándonos con otros viejos conocidos. A mi primo de Zumosol le increpan con que lleva un jersey muy feo y él tan dialogante como siempre y con mucha noche a sus espaldas, le contesta que ella en cambio va muy guapa y que el jersey en cuestión se lo compro su mujer que con cara de pasmo explica que lo compró por calentito, no por bonito. Andreia, que no cuela, viste al chaval bien coñe, que con la planta que tiene lo tienes fácil.

Y es que en esta familia, además de tener muchos primos en edades parecidas y con mentalidad noctámbula semejante (el gen Pirulí que le dice el señor de gafas oscuras) han tenido bastante buen gusto añadiendo a los postizos, porque el "Que si tú quieres seguir, yo sigo eh?" no salió de la boca de un García precisamente, sino de un ex-tuno y marinero de aguas bravas que navegaba por las calles de Santiago y tiene en su haber anécdotas que sólo le pudieron pasar a él.

Supongo que Dios los cría y ellos se juntan.

Y por fin llegó. El día oficial de la primada derivada de una no boda. Con una petición de disculpas previa a los camareros empezamos una tarde en la que lo de menos era compartir la comida y lo de más compartir horas. Tiempo juntos, con la familia. Con recuerdos a los que no están, explicaciones a las nuevas adquisiciones del orden de llegada, de lo diferente que era todo antes de que los años nos reuniesen y, por supuesto, con mención a la abuela Nené y a la Virgen del Pilar.

Y de sitio a sitio y tiro por que me toca. O por que me copa. Que allí hubo varias. Y pipas y patatillas a modo de cena. Y hasta un Celta penoso que no le quitó un poco de encanto a esas 12 horas de juerga García. Y risas e historietas, y etiquetas y Carmex para los labios...Y la verdad, sé que hubo más, pero no me acuerdo.

Porque un García Shore como este acaba con cualquiera.

De nuevo, bendito Neobrufén.

Espero que llegasen bien a sus respectivos hogares donde les esperan trabajos, niños y vidas serias...que también sabemos hacer eso.

Un placer volver a verles tan bien primos.

Ah! sí que hubo algo más. Unanimidad absoluta: Hay que repetir.

DON A+ SAN G.R.E.

He vuelto a donar sangre y me he sentido bien.

He vuelto a querer matar a los padres del niño que no para de llorar a mi lado en la caferería y al garete con el buensamaritanismo.

Aunque no veo mucho mérito en dar algo que tu propio cuerpo produce…con la satisfacción de poder pensar que tu ultra común grupo A+ va a ayudar en alguna operación y además te dan agua y un boli! (atrás quedaron los años sin recortes en la Avenida Complutense en los qe poco más y te decidías a donar por el bocadillazo y la chocolatina de después).

El niño sigue llorando, por cierto. Y quiero dejar bien claro que no prefiero esas escenas de tensión entre parejas con niños que se echan la culpa mutuamente porque su hijo llora…pero no sé, no sé…yo no recuerdo ir a restaurantes con mis padres (al margen de las multitudinarias comidas de domingo donde había otros millones de niños gritones y la gente sabía a lo que iba) y si un niño empieza a llorar en un sitio donde otra gente va a estar tranquilamente, pues creo que lo lógico es que alguno de los aportaron genética se lo lleve fuera hasta que se calme. Pero bueno, yo no soy madre. Lo seré algún día y espero no tener que tragarme mis palabras…

Pero es que lo queremos todo. Queremos trabajos buenos, casas buenas, coches buenos, ginebras de diseño, salidas a tomar café y pasar tiempo con los niños…pues mira amigo, todo no puede ser.

A veces hay que pararse, respirar, centrarse un poco e ir por partes. Tomarse lo que toque a cada momento.

El niño se ha callado y yo debería hacer lo mismo. Pues no ha mucho tiempo (ayer mismo) me estaba quejando sobre esta vida mía que en estos momentos no se mueve, o al menos no al ritmo que quiero, o no está exactamente donde a mí me gustaría y lo que me toca comerme ahora (que no está tal mal oiga) es algo así como un aperitivo sin mucha gracia…un pan reseso como para matar el gusanillo.

Y me muerdo la lengua al recordar el mejor-peor-insulto-cierto que me dijo una buena amiga hace unos días y es que soy “una ansiosa de la vida estable”

La vida estable no existe. Ni si quiera son los padres. Todos tenemos nuestras pequeñas batallas diarias con lo que tenemos en el plato. Porque cuando estamos por el segundo, nos arrepentimos de haberlo pedido, y cuando tomamos el primero, soñamos con el postre.

El niño sigue sin llorar y el último recuerdo de la tarde lo dedico a ese señor de gafas oscuras que me repite las cosas una y otra vez para que no se me olviden. Y por esta misma razón es por la que empecé a escribir hace muchos años, porque mi memoria es un fraude y yo sola me convenzo de una cosa y al día siguiente de todo lo contrario. Entonces él equilibra la balanza hacia el otro lado…porque tal vez peque de prudente o desconfiada pero mis apuestas nunca son al 100% por nada ni por nadie…mucho menos por las cosas que yo digo o pienso (que son demasiadas).

Le duró poco. Vuelve el llanto. Me muerdo la lengua otra vez pero con cuidado de no hacerme sangre que ya perdí mucha hoy.

Acábate el café y ponte a apostar por ti misma anda, que al fin y al cabo las probabilidades están infinito a 1.

 Publicado originalmente en cerveza salada



 

 

LAS TARDES EN CASA

Las tardes en casa cuando hay cosas que hacer empiezan con un "bueno, un capítulo y me pongo"

Luego resulta que te topas con esos papeles blancos, grises y naranjas (que no verdes, rojos y amarillos como diría Serrat) que compraste en Ikea sin saber muy bien por qué. O tal vez sí, porque eran papeles y porque eran baratos. Así que con unas tijeras te pones a recortar para hacer un montaje absurdo con los que te encanta procrastinar

Te haces un té y de paso otro capítulo porque esta serie (The Good Wife recomendablérrima) te saca la abogada que llevas dentro, o mejor dicho, la guionista que querrías ser. O la escritora de personajes completos y complejos tal vez. 

Coges la plumilla y te manchas los dedos mientras escribes palabras que empiezan por Irre-

Y-resulta que no son tantas las que te salen…pero vaya fuerza que tienen. Describen esos mismos personajes sobre los que quieres escribir o tal vez, simplemente, como eres en realidad, o cómo te gustaría ser, o cómo serías si…

irreverente, irresistible, irreductible, irresoluble…irrepetible.

(No hagas trampa que esa te la chivaron)

Irrepetibles son las charlas con la señora que calceta en las que empiezo diciendo que el tomate y el pescado que me mandó estaban buenísimos pero con el tercer "qué tal" la cosa empieza a torcerse y la voz empieza a temblar. Aunque de irrepetibles no tienen nada porque son muchas ya y siempre surgen igual. Que sí…que todo bien…pero claro…es que no sé…Pero bueno, hay que seguir…Que ya verás, que esto es así, tú tienes que ver, son las circunstancias (ya, pero es que yo soy yo y mis circunstancias como dijo aquel)…que no te preocupes que todo sale…que venga que te paso con tu padre. Y te pone con ese señor de gafas oscuras que tan claro lo ve todo aunque te confiese que él también está "acojonado". Te vuelve a repetir lo de siempre. Lo que tú ya sabes. Lo que tantas veces has oído y hasta repetido tú misma a otros. Y lo hace con esas metáforas tan suyas que le hacen confundir "La vida es Bella" con "Qué bello es vivir"…y al darse cuenta aprovechar la jugada y decir que no importa, que son dos buenos ejemplos de que lo que hay que hacer por encima de todo es vivir. 

"Ya…"

Y tú ya sabes todo esto pero te duele la garganta recordándolo. Porque no sabes aún muy bien cómo funciona esto de pasar de reivindicar el seguir hacia delante un día y al siguiente querer pedir papas y al otro explicaciones. Pero te vas acostumbrando y a cada día que pasa te vas haciendo más realista y tristemente más escéptica. 

Aunque no dudas que hay muchas cosas ciertas en eso que te repite una y otra vez el jefe cuando te ve algo baja. No dudas porque sabes que es un señor muy sabio y también muy viejo. Y porque también te lo repite tu santa madre que tiene más fe en ti que tú misma y con que un 10% de lo que espera que te pase, realmente ocurra, ya te das con un canto en los dientes.

Vaya suerte tienes mecagoendiez. 

Y es que a lo mejor, tú misma sabías hoy, cuando pegaste el collage al lado del flexo (que es la única luz que ves clara por ahora), que al terminar de hablar con tus padres necesitarías leer que "el Sol saldrá mañana"…

Y si no pasado. Seguro.

ALGUNAS PEQUEÑAS COSAS QUE HACEN QUE LA VIDA VALGA LA PENA (VOL V)

Primera edición aquí

Segunda edición aquí

Tercera edición aquí

Cuarta edición aquí

 

- Los columpios del parque.

- Niños pequeños en los columpios del parque.

- Volver a ser niño en los columpios del parque.

- El cocido de mi madre

- La última hora de trabajo antes de las vacaciones

- Una cafetería agradable en la que pasar horas.

- El desayuno de los hoteles.

- Hombres duros que se transforman en abuelos babosos

- Un jersey bonito y que no pique.

- Niños pequeños disfrazados de superhéroes.

- Conversaciones que te convencen de que al final todo saldrá bien.

- Los huevos fritos.

- Los carteles antiguos con tipografías antiguas.

- El club del día 1 de enero y negar la resaca a base de más de 150 cañas y muy buena compañía.

- Gente en paro a la que le toca la lotería.

- Las frases familiares como "Hemos comido, cuándo cenaremos?" que pasan de generación en generación.

- Niños de uniforme jugando en la calle.

- El pan caliente.

- Un Cola Cao con muchos grumos.

- Los emprendedores.

- Los desayunos a las 5 de la mañana comentando la noche.

- Los vídeos de los desayunos a las 5 de la mañana con gente que intenta hablar y comentar la noche.

- Los primos.

- Que Blanca llegue a casa con vino y queso.

- Las 12 uvas (y eso que no me gustan)

- La cara del novio cuando entra ella.

- Esperar en el baño al lado niñas de 16 años y sonreir acordándote cómo era tener esa edad.

- Los niños el día de la cabalgata de Reyes.

- Ir en moto por la Castellana sin tráfico, de noche y con los edificios iluminados.

- Que el autobusero se compadezca de ti y te abra la puerta.

- Esta foto

- Pensar en cómo serán de mayores.

NO TE GUARDO RENCOR

Querido 2012:

No te guardo rencor.
Cómo hacerlo?

Ya sé que mucho me quejo...pero no te lo tomes como algo personal...lo hago siempre.

Me has dado muchos momentos. Buenos, malos, regulares, buenísimos y muy regulares. Ninguno muy malo. Ningún susto. Así que por esto tengo que darte las gracias. Alguna despedida, pero de las que se hacen con una sonrisa...y por la que hoy especialmente puede que caiga alguna lágrima...pero de nuevo, no te lo tomes como algo personal, pues cada 31 de diciembre algo se muere en el alma pues otro año se va.

Y es que son 365 días juntos. Muchos planes y proyectos fallidos. Muchas noches inesperadas. Muchas lágrimas y risas, muchos días completamente "sin más" y otros en los que te replanteas muchas cosas. Muchos cambios (especialmente este año) a los que hay que adaptarse. Muchas alarmas que se alargan 5 minutos más, 52 domingos a los que pides compasión...muchos trenes y autobuses de la muerte para reencontrarse con caras nuevas y otras que se recuerdan desde hace muchos años atrás...todo para robarle unas horas al tiempo, que parezcan un instante y ahora sean un recuerdo.
Muchos mensajes escritos, pero de estos quiero más...que bien sabemos tú y yo que leído todo sabe mejor...
Muchas palabras dichas...e ideas calladas a la espera de forma.
Alguna que otra agradable sorpresa y lo más repetido "espera, todo llegará"

Mucha familia...eso no cambia. Y rodeada de ella te despido.

Muchos momentos vividos a la sombra del 12...y todos ellos me hacen estar hoy, aquí, diciéndote adiós...sin rencor.

 

"ES LO QUE HAY"

No saber qué pasa.

 

Ni saber qué te pasa.

Parecía todo claro. Las instrucciones estaban ahí, no faltaba ninguna pieza. Tienes todo para ser feliz, te repetías hace poco. Y lo sigues manteniendo. Entonces...qué?

Qué es? Qué es lo que te pasa cuando te da por pensar un poco. Cuando algo absurdo desata un cataclismo que no te deja volver al estado de calma aparente en el que pareces estar.

Qué es? 

Es todo.

Es saberte una privilegiada. Es serlo, de verdad, sentirte mal al recordártelo y vuelta a empezar.

Es conformarte y dar gracias y que te miren con pena mientras te repiten "Es lo que hay"

Lo que hay es poco. Pero es lo que hay. Coge lo mínimo sonríe y disimula la cara de idiota.

Porque eres una privilegiada y esto que tú tienes, esto, es suerte.

No te quejes. Hay muchos peor que tú. Saldrás. 

Por supuesto que saldré. Si no lo hago yo quién? Si no lo hacemos nosotros, los privilegiados, entonces qué nos queda?

No estoy pidiendo nada. De todas formas no me lo darían. Estoy conformándome. 

Estoy asimilando. Que es esto y nada más.

Cuando te des cuenta habrán pasado los años y ni te acordarás cuándo te dieron tu primer sueldo, ni cuándo pudiste alquilar una casa. Pero esos momentos llegarán. Seguro. Si no es para ti, entonces para quién?

Entonces qué es?

Es todo.

Es cansarse de intentar ser positivo.

Es hartarse de la misma conversación. Una y otra vez.

Es conformarse con unas cañas para volver a confiar.

Es tener gente alrededor mucho peor y tirarte de los pelos por ser tan idiota.

Es hablar y hablar sobre problemas y ninguna solución. 

Es no tener qué ponerte. 

Es caer por un precipicio y que vuelva a sonar el despertador.

Es lo que hay.

Es no preocuparse por el dinero. Es hacerlo continuamente.

Es tener todo y no saber nada.

Es no hacer lo suficiente.

Es quejarte de vicio.

Es poner la lavadoras y tender ropa gris.

Es leer el periódico.

Es mandar al mundo a carallo, reírse y pensar que llega el viernes.

Es encontrar consuelo al otro lado del teléfono.

Es que se acabe un año malo y que venga otro con demasiadas expectativas y poco que ofrecer.

Es querer confiar y no poder...o no saber.

Es saber que te adaptarás y que todo esto te servirá.

Es que mañana vayas a Vigo y te engañes un poco en el hogar comiendo bien y comprando con papá.

Es saber que volverás.

Es comprender que a lo mejor, de verdad, esto es lo que hay.

Es tener la esperanza de que a lo mejor no.

Es vomitar todo en un blog y que te sirva como recuerdo para tu yo futuro...porque no lo dudes, lo habrá.

 

ESTO IBA A SER UNA ENTRADA SOBRE EL FRÍO

Como ya hace frío, la visera del casco no se me empaña en los semáforos. Pero he vuelto a experimentar lo que es ir tiritando en la moto. Las bicicletas serán para el verano pero Jacinta me presta servicio sea cual sea el parte meteorológico. Y hay que ver lo poco que se lo agradezco definiéndola siempre como una vespa de pizzero debido a su mínima potencia. En fin, Jacinta, "

yo sin ti no sé como teneeeeermeee...con el alma en pie...sin ti me cueeeesta respirar..."

Esto de aquí arriba es un claro ejemplo de los problemas derivados de volver a poner a David Bisbal en el candelero, que revivimos tiempos pasados en los que éramos más jóvenes e íbamos mucho peor vestidos y que la gente hace la V en las fotos aún más si cabe. 

La V no se debe hacer jamás. Que qué tengo yo en contra del signo de la victoria en las fotos? pues todo. La V es mal. Es fatal. Es de teenager en baño haciéndose autofoto y poniendo morritos. Pero claro, me tengo que callar porque a muchas de las personas que quiero y respeto les encanta hacerla. Sin haber ganado ninguna carrera ni nada...la hacen porque sí! En una mano la copa y en la otra, zasca! los dos deditos. Y aunque dije antes que tenía que callarme, en realidad no lo hago. Les digo claramente "No hagáis la V" pero como son así como medio parvas, pues la hacen aún con más ganas y hasta por duplicado. 

Pero como decía antes de encenderme yo sola por algo absurdo (algo en lo que tengo un Master), hace frío. Y huele a castañas. Y vuelve la cremallera del abrigo a atascárseme. Quién inventó la cremallera? Este señor. Y qué le debemos? Nada. Nos debe él a nosotros más bien por la cantidad de disgustos que nos trae. A diario. Yo soy más de botón, oiga, qué quieren..sus formas, sus colores, lo decorativos que son, cómo muta una prenda cuando los cambias por otros...no sé, vale que son un peñazo cuando se caen o cuando te recuerdan que has engordado...pero al menos dejan más lugar a ese particular tira y afloja con la báscula. La cremallera directamente es que no sube. Que no te empeñes, que no subo ni un diente más, que hasta aquí hemos llegado. Y tú que haces? pues le partes ese mismo diente. Los atrofias y adiós cremallera. Venga seamos sinceros, cuántas veces habéis dicho "Hay que ver lo bien que sube esta cremallera!! Qué gusto!!" 2? 3 veces? y cuántas "Me pííííííí ya estamos otra vez con la piíííiííí´de la cremallera, píííííííi´" cienes de veces. 

La cremalleras son un artilugio que ahora esta muy de moda pero de forma decorativa. Vamos que te lo ponen detrás, en una camisa por cuyo cuello no es que quepa tu cabeza sino que poco más se te escurre hasta los pies y no te has enterado. Han relegado a la susodicha al puro ornamento y yo que me alegro. Porque han prestado un servicio terrible, porque por ellas se cuela el frío, porque se abren cuando menos te lo esperas y no lo hacen cuando quieres. Y esas, sí, sí, esas que se "se camuflan" en los vestidos de fiesta y que son ultra finas con ese mini-enganche-asqueroso-y-hasta-dañino del mismo color que la tela...a esas habría que prohibirlas directamente porque van de mosquitas muertas, de que no quieren ningún tipo de protagonismo pero que lo tienen TODO en el momento clave...porque NO-SUBEN-BIEN-NUNCA. Esas pequeñas pííííí...cuánto dolor han generado.

Y yo soy justa eh? Sé que las cremalleras protagonizado algunas de las escenas más emblemáticas de la pantalla (Quién no ha hecho un "Busco a Jack's"? Eh? quién?) o algunos de los anuncios más obscenos y evidentes jamás vistos, porque esas braguetas dan mucho juego...pero a pesar de todo, yo digo NO A LA CREMALLERA.

Aunque haya vuelto a encenderme quiero dejar claro que no es que yo esté en contra de todo y de todos. Simplemente creo que los objetos son malvados y están en este mundo para generarme frustración, para que los pierda, los rompa, me choque, no los encuentre, me pille o no consiga hacerlos funcionar. Son ellos, esos. Viejos conocidos por todos. Las llaves, las tijeras de la caja de costura, el pomo de la puerta, las moneditas de cobre, las pilas, la pata de la cama, LA goma del pelo, el calcetín solitario y aventurero, el menú de la televisión, el super glue...tantos!!...pero al frente de esta banda de facinerosos, está ella...la píííí cremallera y la madre que la parió.

PER FUMÉ

Lo de los olores es un tema importante de narices (bien, empezamos bien)

Pero es cierto. Hay olores que nos transportan a lugares y tiempos lejanos, evocan momentos agradables y reconfortantes...otros en cambio te hacen descender a los infiernos y ponen tu estómago del revés.

No nos vamos a centrar en estos. Todos hemos entrado a un baño después de que alguien despidiese un amigo del interior. Todos tenemos algún hermano cerdo que utiliza sus bombas de humo para darse a la fuga dejando al enemigo K.O. Todos hemos entrado en un cuarto con seres destilando la noche anterior. Todos hemos pasado por callejones inmundos donde solo hombres sin ningún amor por las suelas de sus zapatos pueden ir una y otra vez a responder a la llamada de la naturaleza.

Hoy me quiero centrar en esos olores que nos autoimponemos. Como si te dejasen escoger tu nombre, llega un día en que escoges tu olor.

Yo hasta hace poco era de Gotas de Oro. Y seguiré siendo toda mi vida, porque es como el Celta, el equipo de casa. Ese bote gigante de cristal indestructible (lo digo por experiencia) reina en los baños de mi hogar como en otros lo hace la clásica Álvarez Gómez (que sería como el Depor...y ya vale de símiles deportivos).
En un afán por que no me capturasen los olores de la noche...hablo de cuando se fumaba en los bares...no, ahora en serio, os acordáis cuando se fumaba en los bares? Os acordáis cuando el las fotos salía una cortina de humo? Os acordáis cuando se iba con la cámara en el bolso? Bueno pues quien compartía bolso-maleta con esta última (y con otras muchas cosas) era un pequeño frasco de colonia.
- Nenuco? me decían, y yo tenía que contestar defendiendo el cursi nombre de mi colonia-de-casa. A veces me cansaba y contestaba que sí. Pero Gotas de Oro es mejor, que quede clarito. Y siempre la defenderé. Menos cuando maldigo su nombre, o mejor dicho, el mío, al comprobar que se me ha vuelto a abrir el frasco inundando el bolso. Cosa que ocurre muchas veces. Pero muchas.

Lo que pasa es que llega un momento en que mi madre pretende que me convierta en una mujer de bien y me da a probar alguno de sus perfumes. Entonces ya entramos en palabras mayores.
Porque el perfume es cosa de mayores. No es "tu primera colonia, Chispas", es una decisión difícil. Después de varios intentos, hay una que me convence.

El problema viene cuando tras ponerme la miel en los labios, después incluso de regalarme un bote...cuando bajo del tren después de un largo viaje y me dice que qué bien huelo aún y yo le cuento lo mucho que me gusta, cuantísimo dura y lo mucho que me la pongo...me viene con que "no es una colonia de diario".
Pero vamos a ver, señora. No puede ser. Ahora qué hacemos?
- Pues yo me la pongo todos los días.
- Pero Carmen, es muy cara.
- Pero mamá qué precio tiene el oler bien. Eh? Ponle un precio!! Te lo diré: No lo tiene.

Entonces observo cómo la señora que calceta se va por el pasillo a carcajadas... soltando un último y definitivo "Pues hasta que se te acabe"

Chan chaaaannnnnnn......

Yo hago mi "Cálculo Vital" que consiste en saber cuántas copas me tengo que dejar de beber para comprarla. Confirmo que son muchas. Entonces confío en que las Navidades están cerca y que mi padre es un ser mucho más razonable que mi madre en cuanto a lo de "gastar en la niña" se refiere. Tema zanjado. Colonia de diario. Que son 5 "flishes" al día? Nada.

Hablando de copas y de olores, tengo unos amigos bastante exquisitos que ahora sólo quieren ir a lugares donde las mujeres huelan a perfume. Claro que indagando un poco más, la exigencia se acompaña con que sean despampanantes y, a poder ser, les encuentren tremendamente graciosos y atractivos. La cosa se complica.

Con la proximidad de los 30, hombres y mujeres nos distanciamos. Unos tiran hacia abajo y otras hacia arriba. Es en estos casos cuando se convierte en una labor difícil coincidir en el sitio a donde ir. Porque aunque en los suyos si me dejo de tomar una copa ahorro el doble en mi "Cálculo Vital", en los míos la gente es más normal en cuanto a peso, guapura y estatura pero la música es mejor. Cuestión de prioridades.

Oler bien es importantísimo. Que se lo digan al "güey" de mi (antiguo) trabajo. Me comenta con el acento más mexicano que existe (que sí, que hablan como les imitamos) que qué preferiría: no tener de la rodilla para abajo o que el dedo índice te oliese a (y cito textualmente) "mierda pura, que no te lo pudieses lavar, ni tapar, ni nada y que nadie se te pudiese acercar"...yo digo que lo del dedo ni de coña y me contesta que mucha gente en el metro decidió conservar su pierna.

Y es que es inevitable oler. A veces lo haces inconscientemente, como en un abrazo que siempre va acompañado de una pequeña inspiración que te dice que estás con ese alguien. Olor a madre, a padre, a casa o a hermano...a no ser que este último lo que te de sea un abrazo de oso de los que te dejan sin respiración. Ahí temes por tu vida pero no hueles nada.

Y para terminar con el tema. Quiero hacer una mención a los anuncios de colonias. Porque hace poco recordé el de "En las distancias cortas es cuando una colonia de hombre se la juega...Brumel" o el clásico "Algún día, te arrebataré tu esencia! EGOISTA!!...Egoist, platinum, para el hombre"
Hay que darles las gracias por traernos cada Navidad a esos hombres y mujeres que te cuentan que en su micromundo de gente guapa y rica no hay crisis ni nada y que si te pones su colonia serás uno de ellos y vivirás feliz y olerás bien para siempre. Muy fan.

PD: Lo de que las cosas buenas vienen en frascos pequeños no excluye que las cosas normales vengan en bolsas de Zara, de Bimba etc...Eh?Señoraquecalceta-y-que-pretende-que-las-compras-de-Noviembre-cuenten-como-de-Reyes? que nos conocemos! Bultos pequeños y grandes el día 6 de Enero. En la variedad está el gusto.