BLANCA

Tengo yo un grupo de amigas que ya son amigas, "para siempre". Quiero decir que puede que vayan a más...pero dudo mucho que haya alguna baja. Muy grave tiene que ser lo que haga alguna de ellas para que dejemos de ser amigas (y de pronto me acuerdo de aquella terrible sentencia infantil: "Pos ya no soy tu amiga") A lo que me refiero es que ya somos mayores, hemos compartido mucho y nos reímos juntas, nos entendemos y nos aguantamos a pesar de todos nuestros defectos que son muchos y de sobra conocidos. Pues bien, entre estas amigas a las que yo en un alarde de ingenio bauticé como "Zorrupias" y así se quedó en ese grupo de Facebook que menos mal que es secreto porque los documentos gráficos ahí expuestos no son aptos para todos los públicos, hay una que se llama Blanca.

Y debiendo aclarar que todas esas "amigas para siempre" (du yu guont tu bi mai fren) se merecen varias líneas, resulta que le tocó a Blanca. Porque hoy he venido aquí a hablar de mi amiga. De mi amiga Blanca

En realidad dejó de llamarse así hace mucho tiempo. En el móvil fue Berenguela desde el día que descubrí (yo) que ese era su segundo nombre. Incluso pasó a ser Lourdes durante un breve espacio de tiempo cuando rondábamos los 17, porque a esa edad descubrió (ella) que ese era su tercer nombre. Cogí prestado el "Blancademierda" creo que de su hermano Gonzaga y alguna vez me referí a su persona como "El Blanquismo" como si de una enfermedad se tratase, derivando en Blaquitis, Blanquicela, Blancarro, Bláncer...pero lo que más hacemos es llamarnos por insulto. "Tú eres idiota?" "Eh!" "A ver quieres hacer esto de una vez?" "mira tú a mí no me mandas". Somos así. De insultarnos. De hacernos burla hasta el infinito sobre las cosas más absurdas. De tratarnos con hostilidad y de no demostrar el cariño a no ser que el alcohol nos haya invadido. De no tocarnos a no ser que toque abrazo, y entonces le digo..."Ay...Blanca"...y la estrujo un poco, aunque siempre le digo que no sabe recibir abrazos.

Porque Blanca es así. Come mal y decide peor. Tiene sus neuras que a veces le da vergüenza contar pero que yo entiendo muy bien...aunque con alguna le digo que no, que por ahí no paso y que eso hay que cambiarlo. Entonces se lo repito mucho y me dice que "yaa..." pero no cambia. Porque Blanca es así. Vergonzosa y come-uñas-que-son-garras. Analista de todo y de todos. Con memoria de elefante y sentimientos con efecto retardado. Disfrutona de sus costumbres y de lo conocido. Perezosa en el "por conocer". Graciosa, nerviosa y antisocial hasta el punto de hacernos pedir pitillos por ella. Entonces yo me rebelo y le digo que no, le suelto uno de esos "eres idiota?" y ella me dice "pero qué más te da?"...y entramos en uno de nuestros miles de episodios en que nos enfadamos (levemente...no recuerdo haberlo nunca en serio), yo porque me desespera cómo es y ella porque le riño y porque pongo malas caras. Luego hablamos (bueno hablo yo) hasta que ella estalla y dice "A veeer!!..." y tiene que decirme lo que le pasa. Porque yo soy de hablar. De hablarlo todo. Y Blanca no. Blanca es de callar. De callarse todo.

Menos por escrito. Blanca escribe mucho, con gracia y con ingenio. Como es ella. No sé cuántas horas habremos podido hablar a lo largo de nuestro cuarto de siglo, pero las conversaciones escritas ganan por goleada. Desde esas cartas adolescentes archivadas en carpetas hasta esos interminables chats que se perdieron en el ciberespacio. La palabra escrita es el medio que ha conseguido que a pesar de separarnos en la universidad (tú a Santiago y yo a Madrid) tengamos un diálogo constante sobre todo, como cuando compartíamos pupitre en el colegio. Y cuando digo todo es TODO. Desde esas épocas de exámenes con alternancia en el papel de animadora "pero si es lo que me decías tú el otro día, que hay que seguir, que esto no es nada", o esas conversaciones que empezando con un "qué tal?" acababan en un análisis de nosotras y del mundo...hasta esos esporádicos "hola!", "carmeeeen...buaj" en el muro de Facebook, los absurdos pero imprescindibles informes sobre el estado de la Nación (rosa) con el tema fetiche de si Lydia Lozano ha vuelto a llorar por el caso Ylenia, pasando por los "Blanca creo que me voy a tomar 2 yogures en vez de uno eh? así de colgada estoy" y sin olvidarnos de mi preferido "Teorías sobre la vida". En este apartado encontramos hits como no fiarse de la gente que no habla de caca, los beneficios del insulto continuo, la invisibilidad que otorga el llevar gafas de sol y cascos (por lo que si cantas en alto no pasa nada) o definitivos y sentenciosos "está claro que siempre voy a querer una caña más"

Después de leer algo de Blanca siempre sonrío. Después de hablar con ella siempre me quedo mejor. 

A Blanca le gusta mucho reírse de (sus) coñas muy absurdas pero no sabe sonreír en las fotos. Blanca conspira para salirse con la suya pero cede por el bien común siempre. Le gusta estar con sus amigas y olvidarse de todos los nervios que le producen los miércoles, cuando va a cantar temas a jm (así, en minúscula) y teme que la echen de la oposición. Ah! porque no lo había dicho, Blanca es una opositora. Una opositora que echa de menos la vida. "Porque a mí me gusta mucho la vida entiendes? Quiero volver a la vida Carmen!" me dirá en todas las ocasiones que la llevo por el mal camino y acabamos bebiendo cuando no se debe, preguntándonos mutuamente si queremos otra caña y contestando que "claro, que siempre voy a querer una caña más". A Blanca le gusta pensar en su futuro solucionado pero le entran unas dudas terribles con su presente. Pero Blanca sigue. Porque Blanca puede. Porque lo pasa mal pero continúa. Porque a fuerza de voluntad no le gana nadie. Y a contar historietas tampoco.

Blanca es mi amiga. Y estoy orgullosa de ello. Y de ella. Creo que nos pasa a todas. 

Tengo una amiga de la que empecé a escribir una entrada el día que me anunció que había suspendido un examen y terminé de escribirla el día que se fue de Nueva York, después de decírmelo una mañana cuando todavía no había amanecido. Que venía. Venía para alegrarme la cara y el alma, un tanto morriñenta últimamente. Venía para que comiésemos, paseásemos, riésemos, comentásemos, nos hiciésemos fotos, flipásemos, nos quisiésemos cortar los pies, comprásemos, descubriésemos, bebiésemos y nos mirásemos sabiendo lo que está pensando la otra. Venía para ver esta ciudad, para tomar pavo en Acción de Gracias y ver el Empire State desde todos los puntos posibles. Para contarme cómo está y para que volviésemos a hablar de todo y de todos. Y a callar cuando apetecía. Para que acabásemos agotadas y ya casi sin ganas de nada para luego terminar en un mano a mano surrealista. Para que tengamos "algo para recordar". Para recordarme cómo es tenerla todo el día alrededor. Para recordarme por qué me gustan tanto Vigo y mis amigas. Para decirme que no queda nada. Para que volviésemos a ser esas dos niñas de uniforme azul marino en la salita verde de su casa haciendo que hacían los deberes mientras una hablaba y la otra pintaba. Para que estuviésemos como siempre. Esas dos.

"Las mismas...pero mejores"

Paso de ti pero te hago una foto mientras tú pasas de mí

Paso de ti pero te hago una foto mientras tú pasas de mí

ALGUNAS PEQUEÑAS COSAS QUE HACEN QUE LA VIDA VALGA LA PENA (VOL IV)

Primera edición.
Segunda edición.
Tercera edición.

- Salir a la superficie después de una competición de aguantar la respiración bajo el agua 

- Sentarse después de 2 horas de museo a paso de exposición (ya saben, me paro, ladeo la cabeza, me acerco, me alejo, leo y sigo. Y repetimos) 

- La cara de agradecimiento de la persona mayor a la que acabas de ceder tu asiendo en el metro

- Tener la razón en una discusión sobre un dato absurdo

- Una oferta de trabajo. Sin pedirla

- Encontrar aparcamiento a la primera y al lado de la puerta

- Que te digan "se te echa de menos" o "sin ti no es lo mismo" y que sea de verdad

- Ver, por casualidad, haciendo zapping, un buen documental sobre un tema que te interesa

- Que tu hijo corra emocionado a tu encuentro cuando llegas a casa (y no para pedirte algo)

- Que te pongan una españolada cuando estás en el extranjero y cantarla como si te fuese la vida en ello

- Que te presenten a alguien interesante cuando ya habías perdido toda esperanza en una fiesta

- Escuchar una conversación de niños pequeños donde dan su particular visión del mundo

- Ser los últimos en la pista de baile de una boda. Con poca vergüenza y muchas copas encima

- Arrancar una carcajada del que está al otro lado del teléfono

- Una anécdota de tus padres que te ayuda a imaginártelos de jóvenes

- El momento en que crees que acabas de tener una idea genial

- Que te tiren los trastos inesperadamente y con gracia

- Nietos y abuelos que se (re)conocen por Skype

- Encontrar el regalo perfecto para alguien

- Una conversación sobre algo que te interesa con otros interesados

- Un "Te quiero" cuando no lo esperas, pero lo necesitas

- Imágenes antiguas de televisión

- Cuando las cosas simplemente encajan

- Estrenar ropa

- Un niño pequeño chapoteando en el agua. La felicidad

- Pillar a alguien bailando o cantando cuando creía que estaba sólo

- Un buen tweet. O en su defecto, uno muy malo que desencadene hordas de tweets ingeniosos

- Volver a casa después de una larga noche de juerga y encontrar que tu madre ha hecho macarrones. "Eran para hoy" resonará en tu cabeza, pero tú piensas que "ya es hoy"

- Que te vengan a ver por sorpresa

- Sweet Caroline por Neil Diamond

- Bridge over troubled water por Elvis Presley

BACK TO EL FUTURO

Todo el mundo habla de él pero parece que no llega. Lo visten de luto o de un blanco cegador desteñido de lejía. El futuro es ese ente amorfo y extraño en el que se depositan interrogantes, miedos, incertidumbre y esperanzas. Porque no queda otro remedio que hacer eso...esperar por él.

Pero lo cierto es que no hacemos otra cosa que vivir el futuro de alguien. Alguien a quien dejamos atrás y que confiaba en nosotros. Yo, por ejemplo, estoy viviendo el de esa niñ(it)a de 3 años que llevaba lazos escoceses y pintaba a todas horas, el de esa niñ(at)a de 11 que decía que en el Fin de Año de 2000 iba a salir, el de esa adolescente que suspiraba por crecer y cuyo mundo parecía girar más lento que el del resto de la humanidad y el de esa joven que con su recién estrenada mayoría de edad se fue de casa para hoy, 7 años después, estar pensando en la vuelta...

Porque de pronto comprendí, como ya dijeran Almodovar y Macnamara en un tiempo hortera, colorista y plasticoso, que el futuro ya está aquí. Porque el futuro es el presente elevado a la enésima potencia. El futuro es el presente pero lleno de oportunidades. Entonces se filtra y tal vez sean menos, pero ahí están, rodeándonos, muchas oportunidades. Aquí. Ahora. Y decisiones. Y consecuencias. Estas últimas son el contrario a las oportunidades. Son las que recibimos del pasado. De haber o no haber hecho algo. Y las procesamos ahora.

Blanca me envía por uno de estos artefactos tan del futuro pero que hoy día tenemos al alcance de la mano, una foto directa desde el pasado. Ahí estamos 4 tipejas en un catálogo de colegio...de esos que tantísimo daba que hablar cuando todavía no salíamos en él y se lo robábamos a la hermana pequeña de uno "de los de Jesuítas" en el recreo para fichar a todos los niños que nos hacían tilín o tolón, y que después tantos quebraderos de cabeza nos dio cuando nos tocó salir retratadas en él...con la presión que ello suponía!! "qué vas a ponerte" y "hay que salir bien"...que lo va a ver todo el mundo y lo que es peor...es para siempre! Consecuencias...

Y era cierto porque aquí estoy sonriendo desde el futuro, viendo cómo éramos. Sin flequillo, con caras más redondas, expresiones que hace años dejamos de tener y el corazón con unos cuantos millones de latidos menos...aunque seguramente en el momento de la instantánea fuese a salírsenos del pecho. Y qué me creía yo entonces? Pues que el futuro iba a llegar e iba a decirme lo que tenía que hacer como hasta ahora había sucedido: 3º de Primaria...2º de ESO...Bachillerato...y así ocurrió...1º de Bellas Artes...3º de Derecho...Pero no. Lo cierto es que nadie ha tomado las decisiones por mí. Ni si quiera mi yo futuro sino mi yo de cada momento, a cada momento. Yo decidí cuando tocó lo que tocaría.

Así que nada de dejarle las cosas al que venga después, como me encanta hacer..."ya decidirá la Carmen del futuro" pienso a menudo...Pues bien, amiga...la paradoja es que la Carmen del futuro no es más que tú misma ahora. Ahora? sí, ya. Pero ya? Ahora mismo. En serio? Sí. De hecho esa que acabas de señalar, esa ya es Carmen pasada, como el agua. o es que no de acuerdas de José Ángel?"

Sí que me acuerdo. Lo recuerdo muy bien de hecho. Mi profesor de Lengua tratando de explicarnos que el presente no existe. José Ángel interpretó una coreografía de movimientos repetitivos en la tarima de aquel aula..."Porque esto que estoy haciendo ya es pasado, y esto ya es pasado y esto ya es pasado...entendéis?" decía mientras se desplazaba, no haciendo el moonwalker, pero con unos gestos que nos dejaron, a los 68 ojos que lo observábamos, bastante desconcertados. Esa coreografía triunfó bastante entre mi grupo de amigas, bastante amigas a su vez de hacer mofa de todo lo que nos rodeaba y sucedía en aquellos años de risitas y absurdeces varias.

Y aunque las intenciones de este joven eran buenas (aunque para mí fue un mayor más hasta que en una excursión de fin de curso, de colegio y de etapa nos confesó cómo era él a nuestra edad, entonces comprendí que era un joven como tantos otros...un mozuelo al fin y al cabo) porque intentaba explicarnos que tenemos que mirar hacia delante y que no hay aquí ni ahora, en realidad eso es lo único que existe creo yo.

Me estoy liando entre pasados, presentes y futuros que fueron, son y serán (o todo lo contrario) pero es que entre cambio y cambio de pañal, observando a un ser que tiene toda la vida por delante (tú también mujer! ya, bueno...yo creo que de mi vida, como mínimo el prólogo ya está escrito) pues te da por reflexionar sobre tu existencia. Bueno, eso y que tengo 25 años y nada por delante. Nada? O todo? 

Está bien, tengo un presente que se divide entre consecuencias de decisiones pasadas y dudas sobre oportunidades futuras. Vale? Queda claro? Pero a quién le estás explicando todo esto? Pues creo que a mí misma...Y qué has sacado en claro. No mucho en realidad. Ya...eso me temía. 

Bueno parece que sí que tengo una cosa clara. Y es que hay que (re)conocer quién fuiste para saber quién eres. Y que según Blanca ya es la segunda vez que cuando me pregunta "pero Carmen...cómo seremos?" yo le contesto lo mismo: "Pues como ahora. Pero mejores."

Pues eso. Que en el futuro...ese del que llevo renegando varios párrafos, seremos mejores. Y por qué estoy tan segura de esto? Pues porque habremos vivido más. Y vivir, como mi abuela le dijo a mi padre y este me repite (cuando le da por ponerse existencialista y no por echarme broncas por perder objetos que luego aparecen)...siempre será la mayor aventura que te puede ocurrir. Asi que venga lo que venga de esa cosa amorfa que es el futuro...será algo bueno.

ES MI MADRE, LA CONSTANTE.

No sé cuantísimas veces habré hablado de mi familia. De mi grandísima familia. Ni cuántas habré nombrado de refilón cómo se mete conmigo y cómo es de list(ill)o Manu o alguna de las cosas que sólo se le pueden ocurrir o suceder a Santi. Creo que son bastantes las ocasiones en que he dado notas, pinceladas, apuntes sobre el personaje que tengo por padre, ese señor de gafas oscuras. Pero haciendo recuento de las entradas le he dedicado a la figura maternal, encuentro que son censurablemente pocas. (hace mucho tiempo y hace bastante tiempo)

Y en un día tan poco original como este quería remendar esta situación (ya, ya...muchos dirán que lo que se hace es "enmendar" pero yo hago un remiendo con este post). Un mal remiendo. En fin, que la señora que calceta cumple años.

Nació en un año muy redondo y hasta aquí puedo leer. Aunque no es de las que le importa decirlo porque sabe que está estupenda y yo pagaba por cómo se dice...envejecer? ay no!...por pasar por los años tan bien como lo ha hecho ella y porque ellos pasen por mí dejando tan sólo ese "yenesecuá" que da la experiencia y una vida plena.

Porque la señora que calceta me lo ha dicho varias veces, la última hace unos días. Mi madre está contenta con su vida, con las decisiones que ha tomado, con compartirlo todo con el jefe y sobre todo, con nosotros.

Y quiénes somos nosotros? Pues dos niños ("los niños") que como le digo ya son mayores y están "encarrilados" y yo, que aún soy una incógnita por despejar. Una piraña que se coló en su vida sin avisar y que fue niña. Tal vez no "esa" niña pero definitivamente, "su" niña. (y ya están los ojos lacrimógenos)

Pero es que estoy lejos. Estoy lejos de casa y de ella. A pesar de mi cara de asombro cuando veo que llevamos 1 hora hablando por el Skype, no llega. Necesito un achcuchón. Uno de esos "masajito, masajito, masajito" que me da por la mañana frotando la espalda para que el duro, durísimo trance que es para mí el despertar se me haga un poco más llevadero. Necesito a mi madre! Como todos, mujer, como todos!

Bueno, pues como decía, la señora que calceta ha pasado por los años...y de qué forma!

La 6ª de 10 hermano, sin padrinos que le mandasen un roscón en Semana Santa, lo que llevaba a mi abuelo a comprarle uno, a pesar de que en esa casa se recibían dos por niño. De adolescente rebelde a "gacela de Riobó" que si había carrera ella iba sin entrenar "y no ganaba...pero quedaba segunda" deportista, inquieta, lista y "demasiado independiente, no se va a casar" según opinaba "la bis". Hasta que se cruzó con un "niño de Dupond" que de decir "y esta quién se cree que es?" pasó a "no sé qué le das a este que cuando te ve se pone a temblar". Pero ella se fue a Londres y escribió cartas y recibió llamadas hasta que en la última decía que volvía y que por favor le hiciesen lentejas. Y tras un noviazgo fugaz, aguante y mantenga usted a este chico que promete y que ya lleva gafas oscuras y patillas. Y trabaje, salga y diviértase como nadie porque a pesar de algún que otro contratiempo, llegarán. Concretamente dos. Y qué seguidos madre mía. Y qué distintos. Y siga su vida con sus trentaitantos creyendo que esto debe ser la vida, familia, amigos, hijos...porque cuando crea que es demasiado mayor (36 que hoy día da la risa) oirá como en altavoces de fondo y sin saber muy bien qué ocurría "Es una niña! es una niña!"

Y da igual que no sea la más femenina del mundo porque juega sola durante muchas horas y no da nada la lata. Y da igual que no sea la más guapa del mundo porque ya te encargarás tú de que vaya de punta en blanco. Y da igual que sea un poco redicha porque con los años se convertirá en tu mejor aliada. Y da igual que repitas que "hacemos de ti un pandero" porque lo cierto es que no hay nada que te guste más que que tus niños estén bien.

Tengo una madre independiente y trabajadora. Interesante, fuerte, sociable, lista como ninguna, pragmática, que arregla las cosas (todas las cosas) y que se ríe mucho. "Porque hay que reírse todo lo que uno pueda en esta vida Carmen"

Tengo una madre con la que discuto sobre la vida, sobre mi vida y me cuenta cómo fue y es la suya. Mi futuro últimamente está en el candelero y ella siempre me anima. Siempre está ahí para decirme que me lance, que escriba y que tengo que acabar en una profesión creativa porque tiene fe ciega en que me va a ir bien. Me consuela cuando lloro y no para hasta que me saca una sonrisa. Aunque sea diciéndome "menos mal que no está aquí tu padre porque te echaba la bronca por ponerte así" pero es que somos de llorar mamá, el mayor y yo, l del medio salió más listo en eso.

Mi madre está siempre ahí. Apoyándome. Como una constante. De hecho es la constante de la familia. La más regular. La persona en quien confiar. Por eso, si algo le pasa, se hunde la casa. Es mi madre, la constante. Como aquel episodio de Lost en el que se decía que "si algo va mal Penny será tu constante". Bien, pues si algo va mal, mi madre es mi constante. Saber que algo no va a cambiar reconforta mucho. Pero a la vez se olvida cuánto cuesta estar siempre ahí para todo, para todos, para lo que necesites...se llega a dar por sentado. Y esto es muy injusto. Tan injusto como que en una entrada que supuestamente tenía que tratar sobre mi madre y nada más que sobre mi madre, no haya podido evitar nombrar a los que dependemos de ella.

La señora que calceta me une a los otros 3 seres con los que comparto sangre. Como un pegamento invisible que no se ve pero sin el cual todo se va al traste. Nos mantiene a todos informados de todo. Y no porque los demás no podamos hacerlo sino porque nos hemos acomodado a ella. A su figura, a su filtro, a su manera de hacer las cosas, de decirlas...a veces típica, la mayor parte del tiempo comprensiva y empática. Y realista, tanto que al decirle la gente "cómo es!" cuando me veían, un bebé lleno de almidón y de lazos, ella respondía "No, no...cómo va!".

No es "una" madre...es MI madre.

Ella pone orden y a pesar de mi cara de "ya lo sé" cuando me explica las cosas más básicas de la vida, es la receta del éxito. Ver y repetir. Y así nos salen ahora de manera natural. Por eso no tenía que pedir permiso para ciertas cosas porque ya sabía que la respuesta era "no", porque no tocaba. Y por eso siempre he podido discutir todo lo que me parecía razonable con mis padres. Ella ha conseguido un diálogo en casa. Porque, admitámoslo, el señor de gafas oscuras muy dialogante en ciertos momentos "no te es". Y yo ahora sólo puedo/debo darle las gracias por todo pero no lo hago lo suficiente.

Hoy la señora que calceta cumple años y aquí he intentado decirle algunas (pocas) de las muchísimas cosas que supone ella para mí. Pero sobre todas destaco que simplemente no sé qué haría(mos) sin ella. Y que no sólo la quiero por todo lo que hace por nosotros, por mí, sino por cómo es en sí misma. Una señora admirable. Un ejemplo y un placer.

Lo sabe su familia, sus amigos, sus compañeros de trabajo y en general todos los que la conocen. Si usted aún no lo ha hecho, aquí se la presento.

"Igualita, ilgualita que ninguna" así fue y será siempre mi madre.

Egoístamente sólo puedo pedir que cumplas muchos más...FELICIDADES!

 

6 NOTAS DE NYC

1- Yo me creo que empieza el frío. Pero claro, el frío, como el dolor, el tiempo y casi todo en la vida en general, es relativo. Este es MI frío. El que yo conozco. El de los Madriles...el de Cólchester (al margen del lago en el que remábamos, donde por mucho que me dijesen que eran 2 grados yo sabía que eran menos...y la nieve lo acabó por confirmar) Así que aquí estoy yo...con mi límite de capas abrigosas y parece que esto no ha hecho más que empezar. Bueno, pues no pasa nada...nos pondremos doble camiseta, guantes y gorro. A todo nos adaptaremos. A todo. Al frío, a las circunstancias, a los tiempos, a la crisis...no queda más remedio que hacerlo.

2- Qué fue lo último que vio John Lennon antes de morir? Miraba hacia Central Park cuando salió de ese edificio que hoy sigue recibiendo turistas que se hacen fotos en tan macabra entrada? Un puesto de unos tipos contemporáneos al mito y cansados de contestar, indica hacia dónde está el Dakota y hacia dónde Strawberry Fields. Pero eso era en Liverpool...y la canción se compuso en Almería...y en el suelo pone Imagine...y en mi cabeza resuena Loquillo "...me dice yo te haré rico tú sólo has de cantar bien, si no te pegan diez tiros en la puerta de un hotel"...

3- Majestuoso, complejo, monumental, elegante, distinguido, moderno, sobrio, diáfano. Muchos adjetivos se me ocurren para definir el Lincoln Center, uno de mis espacios preferidos de Nueva York. El último de ellos aprendí a valorarlo cuando mi madre hizo obra en casa dejándome sin cuarto. Sí, ya sé…la parábola del hijo que se va a estudiar fuera y se encuentra que en Navidad no tiene habitación?…pues casi. La señora que calceta dejó un salón muy despejado. Y qué vas a hacer con tanto espacio? le pregunté "me gusta…me da sensación de calma" me contestó. Es un espacio ante el que mi amigo Borja, tan exagerado como siempre, reaccionó con un "Ehhh...Carmen por qué se puede jugar al tenis en tu salón?". No es para tanto...pero es lugar suficiente como para que en él hayamos comido trentaitantos, peleado a lo pressing catch (pero no habías dicho que la obra es de cuando te fuiste a estudiar la carrera? sí...y quién te asegura que tus hermanos van a dejar de maltratarte cuando cumples la mayoría de edad? nadie.), hayamos bailado, interpretado, caído (Yo. Varias veces) y hasta practicado el swing de golf. Ese espacio me gusta mucho. Los espacios me gustan. Los espacios son importantes ("necestio un poco de espacio" predicarán muchos por no decir que te quiero perder de vista) Los espacios son, al fin y al cabo, los que nos permiten apreciar las cosas materiales, lo compacto. Como los blancos en la tipografía.

El Lincoln Center podría estar en París. Es de estos edificios de cristal y piedra…de estos que se hacen tanto ahora...pero bien hecho. Como otros muchos días, paseando con Nicolás pasamos por delante. Y ahí, en el gigantesco hall del edificio cuya esquina parece el Titanic hundiéndose, estaba la jet tomando un cocktail porque Oprah Winfrey iba a entrevistar a Ralph Lauren. Y mientras los observábamos, como se veía el mundo en aquella canción "tras el cristal", yo pensaba en cuánto se habrían gastado en cada vestido (que no parecían ser de esos que te puedes poner más de una vez..."y con alpargatas hasta un sábado por la noche" como bien me aconseja mi señora madre cuando invertimos en un nuevo trapito), en cada esmoquin, en cada manicura y peinado, en cada rollito de gamba y en cada copa de champagne...Ellos debajo, nosotros arriba, desde el gallinero. Ellos dentro, con sus trajes y nosotros fuera con nuestros abrigos. Ellos posando y nosotros contemplando. Un espectáculo lejano. Como una obra de arte del Renacimiento en la que intentas averiguar qué hace cada personaje.

El Lincoln Center es lo que tiene que ser. Un conjunto de edificaciones perfectas para las artes, para el espectáculo glamuroso que es, o debería ser, el ballet y la ópera. Mi enhorabuena al chef.

4- Hablando de cosas glamurosas se me vienen a la cabeza las terrazas de los hoteles de Nueva York. Y sus vistas, sus gentes con aires importantes, sus precios prohibitivos y sus batamantas (sí, sí, como las de la teletienda). Porque las terrazas de Nueva York también son para el invierno. O al menos para el otoño. Porque sería un pecado dejar de disfrutar de esos gigantes iluminados, de esa otra ciudad que despierta cuando se apaga el Sol (que es cuando a mí más me gusta) en estos días en que el frío, el mismo del que hablaba arriba, aún nos respeta.

5- Dos metros que van a la par. Dos trenes en una carrera (aquí es posible por la diferencia entre los Local, que paran en todas las estaciones y los Express que lo hacen sólo en algunas) y será una tontería pero es algo mágico. Parece que lo que ocurre al otro lado de la ventanilla está grabado en stop motion. Y ves escenas en el tren de al lado. Un chaval escuchando música, dos mujeres cotilleando, una chica embarazada, un hombre leyendo el periódico...puede que sean las mismas que están sucediendo en tu propio vagón pero a través de un cristal. Están enmarcadas. Y entonces ya están contando una historia. Todo es cuestión de encuadre. En el cine, en la fotografía y en la vida. Qué es lo que quieres resaltar. Qué es lo que quieres que se vea...y lo que no.

6- Esto de que mis 6 de la tarde sean las 12 en España hace que mis tarde-noches, ese tiempo en que mi cabeza empieza a girar a más revoluciones (porque bien es sabido que yo soy noctámbula, como el señor de gafas oscuras) sean más solitarias. Esto hace que sea consciente de que además de a muchos kilómetros, estoy a muchas horas de distancia...o mejor dicho, a muchos momentos....a muchas sensaciones. No estás igual a las 2 de la mañana que a las 8 de la tarde. Vivo en un tiempo distinto. Vivo en este momento que es sólo mío e intento exprimirlo. Vivo este momento del que me queda poco. Vivo este momento porque cuando vuelva a la franja horaria adecuada me tocará vivir otro del que sé muy poco. Y eso a ratos me gusta y a ratos me asusta.

Buenas Noches.

PERDIMOS UN MUNDO DE COLOR

Pero a mi me gustan los colores poco saturados. Soy de grises, de ciudad, de humo, de gabardinas y de trajes. Y en medio de todo eso, una nota de color…un paraguas rojo.

"Un mundo de color"…alguna vez lo tuvimos? A estas alturas ya estaremos todos de acuerdo en que aquello no era real. Que la frase que el jefe me repite cada vez que voy a salir, "La vida no es esto" es muy cierta. Que basta ya hombre! Que de esto saldrá algo bueno y es que se va a hacer una buena purga. Dónde quedó la meritocracia? la perdimos. Que vuelva. "El que es bueno lo es en todas partes" pues a eso hay que aspirar. A ser los mejores. Nos habíamos olvidado de lo que es la cultura del esfuerzo. De que las cosas cocinadas a fuego lento saben mejor. De que quien algo quiere, algo le cuesta. Por supuesto que tenemos que luchar por nuestros derechos pero la indignación contra los de arriba, a pesar de ser necesaria, no va a resolver todos tus problemas. Y ahora mismo, a corto plazo, tenemos muchos. O es que es así como se vive en realidad? con un montón de pelotas en el aire, haciendo malabares, conteniendo la respiración para que no se caigan todas al suelo? Como un castillo de naipes? No puede ser. La realidad debe ser algo así como un juego de construcciones. Con una base sólida, poco a poco, pieza a pieza.

En Europa hablamos de eso que resuena tanto, "el estado del bienestar", en la Constitución de los Estados Unidos hablan del derecho a la felicidad. Expresiones que me dan que pensar. Qué es estar bien y qué es la felicidad?

"Esto no deja de ser una Revolución Francesa moderna" decía mi tía Marta ante las continuas protestas de la gente. De la clase media. De la mayoría. Ante esa indignación que se ve, se palpa, se siente, se lee y hasta se huele. En el supermercado, en los bancos, en las noticias, en las tertulias de después de comer, en los grupos de jóvenes, el los cafés adultos. Está en la calle y en tu casa.

Ahora mismo, mejor no hacer ningún plan. Vivir al día a día. Salir con amigos, tomar un café, ir de copas, trabajar, cambiar, pensar, sortear los baches, sobreponerse, vivir, decidir tener un hijo, volver a estudiar o empezar un negocio...no hay buen o mal momento. El momento es el que es. Y punto.

Hay que seguir viviendo. El mundo no va a parar de girar por estar en crisis. Al contrario, la maquinaria debería ponerse de nuevo en marcha. Los motores están algo oxidados porque nos habíamos centrado en la carrocería. Las respuestas? Yo no las tengo. Ni ni nadie. No te fíes. Eres tú y nada más.

Yo sólo tengo preguntas. Y me temo sólo van a ir aumentando a medida que encuentro respuestas. Pero de esto se trata, de encontrar soluciones a los problemas. 

Hay que trabajar y si no te dejan, intentarlo en otro sitio. Intentarlo todo. Intentar lo impensable. Intentar lo imposible. Si no es ahora, cuando? En el momento de no pensar. Es el momento de fallar. Fallar mucho. Fallar cada vez mejor. Es momento de tomarse las malas noticias con calma y de seguir. "Keep calm and carry on"

Y cómo salimos de esta? pues paso a paso…o mejor dicho, pasito a pasito. Uno y después otro. Hacia delante. No vamos a volver a lo de antes pero tampoco nos vamos a quedar aquí. Por mucho que me gusten los grises este es demasiado oscuro. Ni si quiera se sabe qué es. Porque este es un momento de incertidumbre donde la gente está decidiendo hacia dónde tirar. Dónde hay un rayo de Sol?

Esta terrible incertidumbre no puede durar para siempre. Alguna puerta hay que escoger. Seguramente muchos fracasen y entonces...habrá que volver a intentarlo.

Somos una generación ("la generación de la crisis" como nos bautizará algún sociólogo espabilado) que sabíamos, o creíamos saber lo que nos tocaría. Presupusimos que todo iba a ir a mejor. Y por qué? quién garantiza eso? desde luego no la Historia de la que parece no aprendemos…

Simplemente porque llevaba 40 años ocurriendo. Cada generación prosperó con respecto a la anterior. Padres que trabajaban para mandar a sus hijos a la Universidad…Ay! la Universidad, sinónimo de éxito. Porque lo de que "los libros os harán libres" no es ninguna tontería! pero ahora resulta tenemos a demasiada gente libre. Ojo! MENOS MAL! Estoy encantada de venir de un lugar donde la gran mayoría de la gente tiene acceso a "la" educación. La de todos.

Pero somos una generación que, al contrario que la anterior, no sabe dónde va a acabar. Crecimos con todo a nuestro alcance pero ahora se nos niega el futuro que nos correspondía. Y por qué? Porque crecimos en una mentira. A los siguientes no les pasará porque estarán todavía más preparados, porque el conocimiento no puede pararse con nada, ni si quiera con una crisis mundial. Para entonces el sistema habrá cambiado. El cambio de esquema es lo que rompe todo. A todos. Porque adaptarse es muy complicado. Es lo más difícil. Hace tiempo que vengo confirmando que es la mayor virtud en el ser humano. El que sepa adaptarse saldrá exitoso de esto. El que siga llorando no. Y ojo! esto lo digo sin trabajo y ninguna perspectiva de futuro. Sólo con la ilusión de saber que en algún momento se me dará la oportunidad de demostrar lo que valgo. Porque lo valgo. Porque lo valemos. Todos tenemos algo que nos hace valiosos. Sólo hay que encontrar qué es y explotarlo. Hay que ser listos. Hay que conocerse. Muerte al autoengaño. No sé qué va a ser de mí. No sé qué va a ser de nadie! confío en la gente y en sus habilidades, nada más. Lo cierto es que la Suerte es un factor que influye, no vamos a engañarnos. Pero la suerte se busca. "Conozco a mucha gente lista que ha fracasado. No conozco a nadie trabajador al que le vaya mal" me dijo un día Manu. Es así.

Vivo en un país donde el problema es que somos muchos y muy preparados y cada uno quiere su trozo. Pero antes lo que se repartía era una tarta y ahora es un bollo de pan reseso. Ni eso quieren darnos? Venga hombre! Que me devuelvan el dinero! No hay? Pues entonces que me devuelvan la ilusión y las ganas!!

Hay que lanzarse. No hay coste de oportunidad. No vas a perderte nada. No vas a desperdiciar el trabajo de tu vida por atreverte a perseguir un sueño, más bien al contrario, puede que sólo así llegue. Vivan los emprendedores. Qué bonita palabra! "emprendedor" Emprendamos y prendémonos. Ilusionémonos con algo que sea sólo nuestro y no heredado. 

Ya...lo que tú quieras…pero ahí está ese gran interrogante…Y ahora qué? Pues ahora mismo toca esa frase tan manida y cierta en momentos de cambio: Renovarse o morir. Intégrate o desintégrate.

En fin…lo cierto es que por mucho que intente pensar en positivo y hacia delante, a pesar de mi tendencia a todo lo contrario, la gente está apagada. Porque parece ser que el mundo era Times Square con sus anuncios gigantes y brillantes y ahora descubrimos que tenemos que pagar la factura de la luz.

Y entonces decimos esa frase tan de padres..."Que no somos de Fenosa!!"

FEED THE BIRDS

Hoy vi a la señora de las palomas. Esa que las alimenta a base de pan mojado que se estrella contra el suelo produciendo un sonido hueco. Un tipo con un cigarrillo en la boca y pinta de no dar palo al agua (de hecho eran las 12 de la mañana de un martes) le increpó desde la escalera por pringar la calle e infestarla de estas criaturas feroces. Dejó 6 panecillos formando una fila en la acera y se fue al tiempo que una bandada de manchas grises se aproximaba a nosotros con ojos inyectados en sangre. Vale, tal vez no fue tan dramático porque a Nicolás le pareció divertidísimo ver cómo me agachaba asustada…pero bueno...él llora cuando enciendo el secador, la batidora o llaman al timbre…que tampoco se ponga chulito.

Los pájaros en general no me convencen. En el colegio mayor jugábamos a ver si la gente era gato o perro. Yo, al parecer, era perro…que creo que era lo mejor. Alguien dijo que no llegaba con estas dos categorías…que a veces la gente era pájaro. La gente pájaro es gente sospechosa. Madre mía…qué cantidad de tiempo libre teníamos en aquel entonces...

Bueno, a lo que iba, nunca entendí a las señoras de las palomas. Por qué? Por qué alimentar a esos animales? (nota: animales va en cursiva porque hay que diferenciar entre los animales, que son aquellos que respeto y acepto que convivan conmigo en este planeta Tierra pero nada más. Sí, soy anti-animales, qué le vamos a hacer…algunos dicen que esto me convierte en mala persona…en fin…que vale, que a los animales escrito con letra normal los aguanto y a sus dueños...a veces. Ahora, los animales son seres cuya existencia simplemente no entiendo. No hacen ningún bien a la humanidad y ni si quiera son bonitos. Creo que el mundo sería un lugar mejor sin ellos. En esta categoría están las palomas, las gaviotas-roba-comida, los mosquitos-vampíricos-anti-sueño y un laaaargo etcétera)

Pues las palomas son animales. Y la señora que les alimenta, su aliada. Nada bueno. Es que no tiene otra cosa mejor que hacer que ponérselo más fácil a estos seres y que así se vuelvan más vagas, inestables, gordas, feas y agresivas? Señora está usted loca? No. No responda. Lo siento si la he ofendido. Hace mucho tiempo aprendí que las señoras de las palomas en el fondo de sus corazones palomísticos tienen buenas intenciones. Me lo enseñó Mary Poppins y esa canción que aún me transporta a mis 4 años. "Coooompre usted, migas de pan...Solo son…dos peniques…"

La canción era muy bonita. Las intenciones de la misma, no tanto. La señora en cuestión ("la señora de las palomas" original) daba algo de miedo…pero también pena. Mary Poppins quería que los niños invirtiesen sus dos peniques en alimentar a los pájaros en cuestión. Pero vamos a ver Mary, que el pan no es tan caro, la señora hace negocio fijo, lo siento. Además el padre quería que lo invirtiesen en el banco para así tener en el/un futuro…ah! espera…que eso también es negocio para ellos. Mira pensándolo bien, que le de de comer al sucio bicho. Si no recuerdo mal al final no hace ni una cosa ni otra. Michael le da los dos peniques a su padre porque está en apuros (nota: "estar en apuros" es una de esas expresiones que sólo lees o escuchas en las películas, como "tener agallas") Y al final todo sale bien y van a volar una cometa todos juntos…con esa otra gran canción que me encanta "Ohh, ohhh, qué gran gozo da, ver que se va y se va…"

Ay! cómo me gusta Mary Poppins con ese pijerío ingles…pero la película eh? Acabo de ver el musical y me gustó mucho pero para mí Mary Poppins, mi Mary, esa de la que aún me sé los diálogos, es la película.

Aunque un musical siempre anima…es todo tan teatralmente exagerado. El patio de butacas, la sensación de estar viviendo un espectáculo, los escenarios que no se sabe dónde caben, los cañones de luz y ver a todas esas personas danzando de un lado a otro con esos movimientos perfectamente coreografiados que hacen del conjunto un placer a la vista y al oído…es, simplemente, supercalifragidisticoespialidoso.


P.D. A pesar de que Mary es "prácticamente perfecta en todo" no le hagan caso, NO alimenten a las palomas. DO NOT FEED THE BIRDS.

ALGUNAS PEQUEÑAS COSAS QUE HACEN QUE LA VIDA VALGA LA PENA (VOL III)

Primera edición aquí.
Segunda edición aquí.

- Tumbarse recién duchado en la cama

- Que se te duerma un bebé en los brazos

- Acertar con lo que pediste del menú

- Dejar una nota anónima e imaginarse la reacción del destinatario

- El patio de butacas en silencio, esperando a que empiece el espectáculo

- Que alguien te diga, "lo entiendo perfectamente" y que sea cierto

- Una ensalada con diez mil cosas que la convierten en un misterio a cada bocado

- Los nervios previos a salir al escenario

- Llegar al andén del metro justo cuando uno está llegando a la estación

- Un sandwich mixto

- Los apuntes de clase con anotaciones del estilo "Me muero de aburrimiento. ME MUEEEERO!!" o "IMPORTANTE" y una calavera al lado

- Los zapatos de los niños pequeños

- Preguntar por una dirección y que te respondan "justo a la vuelta de la esquina"

- Que tus padres vuelvan de un viaje…con regalos!

- Empezar una canción y que se te unan varias voces

- Una libreta nueva

- Estirarse en la silla como estaba prohibido hacerlo en clase

- Que alguien se fije en que llevas algo nuevo y te lo halague

- Un corte de pelo que te siente bien

- Encender la luz y encontrar lo que buscabas

- Ganar al trivial

- Llegar al sitio después de un largo viaje

- Que la frase célebre del día se aplique perfectamente a tu situación

- Un diario antiguo, con tus pequeños grandes problemas de entonces

- Un café rico

- Que una caña con un amigo se convierta en muchas cañas con muchos amigos variados y por casualidad

- Que un error se convierta en una acierto

- Un zumo de naranja recién exprimido

- Los juegos de construcciones

- Casta Diva por Maria Callas

- Crazy por Patsy Cline

El FÚTBOL (AMERICANO) ES ASÍ

Siempre recordaré a la señora que calceta diciendo "Carmen, es que tú te apuntas a una ronda de aspirinas" así que si me llaman para decirme "Carmen, tenemos una entrada...por si te apuntas" la respuesta no va a ser otra que "Claro!".

Y de esta forma nos fuimos a Nuevo Jersey en un coche dos españolas de Bellas Artes (la otra veterana mía del colegio mayor allá por el 2004 para más datos) y dos américans (así con acento de américans) que habían jugado a este deporte y que prometieron intentar explicárnoslo.

"Yo se algo de rugby" "ya…no es lo mismo. Esto es más organizado". Donde dijo organizado, nosotros debemos entender lento. El juego se detiene cada dos por tres. Tanto por los cambios entre defensa y ataque como por los "comercials" porque a pesar de que era un partido de la Liga Universitaria, lo retransmitían por televisión. Tere me había advertido que el fútbol americano es más entretenido que el baseball pero entre explicaciones del américan seguidor del Pittsburg visitante seguidas de "ajás" que intentaban sonar convincentes y las primeras fotos al estadio, pronto me di cuenta que al margen del juego, lo que me iba a fascinar esa tarde era toda la parafernalia que se monta alrededor del mismo.

Nos sumergimos en una marea roja que ya le gustaría a muchos estadios de 1ª división en España y observo que el partido es para todos los públicos. Veo familias enteras, niños que después de hora y media de partido meriendan un pretzel y una coca cola, ambos tamaño extra-grande y precio desmesurado. Abuelos con gorras metidísimos en las protestas, madres que se ponen en pie y gritan a la grada que animen, teenagers en grupitos (porque a esa edad no se puede ir solo), universitarios que van a apoyar a su equipo y se ponen en "modo fan". El pueblo se paraliza. Hay partido. Es el acontecimiento del mes. Están todos. "Vas a ir al partido esta noche" es una frase tipiquísima de toda

película americana

que se precie.

Ya en la grada me fijo que delante tenemos a un grupo de cheerleaders, esas muchachas a las que cuando la cámara enfocaba, pasaban de sonreír a hacerlo de tal forma que piensas que ha dado una parálisis facial. Con esos pompones, esas coreografías, esas acrobacias, pero (todo hay que decirlo) mucho menos espectaculares que en las películas. Se han cambiado de ropa? No, es que resulta que hay 3 grupos distintos que van rotando a lo largo del partido. Por si te aburres de las que tenías delante.

La pantalla gigante es, como su nombre indica, muy grande. En ella aparece gente de entre el público que en cuanto se descubre empieza a hacer el mono…vamos, que no sólo los españoles nos emocionamos cuando nos vemos en televisión (aunque sea la de un escaparate de una tienda de electrodomésticos). Enfocaban a parejas, a niños con los colores del equipo en los mofletes, a universitarios con los colores del equipo en el pecho, a universitarias con los colores del equipo en loS pechoS, a la mascota bailonga…

Descanso (uno de tantos) En la pantalla aparecen jugadores. Uno de los américans me explica que son jugadores que ahora están en la Liga profesional pero que empezaron aquí. Con uno de ellos el público aplaude más de lo normal. Canta una canción al tiempo que sonríe. Parece hacerlo para todo el estadio. "Believe 52" Imágenes antiguas. Aplausos. "Él se quedó tetraplégico jugando" "Ahhh…"

Luego aparecen unos señores mayores en el medio campo. Resulta que son el equipo de la temporada 66 que consiguió no sé cuántas victorias. Como si fueran veteranos de guerra.

Nos vamos a hacer fotos. Tere, un pompón que nos encontramos, mi a abanico rojo (que no falte) y yo. Después de la sesión de fotos de folclóricas motivadas y gente alrededor observándonos como marcianas, lamenté muchísimo no tener un objetivo mejor…las jugadas, de lejos, el contacto, de lejos, el balón amorfo, de lejos…y "tarjeta full" otra vez.

Pero al margen de las…cuántas? 50? 60 personas? que componen el equipo y llenan el lateral del campo: jugadores de defensa y de ataque con esos cascos relucientes y uniformes de lo más antiestético que parece que llevan pañal…sus comentarios del estilo"Yuo bro" y las prácticas con el balón mientras que no están jugando o los ejercicios en la bici estática y los  4 o 5 entrenadores y su auricular (auricular sólo en una oreja), a mí lo que de verdad me interesa es el resto de la "pipol" que mueven….ayudantes (muy fan de esta figura, chicos y chicas cuya única función es llevarles Gatorade a los jugadores) cheerleaders (que claro, le digo a Tere "estas viajan con el equipo también?" "menudos líos debe haber ahí" concluímos ambas), la banda. Aquí hago un alto.

LA BANDA! 5 minutos esperando de pie en el centro del campo a que llegase el descanso porque sabían que ellos iban a salir. Y así fue. Y no defraudaron. Anuncian por megafonía (ese hombre del que también habría que comentar algo, pero se parece bastante a los campos españoles…menos pesado tal vez) que van a tocar temas de Lady Gaga. Y ahí entran. Debían ser como 100. Con unas chicas delante que hacen virguerias con banderas. Con tubas, trompetas, trombones, tambores, platillos…pero sobre todo…con esos sombreros!! casco de romanos y plumas? Soy fan. Se acercan y le digo a Tere que claro, que estos son los nerds, con gafas, gordos o demasiado flacos, que no entraron en el equipo. Y ahí empiezan. Se distribuyen por el campo. En formación. Ojo! director de orquesta! no! espera! que el director tiene dos subdirectores! uno a cada lado! Y ya, ahora sí, empieza el espectáculo. 10 minutos de movimientos pseudomilitares mezclados con pasos de baile. Que vamos a la derecha, ahora a la izquierda, nos cruzamos en rombo y lo que suena es algo parecido a "Po po po po poker face". La sonrisa en mi cara es una mezcla de fascinación, incredulidad y chiste. Pero esto qué es?? Esto es A-ME-RI-CA y aquí hacemos las cosas así….o es que no lo has visto en las películas eh? ya, ya…pero nunca creí que fuese a ser taaaaaaan así. Pues sí, resulta, amigos y amigas que las películas americanas no es que sean "americanadas" sino que son realistas. Los americanos viven en una "americanada" perpetua. Con sus casas prefabricadas, sus garajes, sus dos monstruosos coches, sus institutos, sus centros comerciales, su iglesia, sus reuniones de vecindad y su estadio al que ir en manifestación vestidos con los colores de equipo del pueblo. Amen.

Volvemos a sentarnos con una sonrisa en la cara y repitiendo "anbelivebol". El pobre américan que apoya a Pittsburg, porque es allí donde jugó, como esos chavales que están en el campo y a los que les pagan los estudios, está triste por la paliza que están recibiendo…Nos estamos yendo y los Rutgers hacen Touch Down…"I´m sorry" le digo al pobre américan...Bum! (sí, sí…unos tipos vestidos de piratas tiran un cañonazo), baile de cheerleaders, baile de mascota, banderas, música de la banda y el estadio entero ruge mientras que en el campo, muy organizadamente, como si de una coreografía de ballet se tratase, salen y entran los jugadores a sus posiciones correspondientes. Menudo show.

Me fui sabiendo poco más de fútbol americano que cuando entré a aquel estadio 3 horas antes pero habiéndolo vivido y disfrutado como una enana.

JOBS.

Steve Jobs murió el mismo día en que se me ocurrió revisar borradores de entradas y encontré uno titulado "Yo también mordí la manzana"
Empezaba con un "Hace un tiempo relativamente corto, me convertí al Macquismo" y contaba cómo de 10 portátiles en una mesa en la biblioteca de Bellas Artes, 7 eran Macs con sus 7 cargadores blancos y cuadrados enmarañados y cómo flipaba con que se iluminase la manzanita…De aquello hace ya bastante y como ya comenté en su día, el MacBook, el iPod y el iPhone me convierten en iPiraña.

"Once you go Mac you never go back" me decía un amigo este fin de semana. Y es así. El hecho de que los usuarios seamos la mejor publicidad del producto no es algo que se consiga con una buena estrategia de marketing sino dejándonos contentos, haciéndonos la vida gracias a la tecnología (ambas bastante complicados de por sí) más fácil. Él lo logró.

Se apellidaba Jobs. Y ahora me paro a pensar en la cantidad de trabajos que habrá generado. La cantidad de personas a las que habrá tocado, mirado, reprobado, animado o inspirado para conseguir que hiciesen mejor su trabajo…

Steve Jobs no hizo el mundo Mac. Lo imaginó.
Y no paró hasta que lo vimos. Hasta que lo tocamos.

Dicen los que coincidieron con él que era un auténtico tirano. Me lo creo. Los genios, visionarios o como quieran llamarlo (este lo era) no pueden tener un carácter como el resto. Porque ven más allá. Porque van más allá. Tienen una realidad diferente a la tuya y la mía. Tienen la realidad que quieren. Y si no les gusta van a hacer lo posible por cambiarla. Esto, supongo, es lo que le llevaba a llamar un domingo porque había que cambiar el amarillo del logotipo de Google. Es un personaje que siempre me fascinó. Cientos de artículos sobre su persona con esos puntos dramáticos (adoptado, sin dinero, expulsado de su propia empresa, grave enfermedad) que ayudan a forjar ese carácter implacable, esa vida de película. Esa historia que será leyenda.

Steve Jobs me interesa más allá de sus aportaciones al mundo de la tecnología, de la música, de la comunicación o de las películas. Me interesa por su aportación al mundo en general. Porque es un personaje que inspira. Porque vino, vio y venció. Porque le costó. Porque quiso y pudo. Con todo. Menos con ella.

La muerte no entiende de genialidades ni excentricidades. La muerte te sorprende. Seas quien seas. Jobs apagó su equipo como si de un ordenador que se cuelga se tratase. Sabiendo que llegaría el momento, dejó que el quesito de colores girase unos años más para acabar en un fundido a negro. Sin hacer mucho ruido. Como sus productos.

Nos quedamos sin muchísimas presentaciones con jersey negro y pantalón vaquero. Nos quedamos sin una persona carismática, imaginativa, poderosa y visionaria. Pero podremos seguir disfrutando de ese discurso que un buen amigo dice que hay que ver a menudo. Puede que sea uno de los mejores que haya escuchado en mi vida. Desde luego el más motivador. Porque habla de él, de su vida, pero te habla a ti, de la vida. Te dice: yo estoy aquí, no es por casualidad, sino porque hay que querer seguir, hay que buscar, hay que luchar, hay que confiar, sólo así se encuentra. Sólo así te encuentras.

Es un discurso excelente. Propio de alguien de letras más que de ciencias...pero era Jobs de ciencias? de letras? de tipografía? Creo que era un hombre de hombres. Creía en el potencial del ser humano y en la posibilidad de tener todo a nuestro alcance. Y así nos hizo la vida más fácil.

Alguna vez hablé de quemar etapas. Él habla de unir los puntos. Me gusta más…al fin y al cabo…no es lo que hacíamos de pequeños cuando sólo uniendo los puntos conseguíamos ver el dibujo final? 

Estoy segura de que en el caso de Jobs, el resultado será una manzana mordida. 

Otros genios vendrán. Despidamos a este.

PD Es curioso que el símbolo sea una manzana mordida cuando todos sabemos que se oxidan si no te las acabas. Y sin embargo esta no. Esta se renueva y se mantiene apetitosa. Esta significa que te gustan las cosas buenas, fáciles y bonitas. A mí me gustan las cosas y bonitas.